Al parecer fui la única que disfrutó de la lectura
Si bien, la descripción inicial de los peces es lenta, después se anima con un tono que me recuerda "La guaracha del Macho Camacho", como si fuera cantado.
La historia me parece original y la complicidad entre el relator y Dios me resulta muy graciosa. Este Dios sin tanta divinidad me parece cercano y certero.
Después de que hice todo esto que ve, todo mundo quiere que resuelva todos sus problemas, pero la cuestión es que ya les enseñé cómo resolverlos y quienes tienen que hacerlo son ustedes; si no, si yo lo resolviera todo, ¿qué chiste tendría? ¿Son o no son hombres? Si se tratara de que fueran ángeles, hubiera hecho ángeles a todos de una vez, en lugar de buscarme tanta lata con ustedes, que les doy todo en bandeja de plata y ustedes arman el peor desbarajuste. Pero, no: hice hombres, hice mujeres, hice niños, les entregué el destino: aquí está, sigan adelante, todo con libertad. Entonces ustedes mismos arman la peor de las situaciones posibles, con todo mundo pasando hambres sin necesidad y cada cual más ordinario que el otro, ¿y resulta que el culpable soy yo? Incluso, todo el tiempo tengo de soportar que me den consejos: si yo fuera Dios, haría esto, si fuera Dios haría lo otro. Dios no existe porque ahí está esa injusticia y esa otra y yo hubiera planeado todo eso mucho mejor y por ahí sigue la cosa.
Las cavilaciones de Juan Mute 
El mito de Sísifo / Matilda / Mapocho
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