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[Mario Cavara]

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[Edgardo Benitez]

Mario Cavara
Me ha gustado el texto porque consigue meterme en el sitio ambientado y de muchos recursos.
Deseo hacer una recomendación, es el inicio,"Abandonar la isla se había convertido en mi mayor obsesión". Pienso que esto no se trata de una simple obsesión, se trata de salvar la vida. A ver que piensas.

[Mario Cavara]

Mario Cavara
Me ha gustado el texto porque consigue meterme en el sitio ambientado y de muchos recursos.
Deseo hacer una recomendación, es el inicio,"Abandonar la isla se había convertido en mi mayor obsesión". Pienso que esto no se trata de una simple obsesión, se trata de salvar la vida. A ver que piensas.

Hola Edgardo. Celebro que te haya gustado este relato y agradezco tanto tu comentario como tu recomendación.

Respecto a esta última, no quise dibujar al personaje como alguien que busca salvar su vida (entre otras cosas porque, como supongo deducirías del texto, él ya está muerto, aunque no lo sepa), sino como alguien que quiere simplemente huir, abandonar ese ambiente opresivo donde se siente perdido y asfixiado, y esa necesidad de huida sí que puede llegar a entenderse como obsesión.

Un cordial saludo

[rubisco]

Es un relato muy desasosegante, y te felicito por ello, porque supongo que es lo que has buscado. Ahora mismo yo también estoy deseando que el pobre protagonista abandone esa dichosa isla, aunque no pueda.

Y el giro final de las mujeres con las que se encuentra, dejando abierta la filiación entre ellos, multiplica esa sensación.

La pena es que sea tan poco resolutivo, aunque supongo que cumple más el papel de escena que el de relato propiamente dicho.

[Mario Cavara]

Hola Rubisco. Celebro que el relato te produjera sensación de desasosiego, pues evidentemente crear una atmósfera de ese tipo fue mi intención al escribirlo.

Sobre lo que comentas de que no hay un desenlace resolutivo, lo cierto es que difícilmente puede haberlo, ya que el protagonista está muerto y en ese sentido se desenvuelve en una dimensión ajena a la de los vivos; él no lo sabe, desconoce que murió y es por ello por lo que se siente desorientado. El accidente de tráfico que padeció en esa curva donde la mujer y las niñas depositan flores ante un cruz supuso para él, en efecto, un cataclismo, una explosión brutal que lo trasladó a ese otro universo gris donde anda perdido, pero él no lo puede racionalizar así, él no sabe que esa isla es la muerte, no comprende que esté muerto y que, con la muerte, todos sus recuerdos del tiempo en que vivió (incluido el accidente) hayan quedado difuminados. La curva donde tuvo lugar el accidente es una especie de ventana al mundo de los vivos, pero una ventana difusa, puede ver a la mujer y a las niñas, pero no puede contactar con ellas, ni tampoco puede reconocer en ellas a su viuda y a sus hijas, del mismo modo que tampoco ellas pueden verle a él. Los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos, están separados. Por eso digo que no puede haber más resolución. Es lo que hay.

Gracias por comentar

[Vientoo]

Estás muerto y ella es tu viuda, tus hijas...

Gracias por compartir.

[Mario Cavara]

Estás muerto y ella es tu viuda, tus hijas...

Gracias por compartir.

Exacto, Vientoo. Lo entendiste bien

[lucia]

Pues fíjate que justo es la parte de las mujeres, la cruz y el darte cuenta de que el narrador está muerto la que me parece mas floja, por manida y mil veces vista. Especialmente la salida en la curva de la carretera. Aunque está visto que no para todos es igual.

Con tanta isla y tanto mar y tanta desolación mi imaginación había tirado mas hacia Fukushima, dando a la amnesia la culpa de que pensase que la explosión fue antes que el mar entrando en tierra.

[Mario Cavara]

Hola Lucía. Pues ahora que lo dices, también podría el relato haber derivado hacia un cataclismo a lo Fukushima, ¿por qué no?

De todas formas, aunque yo haya dado mi propia interpretación (que es además la que concebí al escribirlo), en estos relatos siempre me gusta dejar una puerta abierta a la propia imaginación del lector, para que sea éste quien elija al final la solución que más le apetezca. De hecho, estoy tan influenciado por Cortázar al escribir en este tipo de género (admito que es el espejo donde me gusta mirarme, por más que luche a veces por sustraerme a su influencia), que tales puertas se me quedan a menudo abiertas por sí solas, como si de algún modo el argentino me obligase a hacerlo desde el más allá.

Gracias, Lucía, por comentar. Me encanta leer tus opiniones, incluso cuando son desfavorables. Eres genial

[lucia]

Muchas gracias.

Algún día, si noto que veo todo con un barniz negativo, procuro no comentar. Mis comentarios ya son bastante crípticos a veces sin ayuda de oscurecerlos y no todo el mundo los acepta. Pero si algo me chirría, intento localizarlo y explicarlo por si os sirve de algo.