Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
- Eleanis
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Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
En un mundo de inframundo, sin tiempo,
suspendido en lo alto reluce un cuchillo...
Velas rojas y negras alumbran el antro,
más vivas las sombras que las luces.
Oculta su entrada por densa enramada,
la gruta se abre a los abismos de la tierra.
Un remoto paraje de la sierra guarece el lugar,
abierto sólo a ciertos escogidos.
Viernes de sabbat, en silencio avanza el grupo.
Negra la noche, negras las ropas. Negro el demonio
que los espera. Y la tierra que los traga.
Veloz, preciso, el cuchillo baja.
La sangre, inocente, sella el pacto.
La sangre, no siempre de gallinas...
En un mundo de inframundo, sin tiempo,
suspendido en lo alto reluce un cuchillo...
Velas rojas y negras alumbran el antro,
más vivas las sombras que las luces.
Oculta su entrada por densa enramada,
la gruta se abre a los abismos de la tierra.
Un remoto paraje de la sierra guarece el lugar,
abierto sólo a ciertos escogidos.
Viernes de sabbat, en silencio avanza el grupo.
Negra la noche, negras las ropas. Negro el demonio
que los espera. Y la tierra que los traga.
Veloz, preciso, el cuchillo baja.
La sangre, inocente, sella el pacto.
La sangre, no siempre de gallinas...
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Siempre me han causado repelús los adoradores del diablo, especialmente los que vierten sangre que no es necesariamente de gallina.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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- Eleanis
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
A mí también. A menos de 25 quilómetros de mi casa hay dos cuevas naturales que son utilizadas con estos fines espantosos.lucia escribió:Siempre me han causado repelús los adoradores del diablo, especialmente los que vierten sangre que no es necesariamente de gallina.
Gracias por comentar, Lucía
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- jilguero
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Eleanis, no había visto esta historia serrana tuya. Es mucho más sombría que las otras.
Me ha recordado a una cantanta, de un fraile poeta que conozco, justo por ese tono ancestral, oscuro, doliente y por la musicalidad con la que leo tu poema. Tiene una prosa poética muy bella, muy evocadora. Te pego aquí el primer canto:
Acércate, Galmaz, escucha el canto de aquellos carros lentos, ya borrados en las brumosas curvas del olvido. Escucha, ven despacio a sorprendemos cuando pisamos uvas de tristeza o nos ponemos rostros de cartón para encender fogatas en la noche.
Que tu oído de roca perciba este lamento nacido de abedules calcinados, de ventanas que se inclinan en la niebla.
[...]
De cuando fuimos niños sólo quedan estos atrios de luz con cerezales. Madrugadores rezos. Y un invierno con manzanas guardadas en las arcas.
Despiértate, Galmaz, sacude tus espaldas como el monte que ahora despereza la piel de tantas noches reunidas. Enciéndenos el sol, que nuestras lámparas, debajo de los lechos, agonizan.
(Cantanta de Galmaz, de Emilio Rodríguez)
Su autor es asturiano, de ahí la presencia de la niebla y la alusión a las manzanas (por si no lo sabes, Eleanis, Asturias es la tierra de la sidra, que se fabrica con el jugo fermentado de manzana).
Mira, otras imágenes de la cantata recordando la infancia ya perdida del poeta, esos tiempos de nuestros abuelos que se marcharon para siempre:
Y en torno de la casa revestida de hollines nos crecían los arbustos
de espineras y endrinos. Prosperaban grosellas y aquel zumo de
moras de pintarnos el rostro, de jugar a borrachos.
Entonces los veranos eran largos y nuestros. Después venía la
época de enterrar a los niños. Cuántos rostros perdidos. Cuántos
nombres sin dueño. Después era ese espacio de dejarnos a todos
rumorosos y ahítos de preguntas sin labios.
Un monte preserva la noche sobre el pueblo. El Gamayal sentado
delante del ocaso, con su caudal de brezos y sus quitameriendas.
Marfil de garabitos y sedientas gamonas.
Las manos enlazadas de todas las ancianas. Los cayados de
roble y los cuerpos de pana. Una historia tras otra para cebar las
horas. Para decir endechas donde nunca había lágrimas. Cuando
nacían los ríos y nos crecían los dedos.
Debajo de las sábanas seguimos siendo niños. Seguimos
cultivando la vecera del miedo.
Los nombres raros son nombres locales de plantas. Como verás, tu poema me ha resultado evocador y me ha traido a la memoria un paisaje de la península.
Me ha recordado a una cantanta, de un fraile poeta que conozco, justo por ese tono ancestral, oscuro, doliente y por la musicalidad con la que leo tu poema. Tiene una prosa poética muy bella, muy evocadora. Te pego aquí el primer canto:
Acércate, Galmaz, escucha el canto de aquellos carros lentos, ya borrados en las brumosas curvas del olvido. Escucha, ven despacio a sorprendemos cuando pisamos uvas de tristeza o nos ponemos rostros de cartón para encender fogatas en la noche.
Que tu oído de roca perciba este lamento nacido de abedules calcinados, de ventanas que se inclinan en la niebla.
[...]
De cuando fuimos niños sólo quedan estos atrios de luz con cerezales. Madrugadores rezos. Y un invierno con manzanas guardadas en las arcas.
Despiértate, Galmaz, sacude tus espaldas como el monte que ahora despereza la piel de tantas noches reunidas. Enciéndenos el sol, que nuestras lámparas, debajo de los lechos, agonizan.
