CP X - Por fin libres - Noramu
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Por fin libres
El disparo resuena con fuerza rompiendo el silencioso entrechocar de las olas. Unas palomas levantan el vuelo y el joven cae de espaldas sobre la arena con el reflejo de la sorpresa impreso en su rostro para siempre. El sol ilumina el oscuro cabello que contrasta con los destellos de luz que desprende el mar.
Seis meses antes:
Elena había dejado atrás una larga relación que se truncó con la aparición de una mujer más joven. El rencor y la desazón la devoraban a partes iguales y ni siquiera las múltiples pastillas que le suministraban conseguían aplacarlos. Cuando conoció a Carlos, ese moreno con perilla encantador y una hija de cinco años angelical, no se imaginaba que conocería el terror. Simplemente quiso volver a vivir. Los paseos por la playa y las excursiones de pesca matinales, las sesiones de dibujo con la niña y cenas a base de pizza empezaron a ser sustituidas por ausencias nocturnas cada vez más prolongadas y dinero que se evaporaba. Pero un muro de presuntuosidad e inocencia la hacían creer: —Yo puedo ayudar. —Yo lo sacaré de eso.
La locura reflejada en sus ojos, el peso oprimiendo su cuerpo, la inmovilidad obligada, la imposibilidad de gritar y de huir, golpes en el rostro y en el cuerpo, miedo, dolor, olor a sangre, manos en torno a su garganta, terror. Oxígeno, gritos, golpes, ruido de sirenas y un vacío. Cada noche revive la escena. Cada noche se despierta bañada en sudor. Cada noche se toma pastillas para poder conciliar un sueño precario. Cada noche vuelve a tener miedo de morir. Cada noche es un infierno.
La Garriga
Ya estoy rozando la libertad. He aguantado casi seis meses en esta cárcel. Lo llaman Centro. De hecho decían que mi estancia era voluntaria. Es una bonita casa con un patio trasero en el que podemos jugar al pin-pon y otro delantero, decorado con una fuente, muchas plantas y con mesas bajo los árboles en el que nos podemos reunir a fumar cuando acaban las terapias. Malditas terapias. Unos terapeutas bien intencionados nos aleccionan de que debemos ser conscientes de nuestra adicción y hasta que no lo seamos no seremos libres.
Me da pena ese hombre tan bien vestido con su novia y su madre. Es ludópata. Tan fuera de lugar entre el chaval tatuado al que no le queda ni un centímetro de piel inmaculada y que lleva desde los catorce años entre drogas y puñales. El otro al que se lo llevó una secta a los trece, aquel que lleva empastillado casi desde su primera comunión y el otro con la bufanda que casi la palma por una úlcera debida al alcohol. ¿Por qué me da más pena que los otros el bien vestido? No sabría decirlo. ¿Por lo elegante? ¿Porque a una persona como él no le debería pasar algo así? ¿Y por qué a mí?
Cada viernes vienen los familiares, tomamos un café descafeinado o un chocolate bajo los árboles y hacemos terapia familiar. Eso consiste principalmente en que nuestros familiares nos echen en cara el sufrimiento que les hemos infringido. Que nos cuenten cómo han vivido ellos nuestros episodios adictivos y delictivos y lo que han sufrido y lo que han llorado. Pasamos horas escuchando lo mal que lo han pasado los familiares de los internos. Es muy tedioso. El primer día impresiona. Atendemos a las inseguridades de los padres porque los chavales dicen que están bien y ya están preparados para salir a la calle sin volver a caer en la tentación. Los titubeos de las madres. El empeño del terapeuta:
—No les preguntéis cómo están. Los obligáis a mentiros. Quieren salir porque lo único que quieren es droga, alcohol, juego. Hasta que nosotros no digamos que están bien no les deis ni casa ni cobijo. No les escuchéis.
Pero cuando llevas semana tras semana escuchando a treinta madres y padres narrando el sufrimiento causado por sus hijos drogadictos adolescentes, los lloros por el sin vivir porque no saben donde están, el alivio porque están arrestados en comisaría y, por tanto, vivos, te inmunizas. Ya nada te llega. Desconectas y nada te afecta. Lo único que quieres es salir, huir, olvidar y recobrar la libertad. Volver con tu familia y seguir viviendo, dejar atrás todas esas sórdidas historias.
