Bueno, pues terminado. Me parece un libro magnífico, profundo y auténtico. Clarividente sobre aquello que las personas llevan dentro, sentimientos y motivaciones. También refleja muy bien un modo de vida que ya se ha perdido y que sigue siendo vigente en cuanto a que los tiempos han cambiado, pero el ser humano sigue siendo humano.
En la tercera parte he encontrado menos reflexiones que me hayan impactado. Al principio no me cuadraba mucho el modo de hablar de ella, coloquial y confesional como los dos anteriores. Y tampoco el tono culto que impregna la narración: se supone que de los tres ella es la que dispone de menos recursos lingüisticos. Pero una vez avanza eso se diluye y queda solo su voz, llevándonos en el recuerdo. La última parte,
el recuerdo de ella con el poeta, |
me parece abiertamente omitible. Cuando un escritor se pone endogámico, a hablar de los escritores o de la escritura me pongo malo.
En conjunto excelente. No existe esa mujer justa para nadie. Cada persona es un abismo de soledad en busca de lo que no va a encontrar nunca más que en momentos puntuales. Entre tanto llena los huecos como mejor puede y su memoria, traidora, le engaña con recuerdos a medida. Magistral. Sándor Márai: permíteme descansar a la sombra de tu tumba.