CV5 - Karma - Gavalia
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- kassiopea
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CV5 - Karma - Gavalia
Karma
La risa y los gritos de mi vecino terminaron por despertarme aquella mañana. La noche de dura faena en la cala de la muerte había sido estupenda. Ciriaco era un tipo con suerte, pero que se la mereciera, quizás fuera harina de otro costal. Era un pescador experimentado además de un cabronazo de tomo y lomo. Maltrataba de forma continua a su mujer además de explotar sin ningún tipo de remordimiento al pequeño Luisito, su hijo, pues lo embarca de continuo para que lo ayudara faenando a pesar de sus escasos doce años. Me costaba aceptar que a semejante personaje las cosas le fueran tan bien, pero así era. Unos nacen con estrella y otros estrellados, supongo.
El pronóstico del tiempo anunciaba tormenta. Me pertreché de todo lo necesario y sin miedo alguno me puse en marcha. Una última noticia en la radio antes de salir de la cabaña llamó mi atención; anunciaba que un pequeño velero había naufragado cerca de la zona de pesca a la que me pretendía dirigir. Al parecer, unos fugitivos lo habían usado como medio de fuga después de perpetrar un atraco en una joyería con el fin de alcanzar las costas del país vecino. Según la información de la que se disponía, nadie había sobrevivido y todo había terminado en el fondo del mar. Apagué el transistor y salí decidido a cambiar mi suerte. Un mes sin capturas había mermado gravemente mi fondo de reserva y dentro de poco estaría sin blanca una vez más.
La pequeña Simoneta me esperaba anclada en el muelle. Era una embarcación de poco calado pero preciosa, además de ser mi única posesión. Conecté el sonar y me dejé arrastrar por el viento de levante a fin de ahorrar combustible; la cosita estaba muy mal y había que ajustarse el cinturón. Mientras navegaba eché mano del regalo de Marujita, mi eterna «novieta». Se trataba de un manual sobre el Karma para llegar a conseguir el equilibrio espiritual y mejorar así mi triste vida. Ella era un poco bruja y siempre estaba dándome la matraca con ese asunto del universo, el destino, los espíritus y esas mandangas esotéricas que tanto le gustaban; incluso me echaba las cartas de vez en cuando. A mí no me importaba, siempre he sido y seré un descreído. En mi opinión, al universo le importa una mierda lo que hagas con tu vida, tanto para lo bueno como para lo malo. Mi vecino Ciriaco era la prueba irrefutable de lo que digo. Nunca le vi un gesto amable para con nadie que no fuera hacia sí mismo. Si podía joderte, lo hacía y punto; por no hablar de lo que hacía pasar a los suyos y, sin embargo, ahí estaba, ganando pasta a base de pescar como si no hubiera mañana. ¿Cómo lo hacía? Que le pregunten a Maruja y a su bola mágica, porque yo sé tanto de faenar como ese mal nacido y en mi red no caía ni un puñetero boquerón desde hacía ya demasiado tiempo. Mi novia aseguraba que el universo siempre te devuelve lo que siembras ¡Ja! No soy ningún santo, pero respeto al resto del mundo y no voy haciendo daño indiscriminadamente por ahí. Quizá no debí interrumpir aquella estúpida cadena de cartas que me llegó por el correo electrónico... Maruja dice que la suerte hay que buscarla, y cuando lo dice tan seria me dan ganas de suicidarme. ¡Cariño! ¡¿Qué narices crees que hago todos los días saliendo con el alba y regresando con el crepúsculo?!
Por fin llegué a destino y, tras una leve oración de gracias, tal y como el puñetero manual recomendaba, lance mis necesitadas redes al agua. ¡La suerte hay que buscarla! ¿No? De repente un fuerte tirón frenó en seco mi pequeña embarcación. El mástil crujió como un cascarón a punto de partirse y la proa se elevó como si estuviera haciendo surf para después caer con gran violencia sobre la superficie del océano; superficie que se convierte en cemento cuando la caída es dura. Simoneta se partió por la mitad y en pocos minutos nos fuimos a pique ¡Me cago en el Karma y en Marujita! Fue lo último que dije.
