El derecho de asilo - Alejo Carpentier

[Arden]

Último cuento del miniclub de Alejo Carpentier, a ver si terminamos con un buen colofón.

[magali]

[Sue_Storm]

Es una maravilla. El cuento del Pato Donald, lo llamo yo siempre. Es genial. Cuántas veces me he acordado de este relato, cada vez que cambia el color político de un gobierno...

[jilguero]

[klatubaradaniktó]

"Me" subo el hilo... Lo leo en cuanto pueda...

klatubaradaniktó

[jilguero]

Pues me ha resultado una crítica a lo que ocurre en muchos países latinoamericanos hecha con mucha retranca, lo cual convierte el relato en algo divertido en lugar de trágico. Cuando empezaba a estar un tanto aburrido de tanta monotonía en su vida, una mañana el señor Secretario descubre que ha habido un alzamiento militar y no se lo piensa dos veces y se escabulle.

Su llegada a la embajada tronchante. Y muy curiosas las reflexiones sobre el tiempo y Zenon de Elea que se monta a base de la mercancía que ve en el escaparate de la ferretería-quincanlla que hay enfrente de su lugar de asilo. También es interesante como en ese encierro encuentra cierta plenitud personal gracias a la embajadora y el desenlace, acudiendo como embajador a presentar sus credenciales al General Mabillán, me ha parecido también muy divertido, puro esperpento.

Lo que no me queda duda es que el relato de alguien muy culto y que se me escapan muchos guiños. Por ejemplo, con los nombres de los capítulos, jugando con el tiempo, me he hecho un lío.

Os voy a dejar aquí un parrafito del inicio que me ha gustado por ser una forma muy original de describir lo que es la vida: Desde que el hombre nace su existencia se acompaña de un reptar, de un deslizarse, de un tránsito en las fundas de innumerables tejidos, paños, telas, que han de quedar unidos por siempre en la historia de su existencia. Del pañal primero al traje solemne que lleva en su entierro, es un viaje de topo de camisa en camisa, de levita en levita, hasta penetrar —esta vez vestido por otro— en la funeraria.

Me ha gustado .

[Arden]

Un relato muy interesante, y casi completamente diferente a lo que habíamos leído hasta ahora, se nota el paso del tiempo entre cuando escribió los anteriores relatos y este.

En este caso es obvio que estamos ante una parodia de los golpes de Estado habituales en Latinoamérica, y de los regímenes a los que sustituyen. De hecho el General que preside el Gobierno en el primer capítulo protesta por tener siempre el mismo ganadito criollo, refiriéndose a las prostitutas oriundas y se alegra de la llegada de europeas, y en el último el nuevo embajador le pregunta "¿Y qué tal las mujeres europeas, elegantes, refinadas y con conversación mi general?".

Se burla de esos palacios presidenciales monumentales, el nombre Palacio de Miramontes quizás recuerda demasiado al Palacio de Miraflores de Caracas, y hay que tener en cuenta que Carpentier vivió allí varios años, así que no me extrañaría que se inspirara en ese país, aunque el reflejo es el de cualquier país latinoamericano, aunque uno piensa en Chaves y sospecha si Carpentier no sería, además, un visionario..., y es imposible evitar una sonrisa al leer sobre la monumentalidad de los retretes o la situación poco estratégica en caso de cuartelazo.

Así pues dejamos atrás el Viaje a la semilla y el componente metafísico, mítico o histórico, para adentrarnos un poco en ese presente latinoamericano de los años 70, se editó en 1972, y lo que sí queda como rasgos específicamente carpenterianos es el tratamiento del tiempo y del espacio, ambos artificiales.

Se estructura en siete capítulos, pero excepto el primero que es domingo, el segundo es lunes, y a partir del exilio ya se encalla en ese lunes indiferente, que puede ser cualquier lunes o martes o miércoles, de ahí los títulos (otro lunes, cualquier lunes, un lunes que puede ser viernes, cualquier día) porque en realidad el tiempo se ha detenido en ese lunes, y no pasa a ser martes, y tener fecha, hasta el último capítulo: "Hoy era martes. ¡Martes, martes, martes! Martes, 28 de junio; también cuando en el V dice: ""en un tiempos sin tiempo, donde era lo mismo que fuese viernes que lunes, jueves o martes". Y lo mismo ha ocurrido con el espacio, pasa a reducirse a las dependencias de la Embajada del país vecino, donde solo oye los cánticos de la iglesia cercana, y ve el escaparate de la ferretería y de la juguetería, con su eterno y a la vez cambiante, Pato Donald. Así que tenemos una especie de distorsión del tiempo y del espacio, y también veo una burla a las nacionalidades, él cambia de patria sin ir más lejos que unos metros desde su casa, y vuelve a su país convertido en Embajador de otro país por su nueva nacionalidad, y todo ello sin haberse movido del sitio. También hace referencia a ese estar atrapado en el espacio y en el tiempo en el capítulo III, cuando dice " Esto era también, para mí, un elemento de intemporalidad, junto con el trenecito que, día y noche, proseguía su inacabable viaje sobre tres metros de rieles..."

Realmente la única reflexión más filosófica es la del inicio del capítulo II respecto de los trajes que nos acompañan en los distintos momentos de nuestras vidas, el resto lo veo todo parodias, a excepción también del momento de la represión de los manifestantes. Este capítulo nos presenta el cliché del golpe de Estado de manual en Latinoamérica, y hacia el final expresa: "En América Latina, los golpistas siempre salen victoriosos". "Lo malo son los cadáveres, que nunca fueron de gente del Country Club o de los barrios ricos.".

