La chica del parque

[jose manuel saiz]

LA CHICA DEL PARQUE


No podría explicar la febril intensidad
de aquellas tardes. Puede que algún día
consiga comprender por qué razón
mis pasos, hasta entonces sosegados,
se mostraron frenéticos de pronto
o por qué circunstancia mi espíritu tranquilo
ardía por influjo de unos ojos
negros como la noche.
(Hace un tiempo, ya cada vez más tiempo,
una joven venía al parque y se sentaba en un banco
a solas frente a mí.
Siempre a la misma hora
sentía sus pupilas sondear la madurez de mi rostro
y una emoción extraña,
sacudía después mi corazón.
La muchacha, de pronto, un día, como un pájaro que se alza
súbitamente en el aire, dejó de venir).

Sin embargo, jamás podré olvidar
la tácita propuesta de su indolente juventud.

Cada año, la incipiente rigidez de mis manos
me advierte de unas tardes y un afán
que ya no volverán (me hubiera gustado preguntarle
qué busca una muchacha
en el rostro de un hombre, cuando escribe,
versos bajo los árboles).


--oOo--

[Edgardo Benitez]

jose manuel saiz
Este poema es distinto de los que te he leído. Me gusta por el tema fresco.
Abrazos.

[Paraná]

Coincido con Edgardo: este poma tiene un aire diferente. Quizá sea que tiene más ritmo de prosa poética que de versos. Conserva, eso sí, el aire melancólico que parece ser tu sello y estilo, José. Como sea, es una bella historia contada con hondo lirismo. En la mente del lector, queda flotando la imagen de una mirada mutua y de un mutuo mutismo; de dos seres que han estado muy cerca y sin embargo no han llegado a contactar. Una chispa en la inmensidad.

[lucia]

Ay esas espinitas que se quedan clavadas por no atreverse a dar un paso...

Y me sobran dos comas en los versos finales.

en el rostro de un hombre, cuando escribe,
versos bajo los árboles).

Hace incluso que te plantees si es la joven o el hombre el que escribe esos versos.