Una maroma me arrastraba hacia el fondo sin posibilidad alguna de librarme de ella. Mi pierna se había enrollado de forma imposible entre un lío de cuerdas que me arrastraban irremediablemente. Adiós mundo, que te compre quien te entienda, pensaba mientras maldecía al karma, al universo y al cabrito de Ciriaco. Sentado en el fondo del mar pude ver lo que había sucedido. La red de pesca se había enganchado en los restos de un naufragio y una enorme ola había hecho el resto. Mi cerebro se estaba quedando sin oxígeno mientras brillantes destellos sacudían mi visión. Sabía por oídas que eran los síntomas típicos cuando se está ahogando. Golpeé con rabia la arena y sentí como algo punzante me traspasaba la mano de lado a lado. Supuse que era el remate del puñetero destino que se estaba partiendo de risa a mi costa. Me agarré la mano obviando que me estaba ahogando y, para mi sorpresa, vi que el objeto clavado era un cuchillo con la hoja dorada con cachas que parecían de marfil, una joya inservible, vaya. Intenté usarlo para cortar las cuerdas que me atrapaban mientras miraba desesperado a mi alrededor. Los chispazos se estaban convirtiendo en esmeraldas engarzadas en complejas estructuras de oro. Piedras transparentes que parecían ser diamantes me rodeaban por doquier. ¡Una fortuna, vaya! Puto destino. La imagen de la radio anunciando el naufragio del velero fugitivo acudía guasona a lo poco que quedaba vivo de mi cerebro. Encontraron mi cuerpo con una divertida mueca de impotencia en el rostro. Maruja parecía tener razón con el asunto de los espíritus, porque allí estaba yo, alucinando, tieso como una mojama y cara de gilipollas, pero eso si, decidido a amargar al infame de Ciriaco durante el resto de sus días desde ese preciso momento.
FIN
La risa y los gritos de mi vecino terminaron por despertarme aquella mañana. La noche de dura faena en la cala de la muerte había sido estupenda. Ciriaco era un tipo con suerte, pero que se la mereciera, quizás fuera harina de otro costal. Era un pescador experimentado además de un cabronazo de tomo y lomo. Maltrataba de forma continua a su mujer además de explotar sin ningún tipo de remordimiento al pequeño Luisito, su hijo, pues lo embarca de continuo para que lo ayudara faenando a pesar de sus escasos doce años. Me costaba aceptar que a semejante personaje las cosas le fueran tan bien, pero así era. Unos nacen con estrella y otros estrellados, supongo.
El pronóstico del tiempo anunciaba tormenta. Me pertreché de todo lo necesario y sin miedo alguno me puse en marcha. Una última noticia en la radio antes de salir de la cabaña llamó mi atención; anunciaba que un pequeño velero había naufragado cerca de la zona de pesca a la que me pretendía dirigir. Al parecer, unos fugitivos lo habían usado como medio de fuga después de perpetrar un atraco en una joyería con el fin de alcanzar las costas del país vecino. Según la información de la que se disponía, nadie había sobrevivido y todo había terminado en el fondo del mar. Apagué el transistor y salí decidido a cambiar mi suerte. Un mes sin capturas había mermado gravemente mi fondo de reserva y dentro de poco estaría sin blanca una vez más.
La pequeña Simoneta me esperaba anclada en el muelle. Era una embarcación de poco calado pero preciosa, además de ser mi única posesión. Conecté el sonar y me dejé arrastrar por el viento de levante a fin de ahorrar combustible; la cosita estaba muy mal y había que ajustarse el cinturón. Mientras navegaba eché mano del regalo de Marujita, mi eterna «novieta». Se trataba de un manual sobre el Karma para llegar a conseguir el equilibrio espiritual y mejorar así mi triste vida. Ella era un poco bruja y siempre estaba dándome la matraca con ese asunto del universo, el destino, los espíritus y esas mandangas esotéricas que tanto le gustaban; incluso me echaba las cartas de vez en cuando. A mí no me importaba, siempre he sido y seré un descreído. En mi opinión, al universo le importa una mierda lo que hagas con tu vida, tanto para lo bueno como para lo malo. Mi vecino Ciriaco era la prueba irrefutable de lo que digo. Nunca le vi un gesto amable para con nadie que no fuera hacia sí mismo. Si podía joderte, lo hacía y punto; por no hablar de lo que hacía pasar a los suyos y, sin embargo, ahí estaba, ganando pasta a base de pescar como si no hubiera mañana. ¿Cómo lo hacía? Que le pregunten a Maruja y a su bola mágica, porque yo sé tanto de faenar como ese mal nacido y en mi red no caía ni un puñetero boquerón desde hacía ya demasiado tiempo. Mi novia aseguraba que el universo siempre te devuelve lo que siembras ¡Ja! No soy ningún santo, pero respeto al resto del mundo y no voy haciendo daño indiscriminadamente por ahí. Quizá no debí interrumpir aquella estúpida cadena de cartas que me llegó por el correo electrónico... Maruja dice que la suerte hay que buscarla, y cuando lo dice tan seria me dan ganas de suicidarme. ¡Cariño! ¡¿Qué narices crees que hago todos los días saliendo con el alba y regresando con el crepúsculo?!