Pero en fin, no me voy a seguir preguntando nada porque mañana salgo en libertad. He superado mi penitencia y mi adicción y, por fin, podré volver a mi casa, ver el mar, ver a mi hija y ser libre.
Día de la libertad
Se acerca el día y el miedo da paso al terror. El nuevo amigo de Elena, policía, sabe que hay una herida pero no reconoce la profundidad de la hendidura. Ha tenido una jornada dura y le sobreviene el sueño de madrugada. Elena no piensa dormir y le sustrae el arma de servicio. Se encamina a la playa. Sabe que es el día. El día en que quizá pueda acabar con sus demonios para siempre. El día en que quizá pueda volver a dormir sin miedo y enterrar sus pesadillas eternamente.
Lo ve como se acerca por la playa, hermoso, dionisíaco, libre, feliz y ... dispara. No quiere tener miedo nunca más.
El disparo resuena con fuerza rompiendo el silencioso entrechocar de las olas. Unas palomas levantan el vuelo y el joven cae de espaldas sobre la arena con el reflejo de la sorpresa impreso en su rostro para siempre. El sol ilumina el oscuro cabello que contrasta con los destellos de luz que desprende el mar.
Seis meses antes:
Elena había dejado atrás una larga relación que se truncó con la aparición de una mujer más joven. El rencor y la desazón la devoraban a partes iguales y ni siquiera las múltiples pastillas que le suministraban conseguían aplacarlos. Cuando conoció a Carlos, ese moreno con perilla encantador y una hija de cinco años angelical, no se imaginaba que conocería el terror. Simplemente quiso volver a vivir. Los paseos por la playa y las excursiones de pesca matinales, las sesiones de dibujo con la niña y cenas a base de pizza empezaron a ser sustituidas por ausencias nocturnas cada vez más prolongadas y dinero que se evaporaba. Pero un muro de presuntuosidad e inocencia la hacían creer: —Yo puedo ayudar. —Yo lo sacaré de eso.
La locura reflejada en sus ojos, el peso oprimiendo su cuerpo, la inmovilidad obligada, la imposibilidad de gritar y de huir, golpes en el rostro y en el cuerpo, miedo, dolor, olor a sangre, manos en torno a su garganta, terror. Oxígeno, gritos, golpes, ruido de sirenas y un vacío. Cada noche revive la escena. Cada noche se despierta bañada en sudor. Cada noche se toma pastillas para poder conciliar un sueño precario. Cada noche vuelve a tener miedo de morir. Cada noche es un infierno.
La Garriga
Ya estoy rozando la libertad. He aguantado casi seis meses en esta cárcel. Lo llaman Centro. De hecho decían que mi estancia era voluntaria. Es una bonita casa con un patio trasero en el que podemos jugar al pin-pon y otro delantero, decorado con una fuente, muchas plantas y con mesas bajo los árboles en el que nos podemos reunir a fumar cuando acaban las terapias. Malditas terapias. Unos terapeutas bien intencionados nos aleccionan de que debemos ser conscientes de nuestra adicción y hasta que no lo seamos no seremos libres.
Me da pena ese hombre tan bien vestido con su novia y su madre. Es ludópata. Tan fuera de lugar entre el chaval tatuado al que no le queda ni un centímetro de piel inmaculada y que lleva desde los catorce años entre drogas y puñales. El otro al que se lo llevó una secta a los trece, aquel que lleva empastillado casi desde su primera comunión y el otro con la bufanda que casi la palma por una úlcera debida al alcohol. ¿Por qué me da más pena que los otros el bien vestido? No sabría decirlo. ¿Por lo elegante? ¿Porque a una persona como él no le debería pasar algo así? ¿Y por qué a mí?
