Terminado.
El discurso de Álvaro Mutis, aunque no me suelen gustar mucho las biografías ni las autobiografías, me ha despertado la curiosidad por leer algo de él, que nunca he leído nada suyo, me temo.
Me gustan mucho sus posturas y reflexiones sobre el tema de la droga y la situación de América Latina.
El discurso sobre el periodismo y la forma de contar cómo a evolucionado me ha encantado. Yo también soy pesimista respecto a esa profesión pero por motivos distintos a él. Creo que el principal mal del periodismo no es que no haya "periodistas vocacionales", sino que no hay sitio para ellos en el periodismo industrial.
Tampoco estoy muy de acuerdo con esta frase suya:
Un avance importante en este medio siglo es que ahora se comenta y se opina en la noticia y en el reportaje, y se enriquece el editorial con datos informativos.
A mí no me gusta demasiado cuando se mezcla información con opinión, salvo que se aclare que se está haciendo o se opine en la parte final de la noticia. En cambio sí me gusta que la editorial se enriquezca con datos.
El discurso "
Botella al mar para el dios de las palabras" me ha parecido genial, me encantan sus razonamientos sobre la ortografía.
[...]Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
¡Genial!
Judy Bolton escribió:Tal vez con el título de cada discurso lo encuentres en internet pero si quieres saber alguno me lo dices.
Muchas gracias, al final me he apañado bien.