Por eso, querido jilguero acudo a este solaz del caminante de este Foro, sin más intención que compartir esas manos llenas de tierra, porque ésta nos recibirá tarde o temprano, y hasta con ella, dado que será nuestra último catre, tenemos que llevarnos muy bien.jilguero escribió:Aben, cuando escucho esas cosas, me imagino el infierno que tiene que ser tener ese carácter. Después de leerme el libro del profesor Rubia ya no tengo tan claro cuánto podemos elegir de verdad, hasta donde llega el libre albedrío; pero sí te digo que me alegro cada vez más de, cuando todavía era muy flexible y podía elegir más, haberme decantado por dejar mi ración de rencor y de odio para aquellos que lo necesitasen más que yo. Tal vez tengamos poquito libre albedrío y, justo por eso, la importancia de usarlo siempre para encaminarnos hacia un estado que nos permita estar en paz con nosotros mimos. Ese miraros la manos manchadas de tierra, de forma más indolente Greto, más espritual tú, son manifestaciones obvias de ese estar en paz con vosotros mismsos .
Espero no haber causado ninguna arcada con estas palabras
Cata, creo que necesitamos poner un jardín en nuestras vidas
Personalmente, estas personas, llenas de rencor y de odio, que pululan por este camino me suelen producir desazón -¿no estaré en paz conmigo mismo que consiguen perturbarla?- y también pena, porque no sabes estar más que con un garrote detrás de la puerta para usarla a diestra y siniestra.
Aunque estoy influenciado por aquello que me rodea, sigo usando mi libertad y voluntad, a partes iguales, para escoger el camino que entiendo mejor -en eso, estoy muy de acuerdo con el budismo y el vedanta advanta- desde esa Conciencia que funciona como Testigo de mi vida. No obstante, algún día, leeré a ese profesor que, como pude leer, suscito un interesante diálogo, tras la meditación de su obra.
En el día de San Pascual Bailón, os mando un saludo, sin vencejos,