Sí, es una maravilla, con esa edición el libro gana puntos, desde luego.
Es fácil de conseguir, y bien de precio, a mí el de natura también se me sale un poco del presupuesto
.
Aquí o
aquí, por ejemplo.
Ya lo terminé, y me ha gustado, desde luego que merece la pena por lo que tuvo de innovador en su momento.
La historia está bien, mejor en la primera mitad, con la huida de Walter de su vida y su posterior entrada en el bosque, donde hay magia y seres fantásticos, todo es muy onírico, y las maquinaciones de la Doncella y la Señora me tenían muy intrigada.
El protagonista es bastante soso, en realidad los dos personajes masculinos que tienen algo de peso, Walter y el Hijo del Rey, son meros títeres de las dos protagonistas femeninas, la Señora y la Doncella. Eso me ha gustado mucho.
Después el misterio decae, y la historia de los hombres-oso y lo de la tierra de la Muralla Agreste me dejó algo indiferente.
Quedé bastante sorprendida con las relaciones entre los personajes, en plena época victoriana, ¿qué pensarían de que Walter
abandone a su mujer, por mucho que ella lo engañe, se acueste con la Señora y se case con la Doncella sin estar divorciado? |
Me ha parecido muy interesante el prólogo del traductor, por ejemplo esto:
Como fundador del movimiento Arts and Crafts y figura próxima a la hermandad prerrafaelita, Morris aborrece la producción industrial, con lo que desea volver al sistema de producción medieval en lo tocante al arte. Este gusto por el estudio y la puesta en práctica de los antiguos métodos de producción es el mismo que le lleva a interesarse por la literatura medieval, que él mismo traduce y edita, y que también le lleva a una apuesta estética en el ámbito de la fantasía: la del medieval-fantástico. Con todo, la narrativa de Morris conserva una frescura de la que carece buena parte del género. Quizás se debe a que mientras que Tolkien, Lewis y sus imitadores fijan unos cánones ideológicos de carácter bastante reaccionario, los personajes e historias de Morris, previas a los dos grandes del género, aún poseen la inocencia de los comienzos, un hecho acrecentado por el de ser Morris un convencido militante socialista, fundador de la Socialist League. De hecho, la militancia socialista, anarquista o comunista es algo relativamente común a muchos de los autores fantásticos pre-tolkinianos, que vieron en este género naciente un campo de experimentación para sus utopías.
Algunas cosas sí las vi en este libro, pero no tanto como, por ejemplo, en
Entrebrumas de Hope Mirrlees, donde sí hay muchísima crítica e ironía sobre el mundo real.
En fin, sigo buscando libros de Morris y autores de fantasía de la época, ahora buscaré de George MacDonald.