Otros desahucios (poema)

[jose manuel saiz]

OTROS DESAHUCIOS

La otra tarde me andaba por el hombro
un caracol pequeño y melancólico
(cosas de sestear en el jardín).

Tardó una hora en cruzarme todo el pecho.

No daba talla, peso ni calibre;
y sopesando alguna alternativa
me dio tiempo a pensar en estas cosas:
Los caracoles, como ya se sabe
caminan lentamente y que por eso
corren riesgos; que fingen no importarles
las cosas de los hombres, que sin serlo
parecen imprudentes y que ignoran
las crisis económicas del mundo.

El otra día, cuando mi mujer
me dijo que pudimos otro mes
con Iberdrola, el gas y la hipoteca
me sentí, quizá, un poco caracol.

Mis conclusiones son: es arriesgado
ser molusco y andar sobre la gente;
bueno poder pagar una hipoteca;
relajado vivir tan lentamente;
grato tener hogar y quien te quiera;
raro lo de llevar la casa a cuestas.

Por lo tanto resulta pedagógico
tener un caracol como inquilino;
y siendo amable y vil como un banquero
darle crédito, espacio y cierto tiempo
para medrar comiéndose mi huerto.

Para ellos una crisis puede ser
mudarse con su casa a una cazuela,
hervir a fuego lento con chorizo,
ejercer de anfitriones sin quererlo
y sufrir sobre un plato en una mesa
un desahucio a punta de palillo.

--oOo—

[eee]

José, buena la proyección en el caracol, pero en el desarrollo se vuelve obvia y repetitiva, en este has desmejorao.

[Megan]

Me gustó

[lucia]

Hasta que aparece la hipoteca, muy digno poema para niños

En serio, tienes un punto de ternura al escribir que se adecua mucho a lo que escribía gente como Gloria Fuertes.