jumareva escribió:Tampoco yo acudo a ver la fuente de la cita. Ya te digo que no sé cuál sería la proporción adecuada de citas. Quizá la de este libro, ya que de momento la lectura se sigue con mucho interés.
Estoy de acuerdo con que es desconcertante la falta de previsión de los líderes alemanes. El libro es razonablemente imparcial, pero sí me gustaría entender qué pasaba por la cabeza de Hitler cuando sacrificaba todo un país para nada. Siempre creo que me faltan datos.
Por cierto que lo del Gustloff se detalla muy poco, cuando es una de las catástrofes que más escalofríos me producen cuando leo sobre ella, y está bastante olvidada.
Creo que Beevor cita las fuentas como fundamento de sus opiniones históricas y no tanto como elementos que ayuden al lector a tener otros puntos de vista, entiendo yo. De manera que, en muchos casos, no acudo a ellas.
Creo que los datos que nos faltan a la hora de comprender esta catastrofe histórica son de carácter psicológico, porque, pienso yo, más allá de los elementos históricos y culturales, había unos aspectos obsesivos de naturaleza mesiánica que circulaban por los miembros ideológicos del partido nazi y que fueron llevados hasta sus últimos consecuencias, si bien algunos militares del Estado mayor, como se afirma en algunas anécdotas, desaconsejaban esta barbarie suicida que, desde antes del invierno de 1944, se veía claramente ese final tan trágico que sucedió unos meses después.
En cuanto a la historia sobre este navío, creo que, en alguna de las notas, dice algo que había escrito u opinado Günter Grass... ¡tendré que repasarlo! En cualquier caso y tras una primera lectura, como otros hechos que acaecieron en esos meses, fue una auténtica barbaridad |
Saludos