Uau... Libro difícil donde los haya. Aunque sigue la línea de las demás historias de Bonnie Dee que he colgado en el foro (prota solitario y marginal en clara situación de desventaja), este sin duda se lleva la palma. Está el tema de que es menor de edad, mientras que Megan, aunque es muy joven, tiene 23 años, así que una gran diferencia con Sean. Por otra parte, desde el momento en que lo acoge es tan evidente la dependencia que tiene de ella que pone los pelos de punta pensar en lo que motiva exactamente el comportamiento de cada uno de ellos.
Obviamente, Megan es plenamente consciente de ello por lo que
| aunque es Sean el que toma siempre la iniciativa de intentar besarla y entablar una relación sexual con ella, a Megan jamás se le va de la cabeza que, en el fondo, simplemente se siente obligado con ella. Al fin y al cabo, ha aprendido por las malas que nadie da algo a cambio de nada. Por otra parte, a ratos tampoco podías evitar pensar que el pobre chico llevaba desde los 15 o los 16 ganándose la vida haciendo pajas y mamadas a tíos que le asquean pero en cuanto quiere entablar una relación para su disfrute con alguien que le gusta y está claro que hay cariño entre los dos, venga rechazos y tabúes... visto así también te sabe mal por él. |
Meritorio que Megan no ceda a su deseo por Sean durante tanto tiempo pero,
francamente, debería haberse aguantado y no solo por esperar a que cumpla al menos los 18 (que también) sino sobre todo a que esté en una situación de independencia económica y emocional respecto de ella. Claro, si así fuera, la historia perdería bastante de su razón de ser  |
pero la verdad, a pesar de la generosidad y valentía de Megan no puedo evitar verla como una mujer bastante irresponsable y egocéntrica, no solo por su manifiesta incapacidad para
proteger a Sean de algunas situaciones bastante desagradables en su entorno inmediato (el de Megan) sino también por su inconsciencia al dejarse llevar de esa manera por sus sentimientos y, hablando en plata, darse el gusto con Sean, cuando debería haber intentado mantener la cabeza fría y pensar más en lo que él necesita realmente.
Al final es él el que actúa con la madurez suficiente de poner tierra de por medio para poder afianzarse primero en su propia vida e intentar salir adelante, antes de volver a emprender una relación con Megan pero ya en términos de mayor igualdad. |
En definitiva, el personaje de Megan es muy humano pero bastantes veces dan ganas de darle unos cuantos sopapos, mientras que Sean... pfff, la verdad es un tío bastante excepcional, aunque tenga alguna fase adolescente de rabietas y rebeldías varias... (también tiene derecho, el pobre), incluso con esa edad es una persona admirable y, francamente, no cuesta nada imaginarse que alguien como Megan termine enamorándose de él. Aparte de que, a diferencia de la portada, físicamente siempre lo describen como alto y cachas, con lo cual tampoco te lo imaginas nada "aniñado" sino más bien como un hombre muy joven (aunque para horror de Megan, casi todas las personas de su entorno insistan en llamarle "niño" juasssss).
Una historia bastante más realista y dura que las que le he leído hasta ahora a Bonnie Dee. Sí, también a sus otros protas les pasan cosas horribles pero tú en el libro solo los conoces después, cuando comienza lo bueno, mientras que aquí las autoras te arrastran de lleno por todo el horror de la vida de estos chicos y sus consecuencias. También es más realista en el sentido de que no todo es un cuento de hadas en cuanto se enamoran, sino que ahí es realmente cuando surgen auténticos problemas a todos los niveles.
Una lectura incómoda pero fascinante. Igual me pilló un poco blanda, pero me pasé desde la mitad al final deshidratándome un poco por los ojos. Snif.
Blog
Entrevistas
Revista
Fotos