Por fin llegué a destino y, tras una leve oración de gracias, tal y como el puñetero manual recomendaba, lance mis necesitadas redes al agua. ¡La suerte hay que buscarla! ¿No? De repente un fuerte tirón frenó en seco mi pequeña embarcación. El mástil crujió como un cascarón a punto de partirse y la proa se elevó como si estuviera haciendo surf para después caer con gran violencia sobre la superficie del océano; superficie que se convierte en cemento cuando la caída es dura. Simoneta se partió por la mitad y en pocos minutos nos fuimos a pique ¡Me cago en el Karma y en Marujita! Fue lo último que dije.
Una maroma me arrastraba hacia el fondo sin posibilidad alguna de librarme de ella. Mi pierna se había enrollado de forma imposible entre un lío de cuerdas que me arrastraban irremediablemente. Adiós mundo, que te compre quien te entienda, pensaba mientras maldecía al karma, al universo y al cabrito de Ciriaco. Sentado en el fondo del mar pude ver lo que había sucedido. La red de pesca se había enganchado en los restos de un naufragio y una enorme ola había hecho el resto. Mi cerebro se estaba quedando sin oxígeno mientras brillantes destellos sacudían mi visión. Sabía por oídas que eran los síntomas típicos cuando se está ahogando. Golpeé con rabia la arena y sentí como algo punzante me traspasaba la mano de lado a lado. Supuse que era el remate del puñetero destino que se estaba partiendo de risa a mi costa. Me agarré la mano obviando que me estaba ahogando y, para mi sorpresa, vi que el objeto clavado era un cuchillo con la hoja dorada con cachas que parecían de marfil, una joya inservible, vaya. Intenté usarlo para cortar las cuerdas que me atrapaban mientras miraba desesperado a mi alrededor. Los chispazos se estaban convirtiendo en esmeraldas engarzadas en complejas estructuras de oro. Piedras transparentes que parecían ser diamantes me rodeaban por doquier. ¡Una fortuna, vaya! Puto destino. La imagen de la radio anunciando el naufragio del velero fugitivo acudía guasona a lo poco que quedaba vivo de mi cerebro. Encontraron mi cuerpo con una divertida mueca de impotencia en el rostro. Maruja parecía tener razón con el asunto de los espíritus, porque allí estaba yo, alucinando, tieso como una mojama y cara de gilipollas, pero eso si, decidido a amargar al infame de Ciriaco durante el resto de sus días desde ese preciso momento.
FIN
Re: CV5 - Karma
Jajaja que cachondo, autor!
Ciriacos hay muchos en este mundo...demasiados diría yo. En mi vida acabo de conocer a varios Ciriacos que mientras más dinero tienen..más quieren...pero como personas dejan mucho que desear...al punto de dejarme sin trabajo.
El texto lo veo como una crítica a esos personajes nefastos sortarios...mientras que para los de buen corazón y buenas obras la suerte le es esquiva.
No es un trabajo con una excelente prosa..es más..hay pequeños detallitos al principio que no están bien pulidos..pero eso es lo de menos..porque tú buscabas plasmar algo sencillo, sin tanto adorno pero directo al grano con ciertos toques graciosos.
