Bien común - Juan José Saer

[Sue_Storm]

BIEN COMÚN
Juan José Saer

Visitamos esta semana la obra del argentino Juan José Saer (1937-2005), uno de los autores más importantes de la literatura latinoamericana del siglo XX. Instalado en París desde 1968, su madurez literaria tuvo lugar en Francia, aunque siempre escribió en español y viajaba a Argentina con frecuencia. Vamos a conocerlo comentando este relato, a partir de hoy, viernes día 9, aquí, en este hilo

[jilguero]

[Arden]

Muy interesante, da pie a reflexionar sobre la variedad de la sexualidad y el deseo sexual humano.

Lo que en principio es una pareja convencional, con reflexiones también sobre la naturaleza y ética de su trabajo de viajantes vendedores de libros, da lugar al descubrimiento de que en cuanto a los gustos sexuales no lo son tanto, porque ella

tiene un deseo sexual hacia los desconocidos, esto podría llevar a la ruptura de la pareja pero después de un mes de discutir e intentar afrontarlo puede más el amor entre ellos, pero entonces se despierta una pasión morbosa del marido por el vouyerismo digamos auditivo, y lo que en principio era deseo de ella y después de los dos acaba siendo deseo de él solo y ella se ve impelida a hacer lo que ya no quiere con lo que acaba huyendo y dejando la pareja.

La educación social, sexual y sentimental que tenemos a través de los ejemplos en la sociedad, en el cine, las novelas, y el entorno familiar, es la tradicional, un hombre y una mujer se quieren se enamoran y tienen una relación que en principio debe ser para toda la vida, y exclusiva. Este tipo de concepción de la relación sexual ha ido cambiando, sobre todo para la mujer que, en principio, y siempre hablando de España, para ampliar las posibilidades, aunque básicamente es esa. Pero ¿qué ocurre cuando el deseo se sale de la norma? Dos posibilidades, bien la ruptura o bien integrar el nuevo deseo o el que había latente o escondido a la pareja, y ahí es hablar, hablar y hablar, y luchar contra los tabúes de la pareja, y siempre con el límite de no hacer lo que uno no desea, y esto es lo que refleja el relato,

la lucha interna de la mujer para hacer ver que tiene un deseo que no es el habitual y confesarlo al marido porque es algo que no puede evitar y que sabe que le va a pasar, después viene la lucha del marido por comprenderlo y continuar con la mujer, para eso intenta adaptarse, pero en ese proceso de adaptación descubre una pasión interna en él, y la quiere llevar tan al extremo que acaba forzándola a ella a una situación no querida, y a ella no le queda más remedio que marcharse.

[happykent]

Leído y también me ha parecido muy interesante:

primero empiezan describiendo el trabajo del matrimonio, trabajo por el bien común de la pareja, aunque a veces se planteen que no es muy honesto. Luego la mujer confiesa que ha tenido sexo con un desconocido y que le apetecería hacerlo nuevamente. El marido propone ser participe de alguna manera, de nuevo por el bien común del matrimonio. Hasta quiso hacer modificaciones en el piso para que su mujer siga llevando desconocidos para acostarse. A esta altura, ella se da cuenta que hacia cosas con los desconocidos mas para satisfacer los deseos de su marido que los de ella misma y perdió interés. Por eso decide dejarlo y cambiarse el nombre.

Arden ha hecho un analisis estupendo

[jilguero]

Un relato curioso y que, como comenta Arden, da pie a reflexionar.
Después de leer el relato y vuestros comentarios me he dicho lo que a menudo pienso: somos animales racionales que no acabamos de encajar bien nuestra parte animal con nuestra parte racional. No hay nada más que ver la de quebraderos de cabeza que nos da.

En el caso que nos ocupa, tal como yo lo veo, en el fondo por lo que ambos se acaban sintiendo atraídos es por la transgresión. Por eso, cuando en el caso de ella deja de ser una transgresión y se convierte en lo "normal" entre ellos, le hace sentirse de nuevo obligada y desmotivada.

Edito, porque leyendo Crematorio, de Rafael Chirbes, me he encontrado en boca de un personaje justo lo que yo quería expresar pero mejor dicho: "... me he limitado a comprobar, una vez más, de qué poco sirve la cultura, qué poco suaviza los deseos, los instintos; qué a duras pena los disimula, dos mujeres libres, liberadas, feministas, cultas, y sin embargo atadas por la tela invisible que excreta la araña, cosidas por el hilo seminal.".

Efectivamente, la cultura es ese intento de encajar nuestra parte animal, tan similar a la cualquier otra especie, con nuestra dimensión racional. En nuestro favor, decir que nos honra proponernos una empresa imposible; en nuestra contra, pues que igual somos demasiado vanidosos al intentarlo .

Dice Arden: "Pero ¿qué ocurre cuando el deseo se sale de la norma? Dos posibilidades, bien la ruptura o bien integrar el nuevo deseo o el que había latente o escondido a la pareja, y ahí es hablar, hablar y hablar, y luchar contra los tabúes de la pareja, y siempre con el límite de no hacer lo que uno no desea, y esto es lo que refleja el relato.". Esa norma de la que hablas la establece la "cultura" y por eso es cambiante. Y ese hablar y hablar, es en mi opinión el intento baldío por someter ese lado instintivo que podemos reprimir pero no anular. Y esa nuevas formas barrocas de relación de pareja que idea el ser humano igual solo son sublimaciones para to enfrentarse a la pura realidad.

[clachalote]

Tal vez por razones personales, lo que más me ha gustado del relato es la descripción que hace del paso de infancia a adolescencia, y cómo de adultos podemos llegar a ser desconocidos a nuestros pensamientos e ideales del pasado:

Ciertos aspectos de lo que podemos ser realmente permanecen ignorados en la infancia, y si a veces se nos revelan, bruscos, en la adolescencia, en muchos casos van mostrándose de a poco, en distintas etapas de la vida, de tal manera que, en sus postrimerías, a causa de tantos cambios súbitos o graduales, podemos descubrir que un desconocido, admirable, repelente o curioso —para el caso es lo mismo— ha usurpado el lugar del que creíamos ser.

Lo que finalmente le ocurre a la protagonista, para mí, es circunstancial y calza con lo que el autor quiere contar, pero me quedo con eso.
Lo que sí me vuelve al pensamiento, que otras veces he tenido, es cómo aprobamos/desaprobamos lo correcto/incorrecto respecto al amor o relaciones en pareja según nuestra cultura o crianza, cuando en otras épocas -o incluso en ésta-, hay otros modos de vivirlo. Si mejor, si peor, ¿quién puede decirlo? Mientras lo que se haga te deje tranquilo contigo mismo.

[hierbamora]

No me ha terminado de convencer este "Bien común". Formalmente veo un cambio muy brusco, -desde el primer párrafo cuando se habla de la profesión de la pareja-, a las primeras experiencias en temática sexual. No hay un proceso, ni un desarrollo, sino que toda la historia es demasiado precipitada.

El final, en cambio, sí me parece muy acertado.