empezado y acabado
Hace tiempo que no existe para mí premio más indicativo que que "Círculo de lectores" se haga en exclusiva con tu novela. Salvo contadas excepciones, Círculo no da puntada sin hilo y sus obras rayan siempre a un gran nivel. De hecho, hay sagas completas que atestiguan su buen hacer. Como no podía ser de otra manera, "La niña del bosque" deja claro una vez más que esta exclusividad no se debe a la casualidad sino a la calidad.
Nada de lo comentado en el párrafo anterior se adivina, no obstante, en el primer cuarto del libro, en el que tratamos por vez primera con Lucy y sus circunstancias. Los recursos efectistas y los cadáveres por doquier no son seña, afortunadamente, de este autor. Él se aleja de los disparos a bocajarro que tantos escritores emplean con mayor o menor acierto. Así que ese primer cuarto nos guía más bien a través de la vida de Lucy, su vuelta al hogar y sus problemas familiares. Cierto es que la trama central ya ha iniciado su andadura pero todo lo que a ella concierne se cuece a fuego lento en estos primeros compases.
A partir de ahí, McGilloway hace uso de todo su empeño literario para adentrarse en una novela policíaca muy trabajada que colinda constantemente con el género negro. Una investigación policial denodada comienza entonces a tomar protagonismo, tornándose en eje central de la novela hasta el desenlace. Tal es el caso que eclipsa al componente negro de la misma, si bien el autor no escatima vocablos para reflejar algunos problemas y enfermedades que asuelan nuestra sociedad actual: alcoholismo, pederastia, maltrato de género e infantil o incluso demencia senil.
Los personajes, con Lucy a la cabeza, poseen aristas suficientes como para alejarse muy mucho de la mediocridad de otras obras. Todos permanecen en la memoria independientemente del tiempo que el autor haya dedicado a su dibujado. Su realismo rememora por momentos al desplegado por el genio McBride, maestro ilustre de esta virtud que muy pocos atesoran.
La trama, por su parte, termina confluyendo en una resolución más sencilla de lo que a priori pudiera parecer. Es, en mi opinión, la única tacha de una historia que apunta aún más alto que su propio objetivo real. En cualquier caso, sigue antojándoseme un estreno de lujo para este escritor.
Cuatro estrellitas y media para el inicio de una serie con un potencial tremendo. McGilloway ha dotado a todo el conjunto de tal calado que Lucy y sus compañeros siguen todavía correteando por mi memoria, reacios a marcharse de un trono que hábilmente han conquistado. Lucy me recuerda mucho a Olivia Rönning. "La niña del bosque" es la hermana pequeña de "Marea viva". Su alumna aventajada. Palabras mayores.