Vaya para el karma..la madre que lo parió...a buena hora y en buen lugar fue a darle su recompensa al pobre hombre
Un abrazo, autor
Enviado desde mi ALE-L21 mediante Tapatalk
Ciriacos hay muchos en este mundo...demasiados diría yo. En mi vida acabo de conocer a varios Ciriacos que mientras más dinero tienen..más quieren...pero como personas dejan mucho que desear...al punto de dejarme sin trabajo.
El texto lo veo como una crítica a esos personajes nefastos sortarios...mientras que para los de buen corazón y buenas obras la suerte le es esquiva.
No es un trabajo con una excelente prosa..es más..hay pequeños detallitos al principio que no están bien pulidos..pero eso es lo de menos..porque tú buscabas plasmar algo sencillo, sin tanto adorno pero directo al grano con ciertos toques graciosos.
Vaya para el karma..la madre que lo parió...a buena hora y en buen lugar fue a darle su recompensa al pobre hombre
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- Paraná
- No tengo vida social
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Re: CV5 - Karma
Hay que pulir un poco la prosa, pero es un relato discreto, con unas chispas de humor que le caen muy bien. Lo mejor, creo que es el tono general, tan cotidiano, fresco y realista. Y también la fluidez, salvo al comienzo que me ha sonado un poco forzadillo. En cuanto a la historia, es sencilla y no pretende más que lo que dice.
Que la fuerza te acompañe, autor/a. Es un buen relato.
Que la fuerza te acompañe, autor/a. Es un buen relato.
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Re: CV5 - Karma
Muy entretenido... me parto con el karma. A partir del segundo párrafo la historia fluye muy bien. Suerte plumilla
En paz descanses, amigo.
Re: CV5 - Karma
Busca entretener y lo consigue. Humor, sencillo y directo. Funciona. Lo veo bien escrito, pero mi parte pedante me obliga a decir que pese a todo hay cosas que yo, al menos, intento evitar como de la peste; no sé si será imparcial o simplemente manías mías. Las expresiones comunes. El "tomo y lomo", "harina de otro costal", "estar sin blanca", "dar la matraca", etc. Son expresiones que a fuerza de uso se blanquean y pierden todo significado, y que hacen que el texto se lea fluido pero sin aportar nada nuevo. Funcionan, claro, pero.
En cualquier caso me ha entretenido. El karma, o la mala suerte, se conjugan bien en el relato. Un abrazo marinero
En cualquier caso me ha entretenido. El karma, o la mala suerte, se conjugan bien en el relato. Un abrazo marinero
- cindia
- No tengo vida social
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- Ubicación: En casa de los Fisher
Re: CV5 - Karma
Pocas veces me han hecho reír tanto en una lectura
Desde que empieza la tragedia para el pescador me ha sido imposible dejar de reír por cómo lo narraba. Que crack!!! Pobre hombre Se le rompe la barca, se va al fondo del mar sin poder escapar y encima se atraviesa la mano con un cuchillo, para luego morir entre la riqueza. No le ha faltado nada, vivió pobre y murió rico
Me ha gustado mucho y he disfrutado con tu relato Me ha dejado con muy buen sabor de boca. Y si, a veces el karma puede ser muy perra
Suerte en el concurso
Desde que empieza la tragedia para el pescador me ha sido imposible dejar de reír por cómo lo narraba. Que crack!!! Pobre hombre Se le rompe la barca, se va al fondo del mar sin poder escapar y encima se atraviesa la mano con un cuchillo, para luego morir entre la riqueza. No le ha faltado nada, vivió pobre y murió rico
Me ha gustado mucho y he disfrutado con tu relato Me ha dejado con muy buen sabor de boca. Y si, a veces el karma puede ser muy perra
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- artemisa27
- Foroadicto
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- Registrado: 28 Dic 2016 16:01
- Ubicación: La Comarca
Re: CV5 - Karma
Me ha gustado mucho. Un relatillo desenfadado, con mucho humor, que es la vida misma. Yo, que nunca hago daño a nadie, pero soy muy torpe y siempre me sale todo mal, me siento 100% identificada con el protagonista del relato.
Creo que lo mejor del relato es ese tono malhumorado, que te permite la identificación con el personaje, como si tú mismo te hubieses levantado con el pie izquierdo.