La reflexión sobre la divinidad del Pato Donald es muy divertida, siempre está ahí en su pedestal, y lo compara con las imágenes divinas y sus efectos, y aprovecha para meter algo que parece muy borgeano, o en el V, cuando dice " en este mundo situado entre la eternidad de Dios y la eternidad del Pato Donald".

También me ha llamado la atención la referencia tanto a la "abominable herejía de Marción" o al "sofisma de la flecha de Zenón de Elea, porque son típicas de Borges cuando referencia a los gnósticos en algunos de sus cuentos, o por ejemplo en La muerte y la Brújula se hace referencia a una de las paradojas de Zenón de Elea.

En el IV y el V asistimos a la parodia de los regímenes dictatoriales latinoamericanos, distraer la atención con un enemigo exterior, la censura en los periódicos, y también de la Historia de los mismos, cuando estudia la del país vecino. Y muy divertida la referencia al Tirant lo Blanch, o sea Tirante el Blanco, quizás un guiño al Quijote, que es uno de los libros que se salvan de la quema, y que demuestra que Carpentier conocía bien la literatura de caballerías, aunque el Tirant es literatura caballeresca, y la pone mucho mejor que la típica de caballerías. Es un momento de parodia de las múltiples fiestas latinoamericanas que les permite a los amantes tener tantos momentos a solas para disfrutar sin el Embajador.

En el VI es obvia la crítica a los EEUU, a las torturas y asesinatos de los regímenes dictatoriales norteamericanos, incluso compara al FBI con la Gestapo, y al envío de instructores norteamericanos. En ese momento se resquebraja el Pato Donald. Se me escapa el simbolismo en ese caso, no sé si se refiere a que Dios mismo desaparece en esos momentos o bien a que la imagen amable de la cultura norteamericana desaparece con la aparición de las armas y el apoyo de los EEUU al dictador.

En el VII tenemos la máxima ironía, no sirve de nada el agitar el espantajo del problema exterior cuando tienes un problema interior tan grave, y más cuando los EEUU tienen intereses al otro lado..., así que mejor estar a bien con el país vecino, lo que acaba

co del protagonista como Embajador en ese viaje de ida y vuelta sin moverse del sitio.

Los días vuelven a ser normales, y dice el relato que empezaron los trabajos y los días. Una referencia a Hesíodo claro está.

En fin, una buena forma, y diferente, de terminar este miniclub, que me ha encantado.

[klatubaradaniktó]

Pues un día más, nos encontramos, tras haber leído uno de estos maravillosos cuentos, que queda muy poco que decir tras la fantástica recensión de Arden... Supongo que sí hay cosas que comentar, pero se siemto incapaz de encontrarlas en una primera aproximación... es una presentación muy concienzuda...

Va. Acabo con mis neuras. Yo voy a seguir con Carpentier... Ya tenía planes con anterioridad para El reino de este mundo y alguna otra novela... Si queréis que planeemos algo más, aquí me tendréis...

En "un lunes" que es lunes... y sigue lloviendo...

klatubaradaniktó

[Arden]

En realidad lo que hice fue telegrafiar sobre los distintos aspectos que me llamaron la atención, pero seguro que hay más y en los que vi seguro que se pueden comentar muchas más cosas, porque parece mentira que en un relato que no es demasiado largo haya tantas referencias y cosas que que se pueden comentar.

[bartlebycubano]

Pues luego les diré, porque lo empecé y ni lo entiendo. Me parece que ahora no es el momento de concentrame en este cuento, ni en nada.
Tanta lluvia y humedad me han dejado la alergia en su punto; tengo la cabeza que no me la quiero; y no escucho casi nada, básicamente del oído izquierdo.

[bartlebycubano]

Parece que ya tengo mejor la cabeza y logro concentrarme; pues hoy lo empecé a leer de nuevo, y ahora sí lo entiendo. Me está gustando. Ya veré cómo termina la cosa.

[bartlebycubano]

Huyuyuy!... Cómo en mi vida me ha tocado conocer personajes parecidos a Mabillán...

[bartlebycubano]

Ha sido un buen miniclub, pues también me ha gustado este último cuento. Y gracias, Arden, por la idea de leer relatos de Carpentier.

Casi hasta la última línea de Derecho de asilo, pensé que Carpentier le daría un susto bien grande al protagonista.
Todavía no creo que no fuera así, y hasta he pensado en releer las últimas páginas, para saber si es que se me escapó algún detalle y no pude ver la realidad.

[jilguero]

Ha sido un buen miniclub, pues también me ha gustado este último cuento. Y gracias, Arden, por la idea de leer relatos de Carpentier.

Casi hasta la última línea de Derecho de asilo, pensé que Carpentier le daría un susto bien grande al protagonista.
Todavía no creo que no fuera así, y hasta he pensado en releer las últimas páginas, para saber si es que se me escapó algún detalle y no pude ver la realidad.

Pues sí, ha estado bien el miniclub y me llevo el deseo de intentar leer algo más de él .

Como ves, Bartleby, incluso rezagado se te lee

[Arden]

Ha sido un buen miniclub, pues también me ha gustado este último cuento. Y gracias, Arden, por la idea de leer relatos de Carpentier.

Casi hasta la última línea de Derecho de asilo, pensé que Carpentier le daría un susto bien grande al protagonista.
Todavía no creo que no fuera así, y hasta he pensado en releer las últimas páginas, para saber si es que se me escapó algún detalle y no pude ver la realidad.

No recuerdo de quién fue la idea pero en cualquier caso me ha parecido un miniclub estupendo.

Os espero en el siguiente en septiembre