(Cantanta de Galmaz, de Emilio Rodríguez)
Eleanis, te dejo enlace por si te apetece picotear un poco más en la cantata. Es larga y por ello demasiado reiterativa. Pero tiene imágenes preciosas. Lo curioso es que su autor es un fraile dominico y su obra destila mucha deseperanza. |
Su autor es asturiano, de ahí la presencia de la niebla y la alusión a las manzanas (por si no lo sabes, Eleanis, Asturias es la tierra de la sidra, que se fabrica con el jugo fermentado de manzana).
Mira, otras imágenes de la cantata recordando la infancia ya perdida del poeta, esos tiempos de nuestros abuelos que se marcharon para siempre:
Y en torno de la casa revestida de hollines nos crecían los arbustos
de espineras y endrinos. Prosperaban grosellas y aquel zumo de
moras de pintarnos el rostro, de jugar a borrachos.
Entonces los veranos eran largos y nuestros. Después venía la
época de enterrar a los niños. Cuántos rostros perdidos. Cuántos
nombres sin dueño. Después era ese espacio de dejarnos a todos
rumorosos y ahítos de preguntas sin labios.
Un monte preserva la noche sobre el pueblo. El Gamayal sentado
delante del ocaso, con su caudal de brezos y sus quitameriendas.
Marfil de garabitos y sedientas gamonas.
Las manos enlazadas de todas las ancianas. Los cayados de
roble y los cuerpos de pana. Una historia tras otra para cebar las
horas. Para decir endechas donde nunca había lágrimas. Cuando
nacían los ríos y nos crecían los dedos.
Debajo de las sábanas seguimos siendo niños. Seguimos
cultivando la vecera del miedo.
Los nombres raros son nombres locales de plantas. Como verás, tu poema me ha resultado evocador y me ha traido a la memoria un paisaje de la península.
¿Qué me está pasando? Las cavilaciones de Juan Mute
El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)
- Eleanis
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Hola amiga Jilguero
He leído parte de la cantata, además de los versos que aquí dejaste, y es muy bella. Pero, como dices, denota una desesperanza tremenda. Es un poema triste.
Gracias, amiga, por comentar
He leído parte de la cantata, además de los versos que aquí dejaste, y es muy bella. Pero, como dices, denota una desesperanza tremenda. Es un poema triste.
Gracias, amiga, por comentar
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- jilguero
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
¿Los del avatar son cerambícidos cumpliendo el mandado bíblico de crecer y multiplicaros ?Eleanis escribió:Hola amiga Jilguero
He leído parte de la cantata, además de los versos que aquí dejaste, y es muy bella. Pero, como dices, denota una desesperanza tremenda. Es un poema triste.
Gracias, amiga, por comentar
¿Qué me está pasando? Las cavilaciones de Juan Mute
El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)
- kassiopea
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Oh! Muy buena la ambientación, Eleanis. Me he sentido entrando en esa cueva
Esta cueva que es una puerta al inframundo me ha recordado mucho a Lovecraft, aunque en este caso se trate de adoradores al diablo. La oscuridad se palpa. Me ha gustado mucho
Esta cueva que es una puerta al inframundo me ha recordado mucho a Lovecraft, aunque en este caso se trate de adoradores al diablo. La oscuridad se palpa. Me ha gustado mucho
- Eleanis
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Hola Petirrojo Los insectos del avatar son cantáridos, aquellos célebres hace tiempo por sus propiedades afrodisíacas, haciendo honor a éstasjilguero escribió:¿Los del avatar son cerambícidos cumpliendo el mandado bíblico de crecer y multiplicaros ?Eleanis escribió:Hola amiga Jilguero
He leído parte de la cantata, además de los versos que aquí dejaste, y es muy bella. Pero, como dices, denota una desesperanza tremenda. Es un poema triste.
Gracias, amiga, por comentar
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- Eleanis
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Qué bueno que te haya gustado Hace unos quince años entré a una de estas cuevas, buscando minerales, y la sensación fue espantosa. Las paredes estaban tiznadas y había restos de fogones con huesos, pero lo peor, por lejos, era la sensación de angustia, agobio, realmente muy desagradable.kassiopea escribió:Oh! Muy buena la ambientación, Eleanis. Me he sentido entrando en esa cueva
Esta cueva que es una puerta al inframundo me ha recordado mucho a Lovecraft, aunque en este caso se trate de adoradores al diablo. La oscuridad se palpa. Me ha gustado mucho
Gracias, querida Yoli, por comentar
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
Se me había pasado de leerte delfincito, está muy bien escrito, pero me repele lo de la sangre y los sacrificios y todo eso
Pd. Podías cambiarte el avatar, es más, me dijiste que te lo ibas a cambiar y no lo hiciste, siguen los bichos
Pd. Podías cambiarte el avatar, es más, me dijiste que te lo ibas a cambiar y no lo hiciste, siguen los bichos
- Eleanis
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Re: Historias serranas XII (En un mundo de inframundo... )
A mí también me causa repulsión todo lo relacionado con la brujería, pero dentro de las historias propias de la sierra el tema tiene su lugar y por eso lo incluyo.Megan escribió:Se me había pasado de leerte delfincito, está muy bien escrito, pero me repele lo de la sangre y los sacrificios y todo eso
Pd. Podías cambiarte el avatar, es más, me dijiste que te lo ibas a cambiar y no lo hiciste, siguen los bichos
Gracias por comentar, querida amiga
En cuanto a los avatares de los «bichos», son fotos de una web de fotografía de artrópodos de mi autoría. Era un banco de imágenes, que por los vaivenes de la economía argentina ya no opera como tal. Por si deseas visitarlo: insectastockphotography.jimdo.com
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