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El forastero misterioso (The Mysterious Stranger) - 1916
Editorial: Rey Lear Ilustraciones: N. C. Wyeth (a color) Páginas: 152 ISBN: 978-84-92403-80-6
Rústica
17,45 €
Novela póstuma de Mark Twain publicada en 1916 por el albacea literario del autor, Albert B. Paine, El forastero misterioso se sitúa en la vena satírica de su autor, y por lo tanto moral. La llegada durante la Edad Media a una población austriaca, dominada por el odio entre sus dos sacerdotes, de un extraño ángel que se hace llamar Satán, provoca el revuelo entre el vecindario. Y no sólo por su repertorio milagrero, sino por su énfasis en ridiculizar la condición humana, mucho más salvaje que la animal. Con un sentido del humor tan moderno como provocador, Twain se ríe de los ritos religiosos con la libertad de haber ambientado la acción muy lejos de su época. Esta edición recupera las geniales ilustraciones a color realizadas por N. C. Wyeth para la primera publicación norteamericana de esta obra de Twain, editada en 1916 por Charles Scribner’s Sons. Para la mejor reproducción el libro se imprime en papel Minken Pure ahuseado de 120 gramos.
Lo leí el año pasado y me pareció bastante entretenido, me gustó la temática (aunque de esta, recomendaría antes otros libros).
Eso sí, creo que es de los olvidables...
Desafortunadamente, no lo he encontrado en el catálogo de la biblioteca, así que tendré que acudir, en caso de leerlo, al préstamo interbibliotecario...
Pasado: Sueño del origen de Eloy Sánchez Rosillo.
Presente: Por qué miramos a los animales de John Berger.
Futuro: Los Evangelios y la historia de Jesús de Xavier León-Dufour.
El hecho de que Satán sea sobrino de Satanás es un punto, sobre todo porque se trata de un ¡ángel! Me gusta el momento en el que crea figuritas a las que da vida y cuando le parece las destruye sin ningún tipo de malestar ¿quizá esté criticando a ese Dios creador que después despreocupa del ser humano y sus penurias?
Lo curioso es que Satán es
a pesar de lo dicho anteriormente un personaje bueno; el antihéroe es un astrónomo que se lleva muy mal con un sacerdote que ha sido retirado por la curia y al que hace la vida imposible (lo acusa de ladrón, brujería...) y todo porque este sacerdote no cree en sus fatochadas. Por cierto el motivo por el que lo retiran del sacerdocio es que decía que Dios era tan bondadoso que perdonaría los pecados de cualquiera de sus criaturas...
Ya veremos como acaba el sacerdote, Satán y compañía...
Pues terminado. Al final me ha decepcionado un poco
uno de los tres chicos protagonistas muere. Lo curioso es que Satán se lo comunica con antelación a dos de los chicos por lo que los días que comparten con el chico es puro sufrimiento. Quizá lo mejor de la novela.
No está al nivel de otras de las novelas de Twain.
olamiamol escribió:Pues terminado. Al final me ha decepcionado un poco
uno de los tres chicos protagonistas muere. Lo curioso es que Satán se lo comunica con antelación a dos de los chicos por lo que los días que comparten con el chico es puro sufrimiento. Quizá lo mejor de la novela.
No está al nivel de otras de las novelas de Twain.
Sin querer ser tétrica, es la parte que más me gustó de la novela =)
Empecé hoy a leerlo y la verdad en la forma en que está narrado, me recuerda un estilo fábula me atrae mucho.
Satan me cae simpático a pesar de lo poco que nos admira aunque cuánto hay de acertado en todo lo que nos merecemos, segun él ,ya que ni las bestias hacen semejantes cosas a los de su raza. Leyendo como se porta el pueblo con Margret, Úrsula, el sacerdote...etc me refleja el egoismo, la envidia, entre muchas más cosas...sólo el ser humano es capaz de todo eso y más por su llamemosle como Satan "moral"
Shorby escribió: ↑20 May 2014 18:23
No no, está completa. De hecho la mía tiene bastantes anotaciones
Sí, está completa, pero he acabado con la impresión de estar escrita como un puzzle, como si le faltaran algunos nexos entre partes de la novela que le den más coherencia. Al parecer, Twain escribió tres versiones de esta novela y ésta se editó tras su muerte por voluntad suya. Es una novela muy crítica con la religión y su final es una contundente declaración del ateísmo de su autor, que me ha parecido muy fuerte para esa época (quizás por esto no la publicase en vida). Algunos pasajes de la historia recuerdan al mito de Fausto y otros al Cuento de Navidad de Dickens, y en estos se tratan de forma muy ácida el sentido moral de la humanidad, la naturaleza del mal, el libre albedrío...