Me parece que tanto el tono como la prosa están al nivel del contenido. Por lo que no tengo nada que reprocharte, peor hubiera sido contar lo mismo con una prosa pedante y recargada.
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Creo que lo mejor del relato es ese tono malhumorado, que te permite la identificación con el personaje, como si tú mismo te hubieses levantado con el pie izquierdo.
Me parece que tanto el tono como la prosa están al nivel del contenido. Por lo que no tengo nada que reprocharte, peor hubiera sido contar lo mismo con una prosa pedante y recargada.
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- Spicata
- No puedo vivir sin este foro
- Mensajes: 909
- Registrado: 31 Oct 2009 15:41
- Ubicación: Donde las estrellas se cruzan con el viento
Re: CV5 - Karma
Ja ja ja ja ja
Querido autor, todavía asoma la sonrisa en mis labios. Da gusto leer tanta variedad en los concursos de relatos y el humor lo estaba echando en falta. Has escrito con una prosa fresca, el relato es rápido y sencillo de leer, quizás le falte algo por pulir, pero debo de decir en tu defensa que la historia me ha hecho olvidar los errores.
Buena suerte, autor!
Querido autor, todavía asoma la sonrisa en mis labios. Da gusto leer tanta variedad en los concursos de relatos y el humor lo estaba echando en falta. Has escrito con una prosa fresca, el relato es rápido y sencillo de leer, quizás le falte algo por pulir, pero debo de decir en tu defensa que la historia me ha hecho olvidar los errores.
Buena suerte, autor!
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- Mister_Sogad
- Tigretón
- Mensajes: 3601
- Registrado: 20 Dic 2009 10:04
- Ubicación: Perdido en mis pensamientos
Re: CV5 - Karma
Ay el karma autor/a. Mira, me has entretenido bastante bien, aunque hay un par de puntos en que me he encontrado confuso, de todas formas como digo esa apuesta tuya por hacer que tu prota "hable" en plan llano pero jugando con alguna cosita aquí y allá me ha calado bien, creo que si hubieras podido escribir la historia mucho más larga y relatar de manera más extensa la parte "submarina" me hubiera gustado más tu escrito, pero soy consciente del límite de palabras, así que lo dicho, creo que has logrado una cosa que todo el mundo busca con sus textos, entretener al lector; y encima has jugado con algo de humor. El párrafo final me gusta por las posibildiades, he visto que has tratado de jugar con las palabras pero a la vez has metido palabrotas y ese lenguaje llano del que te hablaba antes y eso me ha resultado un pelín raro. Pero a ver, en conjunto me parece un buen trabajo.
Suerte marítima autor/a.
Suerte marítima autor/a.
Re: CV5 - Karma
Me gustó por divertido, bien narrado y con buenas descripciones.
Gracias por compartirlo y mucha suerte
Gracias por compartirlo y mucha suerte
Re: CV5 - Karma
Pues a mí me ha gustado mucho!
Otro relato repleto de un lenguaje entrañable y común que te hace sacar una sonrisa. La escritura fluye, te atrapa desde el principio y aunque, no haya una gran historia detrás, echas un buen rato.
Un relato piscinero o playero, mejor dicho.
Frases que no me esperaba y que me han sacado una carcajada:
A pesar de lo que otros digan, es uno de los que más me han gustado.
Gracias por compartirlo y mucha suerte!
Otro relato repleto de un lenguaje entrañable y común que te hace sacar una sonrisa. La escritura fluye, te atrapa desde el principio y aunque, no haya una gran historia detrás, echas un buen rato.
Un relato piscinero o playero, mejor dicho.
Frases que no me esperaba y que me han sacado una carcajada:
kassiopea escribió:¿Cómo lo hacía? Que le pregunten a Maruja y a su bola mágica
kassiopea escribió:Maruja dice que la suerte hay que buscarla, y cuando lo dice tan seria me dan ganas de suicidarme. ¡Cariño! ¡¿Qué narices crees que hago todos los días saliendo con el alba y regresando con el crepúsculo?!
Bueno, hay muchas otras, sólo un ejemplo.kassiopea escribió: ¡Me cago en el Karma y en Marujita! Fue lo último que dije.
