uckercita4ever escribió:La verdad es que estas tematicas son bastante complicadas y en mi opinion siempre veo a las autoras bastante blandas con el prota. Como va a pensar por si mismo un hombre del s.XIX ( y tambien en historias contemporaneas) que se ha equivocado y ha hecho mucho daño a su mujer? Pero bueno, aunque le cuesta muuucho creo que al final este hombre se da cuenta del daño que ha hecho y valora a la mujer que tiene al lado( porque hace falta mucho valor y mucho amor para hacer lo que ella hace estemos mas o menos de acuerdo con el final)
Qué mala, me estás dando curiosidad. Ya digo que no descarto terminarlo, cuando se me haya pasado un poco el mal sabor de boca.
De hecho, es un método que me suele funcionar con las historias con protagonista prepotente o manipulador al que ni la prota (ni nadie) pone en su lugar. Si veo que la historia en sí no está del todo mal o me puede la curiosidad, lo que hago es dejarlo reposar para que se me pase un poco el mal humor y luego si lo retomo ya soy capaz de leerlo distanciándome emocionalmente de la historia.
Y tienes razón en que no solo serán realistas, dada la época que retratan, sino que estoy segura de que aún era peor en la realidad pero, chica, para eso me leo novelas románticas, para que me cuenten historias románticas y con protas que valgan la pena y se salgan un poquitín de la norma (por encima, a ser posible jejeje).
Vamos, que me acabo de leer hace poco
El amante de Lady Sophia de la Kleypas y aunque Sir Ross a veces no es todo lo considerado con ella que podría ser (desde luego el hombre NO tiene el don de la oportunidad a la hora de seducirla) es la primera vez en muchíiiiiiiiiiiisimo tiempo que me encuentro a un protagonista con una conciencia un poco decente en cuanto al trato hacia las mujeres, porque hasta la fecha, en las históricas, el 99,9% de esos "maravillosos" protagonistas tienen multitud de queridas, y cada dos por tres se van al burdel de moda. Sí, vale, solo hasta que se enamoran pero y ¿qué pasa? ¿que las demás mujeres son solo trozos de carne? Pues qué quieres que te diga... a mí eso me repatea bastante (igual que el retrato que se suele hacer de los sirvientes, pero ese ya es otro tema). Por eso cuando la Kleypas nos cuenta que Sir Ross no mantiene ni queridas ni utiliza los servicios de prostitutas porque entiende lo que eso representa para esas mujeres, pues qué quieres que te diga, conmigo se ganó muchos puntos, el hombre.
Bueno, me he ido un poco de tema pero es que estas cosas te las vas encontrando tantas veces que van sumando y al final te hartan un poco. Es lo que menos me gusta de las históricas.