Cada viernes vienen los familiares, tomamos un café descafeinado o un chocolate bajo los árboles y hacemos terapia familiar. Eso consiste principalmente en que nuestros familiares nos echen en cara el sufrimiento que les hemos infringido. Que nos cuenten cómo han vivido ellos nuestros episodios adictivos y delictivos y lo que han sufrido y lo que han llorado. Pasamos horas escuchando lo mal que lo han pasado los familiares de los internos. Es muy tedioso. El primer día impresiona. Atendemos a las inseguridades de los padres porque los chavales dicen que están bien y ya están preparados para salir a la calle sin volver a caer en la tentación. Los titubeos de las madres. El empeño del terapeuta:
—No les preguntéis cómo están. Los obligáis a mentiros. Quieren salir porque lo único que quieren es droga, alcohol, juego. Hasta que nosotros no digamos que están bien no les deis ni casa ni cobijo. No les escuchéis.
Pero cuando llevas semana tras semana escuchando a treinta madres y padres narrando el sufrimiento causado por sus hijos drogadictos adolescentes, los lloros por el sin vivir porque no saben donde están, el alivio porque están arrestados en comisaría y, por tanto, vivos, te inmunizas. Ya nada te llega. Desconectas y nada te afecta. Lo único que quieres es salir, huir, olvidar y recobrar la libertad. Volver con tu familia y seguir viviendo, dejar atrás todas esas sórdidas historias.
Pero en fin, no me voy a seguir preguntando nada porque mañana salgo en libertad. He superado mi penitencia y mi adicción y, por fin, podré volver a mi casa, ver el mar, ver a mi hija y ser libre.
Día de la libertad
Se acerca el día y el miedo da paso al terror. El nuevo amigo de Elena, policía, sabe que hay una herida pero no reconoce la profundidad de la hendidura. Ha tenido una jornada dura y le sobreviene el sueño de madrugada. Elena no piensa dormir y le sustrae el arma de servicio. Se encamina a la playa. Sabe que es el día. El día en que quizá pueda acabar con sus demonios para siempre. El día en que quizá pueda volver a dormir sin miedo y enterrar sus pesadillas eternamente.
Lo ve como se acerca por la playa, hermoso, dionisíaco, libre, feliz y ... dispara. No quiere tener miedo nunca más.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: CP X - Por fin libres
Me ha gustado esta historia, es corta pero cuenta lo que quiere contar y el final es absolutamente demoledor
Me hubiera gustado que en la segunda parte se hiciera un poco más de hincapié en el hecho de si, de verdad, Carlos había cambiado en el Centro o si todo iba a seguir igual El final tendría mucha más fuerzas si Carlos mostrará un auténtico arrepentimiento y un cambio en su forma de ser.
Es curioso lo similares que son está historia y la de “Manchas que liberan”, que podría ser, tranquilamente, la continuación de ésta
Me hubiera gustado que en la segunda parte se hiciera un poco más de hincapié en el hecho de si, de verdad, Carlos había cambiado en el Centro o si todo iba a seguir igual El final tendría mucha más fuerzas si Carlos mostrará un auténtico arrepentimiento y un cambio en su forma de ser.
Es curioso lo similares que son está historia y la de “Manchas que liberan”, que podría ser, tranquilamente, la continuación de ésta
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
- barrikada
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Re: CP X - Por fin libres
Gran lectura la de esta mañana... Corto, pero intenso y, es más, diría que completo.
Últimamente apuesto más porque me muestren que por la opción de que me cuenten, pero creo que que es convincente el tono usado aquí para elegir la segunda opción. Está muy muy bien escrito y profundiza con eficacia en los detalles de la trama, sin dejar, en tan pocas palabras, ningún cabo suelto. Es evidente que si uno puede reprochar algo es que le gustaría que fuese más largo... Pero a mí, así, me ha convencido. Enhorabuena.
Últimamente apuesto más porque me muestren que por la opción de que me cuenten, pero creo que que es convincente el tono usado aquí para elegir la segunda opción. Está muy muy bien escrito y profundiza con eficacia en los detalles de la trama, sin dejar, en tan pocas palabras, ningún cabo suelto. Es evidente que si uno puede reprochar algo es que le gustaría que fuese más largo... Pero a mí, así, me ha convencido. Enhorabuena.