A pesar de lo que otros digan, es uno de los que más me han gustado.
Gracias por compartirlo y mucha suerte!
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Re: CV5 - Karma
La historia no me ha llamado mucho la atención y, además, veo que se cambia de tono algo dramático a jocoso y así continúa, lo cual me ha dejado un poco rara.
He visto algunas frases típicas, comparaciones que no me acaban, tildes ausentes... Vamos, que se nota la intención del autor por contar algo desenfadado que al principio parece serio pero no me llena para nada.
Como un pequeño tetra neón juguetón que se esconde entre las rocas pero no llama mucho la atención.
He visto algunas frases típicas, comparaciones que no me acaban, tildes ausentes... Vamos, que se nota la intención del autor por contar algo desenfadado que al principio parece serio pero no me llena para nada.
Como un pequeño tetra neón juguetón que se esconde entre las rocas pero no llama mucho la atención.
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Re: CV5 - Karma
Vaya, esta edición tiene varios relatos de humor. Qué mala suerte, con el sentido del humor tan raro que tengo yo
En fin, pues lo mismo que he dicho en los otros. Lo siento mucho, no soy quién para valorar tu trabajo porque, por gustos personales, los textos de este tipo me aburren en lugar de divertirme. Pero vamos, tranquilo que hay muchos a los que les ha gustado, el problema es sólo mío
Gracias por compartirlo
En fin, pues lo mismo que he dicho en los otros. Lo siento mucho, no soy quién para valorar tu trabajo porque, por gustos personales, los textos de este tipo me aburren en lugar de divertirme. Pero vamos, tranquilo que hay muchos a los que les ha gustado, el problema es sólo mío
Gracias por compartirlo
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Re: CV5 - Karma
Había leído este relato hace unos días y pensaba que ya lo había comentado (espero no haber metido la pata en otro hilo). La verdad es que lo he disfrutado, me he reído y el final me parece muy original. Realmente el karma también se la jugó a este pobre desgraciado, por tener envidia en lo económico del malnacido de Ciriaco en vez de centrarse en lo suyo. Le das un estilo propio y original que para mí no tiene porqué ser malo.
Mucha suerte!!
Re: CV5 - Karma
Acostumbro a escoger de postre algo más sabroso que los platos anteriores. En este caso creo que he acertado casi de pleno.
Nos ofreces un relato con una temática sencilla, rodeada de desesperanza (la suerte de los tramposos e irrespetuosos y la mala suerte de los que cumplen las normas), lo combinas con un humor particular que desdramatiza lo que le ocurre al personaje y coronas tu creación titulándola "Karma".
Pues te ha quedado redondo. Frases como éstas:
Me has arrancado unas cuantas sonrisas y algunos puntos.
Buena travesía. Cuando regreses recuerda cortar con Marujita, que te hace más mal que bien .
Nos ofreces un relato con una temática sencilla, rodeada de desesperanza (la suerte de los tramposos e irrespetuosos y la mala suerte de los que cumplen las normas), lo combinas con un humor particular que desdramatiza lo que le ocurre al personaje y coronas tu creación titulándola "Karma".
Pues te ha quedado redondo. Frases como éstas:
(¿A quién se le ocurre huir en un velero?)El que vive en una piña debajo del mar escribió:un pequeño velero había naufragado cerca de la zona de pesca a la que me pretendía dirigir. Al parecer, unos fugitivos lo habían usado como medio de fuga después de perpetrar un atraco en una joyería con el fin de alcanzar las costas del país vecino.
El amigo del que vive en una piña debajo del mar escribió:En mi opinión, al universo le importa una mierda lo que hagas con tu vida, tanto para lo bueno como para lo malo. Mi vecino Ciriaco era la prueba irrefutable de lo que digo.
El cuñado del amigo del que vive en una piña debajo del mar escribió:¡Me cago en el Karma y en Marujita! Fue lo último que dije.
Son impagables, y aunque no son el último grito literario, están perfectamente encuadradas en el estilo que has utilizado.La piña debajo del mar escribió:Adiós mundo, que te compre quien te entienda
Me has arrancado unas cuantas sonrisas y algunos puntos.
Buena travesía. Cuando regreses recuerda cortar con Marujita, que te hace más mal que bien .
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