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Re: CP X - Por fin libres
Tiene razón Sinkim en que tiene un planteamiento similar a Manchas que liberan, aunque éste creo que consigue hacer que el lector se involucre un poco más en la historia, está contado de una manera más cálida y personal.
De todas formas, aunque no está nada mal el relato, tampoco me ha acabado de entusiarmar. Más por la temática que otra cosa. Nada que objetar al relato en sí.
De todas formas, aunque no está nada mal el relato, tampoco me ha acabado de entusiarmar. Más por la temática que otra cosa. Nada que objetar al relato en sí.
1, 2... 1, 2... probando...
Re: CP X - Por fin libres
No.
No me ha gustado este relato. Me parece que falta fluidez en la narración y que la historia podría haber dado mucho más de sí. Tampoco es que sea muy original, pero la forma de llevarla no me ha convencido nada.
Debería resultar interesante, intrigante, mantener al lector atento. Y a mí me ha dejado bastante indiferente. Lo siento.
No me ha gustado este relato. Me parece que falta fluidez en la narración y que la historia podría haber dado mucho más de sí. Tampoco es que sea muy original, pero la forma de llevarla no me ha convencido nada.
Debería resultar interesante, intrigante, mantener al lector atento. Y a mí me ha dejado bastante indiferente. Lo siento.
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- Wintermute
- Lector voraz
- Mensajes: 215
- Registrado: 09 Oct 2010 23:57
- Ubicación: Barcelona
Re: CP X - Por fin libres
Comento justo después de comentar Manchas que Liberan y coincido en las coincidencias.
Me parece que aporta algo más que las Manchas, pero la redacción me ha cojeado en algún momento. Lo de:
El relato también me pierde a mi con el monotonismo dramático. Todo drama y nada más me aburre- los relatos de sufrimiento continuo han de tener algo más para que me puedan gustar, y en este no lo veo...
Me parece que aporta algo más que las Manchas, pero la redacción me ha cojeado en algún momento. Lo de:
me ha parecido un exceso total que a mi no me ha funcionado y lo he visto como un bombardeo de recursos literarios para ver si alguno daba en el blanco.La locura reflejada en sus ojos, el peso oprimiendo su cuerpo, la inmovilidad obligada, la imposibilidad de gritar y de huir, golpes en el rostro y en el cuerpo, miedo, dolor, olor a sangre, manos en torno a su garganta, terror. Oxígeno, gritos, golpes, ruido de sirenas y un vacío. Cada noche revive la escena. Cada noche se despierta bañada en sudor. Cada noche se toma pastillas para poder conciliar un sueño precario. Cada noche vuelve a tener miedo de morir. Cada noche es un infierno.
El relato también me pierde a mi con el monotonismo dramático. Todo drama y nada más me aburre- los relatos de sufrimiento continuo han de tener algo más para que me puedan gustar, y en este no lo veo...
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Re: CP X - Por fin libres
He pasado por tres etapas diferentes leyendo el relato: la intriga inicial con el primer párrafo, la angustia durante toda la narración, y la sorpresa con el desenlace. Creo que está bien contado, y no le falta ni le sobra nada. Me ha gustado mucho, felicidades
Y edito: el siguiente que lea será "manchas que liberan", que ya me quedo con la intriga
Y edito: el siguiente que lea será "manchas que liberan", que ya me quedo con la intriga
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Re: CP X - Por fin libres
Me resultó algo confuso la verdad. Ella lo mata a él una vez que sale rehabilitado en venganza por los malos tratos? Leeré los comentarios.
Gracias por compartirlo.
Gracias por compartirlo.
Ronda de noche. Mundodisco 29. Terry pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Mundo disco 28. Terry Pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Mundo disco 28. Terry Pratchett
Re: CP X - Por fin libres
La redacción no me ha gustado mucho.
Lo he intentado, pero me aburre. Me saca de la historia.
Lo intentaré una vez más y si me viene algo a la cabeza, comentaré mejor. Perdón, autor/a.
Lo he intentado, pero me aburre. Me saca de la historia.
Lo intentaré una vez más y si me viene algo a la cabeza, comentaré mejor. Perdón, autor/a.
Re: CP X - Por fin libres
Cortito pero bien ideado pues acaba donde empieza y ese tipo de paradojas siempre es de mi gusto. Sin embargo en algún momento se me hizo confuso. Alguna frase la abría compuesto de otra forma, pero no por ello mejor, diferente quizás. No me entusiasmé pero me entretuvo independientemente de que el resultado de la historia es lo que esperaba o mejor dicho, lo que esperábamos. Muy original no es salvo que el que palma es él.
Gracias por compartir y suerte.
Gracias por compartir y suerte.
En paz descanses, amigo.
Re: CP X - Por fin libres
La historia en sí está bien, pero creo que este relato tiene un problema fundamental con la forma, no porque tenga errores ortográficos que no es el caso, sino por un tono general de torpeza y un ritmo atolondrado. Hay demasiados cambios de narrador demasiados en un cuento tan corto, lo que despista, aparta la atención de la historia para fijarla en el texto.
Mi impresión: requiere revisión.
Mi impresión: requiere revisión.
Es el terreno resbaladizo de los sueños lo que convierte el dormir en un deporte de riesgo.
Re: CP X - Por fin libres
Este relato breve tiene los ingredientes necesarios para sacudir por dentro al lector. Contiene malos tratos, miedo, terror, una especie de justicia donde el maltratador pasa por la cárcel, y por fin la venganza de la víctima. Pero me ha dejado fría.
Además para ser sinceros se me ha hecho algo confuso. Y la estructura me resulta algo "despeinada".
Si que me ha resultado algo más interesante el tema de las terapias carcelarias.
Lo siento, autor, ojalá pudiera decirte otra cosa.
Además para ser sinceros se me ha hecho algo confuso. Y la estructura me resulta algo "despeinada".
Si que me ha resultado algo más interesante el tema de las terapias carcelarias.
Lo siento, autor, ojalá pudiera decirte otra cosa.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Re: CP X - Por fin libres
Corto, directo, formalmente bueno, sin florituras, pero nada nuevo en el horizonte. La forma de narrar me ha dejado frío, indiferente, no me ha hecho sentir mal... Y es que este relato es como una hamburguesa, está bien... pero mucho mejor con cebolla, queso, tomate, lo que quieras poner pero no la hamburguesa sola en un plato, aunque me la comería igual . Le falta aderezo, carga dramática, algo para que me gustara más.
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- Emisario
- No tengo vida social
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- Registrado: 26 Oct 2010 18:30
- Ubicación: Perdido en una nebulosa, en busca de un quásar, cualquiera en realidad...
Re: CP X - Por fin libres
Intenso, bien escrito. Profundo, nos mete en una psique que ha sido herida por otra que está enferma. Lo de ella no es venganza, es defensa de la sanidad mental propia, es un acto inevitable, seguramente meditado, y lo lleva a cabo aunque los efectos secundarios de tal acción sean peores que la afección que pretende eliminar, aunque aquello no lo sabremos, pues la historia acabó allí. No tengo mucho más que decir, gracias por compartirlo.
Emisario
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- jilguero
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- Registrado: 05 Abr 2010 21:35
- Ubicación: En las ramas del jacarandá...
Re: CP X - Por fin libres
No está mal la estructura que has elegido. La prosa, en general bien, salvo en algunos momentos, en que veo frases demasiado largas y/o que serían mejorables.
La historia, pues te digo lo mismo que al autor de Manchas que liberan, que has elegido un tema muy trillado y en el que es difícil sorprender al lector. Dicho lo cual, también te digo, que has construido un relato correcto y que se lee sin dificultad. Otra cosa no te puedo decir.
La historia, pues te digo lo mismo que al autor de Manchas que liberan, que has elegido un tema muy trillado y en el que es difícil sorprender al lector. Dicho lo cual, también te digo, que has construido un relato correcto y que se lee sin dificultad. Otra cosa no te puedo decir.
¿Qué me está pasando? Las cavilaciones de Juan Mute
El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)