País de nieve - Yasunari Kawabata

Novela internacional de nuestros tiempos.

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Tolomew Dewhust
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Ya estoy metido en harina.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
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Tolomew Dewhust
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Tolomew Dewhust »

C´est fini.

Me ha pasado algo curioso con esta novela: mientras la consumía me preguntaba cómo era posible que andase yo con una historia así entre manos, de amoríos, de geishas y de nieve. Un poco tenía la sensación de que avanzaba por compromiso (me trajo aquí lucia, :dragon:)... Y al poco de soltarla -en las pausas que he ido haciendo durante estos días que me ha ocupado-, en ese momento me venían los personajes a la cabeza, la posada, el tren, las termas, el cementerio... Sin duda tiene algo de magia.

En resumen, bien para pasar un fin de semana entretenido.

Por cierto, que en mi edición hay una especie de prólogo-reseña que por suerte me salté, porque te echa abajo todo el argumento, :colleja:.

Por cierto, ejem... esto... ¿me explica alguien el final en plan "Perdidos"?

Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
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lucia
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por lucia »

Las descripciones, que parece que no, pero te envuelven :cunao:
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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Velaluka
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Velaluka »

Orquesta Pelota escribió:
Fluflunio escribió:Es tan soso como tragar nieve, la historia no va a ningun sitio y solo se salva algun que otro parrafo en el que se describe el paisaje con ese tipico estilo Japones tan poetico.
No sé.
Para mí el hecho de que vaya o no vaya a algún sitio no supone necesariamente algo malo. No creo que Proust o Conrad o Joyce o Kafka se destaquen precisamente por lo ajetreado de sus tramas. No es novela negra o la DragonLance, donde la acción es necesaria para el sentido de la obra.

Kawabata se mueve muy poco por fuera pero muchísimo por dentro. Y eso, si se hace bien, es magnífico. El principio de la obra ya es en sí una declaración de intenciones. Nosecuantas páginas analizando la belleza del reflejo en el cristal de la ventanilla del tren de una mujer. Reflexiones sobre el origen de la belleza y lo que el tiempo hace con ella. La vejez como una forma del desencanto. El erotismo no como una necesidad sexual sino como un motor que hace amanecer los días de los viejos. A mí todo eso me parece brillante.

Siempre se habla de que Kawabata analiza en sus libros la pérdida de las tradiciones y del antiguo Japón, pero los lectores estamos ahí para extrapolar las cosas, y este tipo es único a la hora de personalizar las pérdidas. Ese aroma melancólico es aplicable a la pérdida que cada uno quiera. Los seres humanos siempre estamos perdiendo cosas. Hay una cierta tendencia a la nostalgia, no carente de sentido del humor (o del humor negro), que nos define muy bien.

En los retratos que hace de las mujeres (teniendo en cuenta que hablamos de principios del XX), priman sensaciones sobre jerarquías. En ese sentido Tanizaki es mucho más brusco (o abiertamente despectivo) con el papel de las mujeres en el entorno. Recuerdo que me llamó la atención lo "muebles" que eran las mujeres que aparecían en Hay quien prefiere las ortigas (título precioso, además). Allí hay cuernos, infidelidades consentidas, huídas del hogar... pero la sensación de fondo para con la mujer es mucho menos respetuosa.

En País de Nieve, da la impresión contraria. Ella es una geisha, casi siempre algo borracha, consentida, caprichosa... pero él (y me refiero a Kawabata, no al personaje central) parece rendirle pleitesía en cada aparición. Prepara el territorio para acogerla desde cinco páginas antes, como si pusiera música en una velada romántica, y para cuando ella llega, el lector ya está nervioso perdido como un quinceañero enamorado.

Las primeras páginas son muy valientes, al menos estructuralmente hablando. Toda la primera parte está hecha practicamente de haikus. Aunque en la traducción eso se pierde un poco, se nota un cierto regusto por las imágenes y las frases cortas. Ese inicio es tan original y arriesgado como lo fue en su día el Perec de La Disparition donde secuetraba la letra e, o el Cohen de Bella del Señor con 47 páginas seguidas sin un solo punto y describiendo la vida de tres personajes a la vez.

Pero lo mejor de País de Nieve es que todo esto pasa sin que te enteres mucho. Te das cuenta luego. Lo que tú notas de buenas a primeras es una historia pequeña, triste, y tal vez algo ajena a ti... eso hasta que cierras el libro y notas que se te ha quedado a vivir una congoja diminuta que insiste en no separarse de ti cuando te subes al autobús.
Quería escribir algo, pero para qué... Con este comentario ya queda todo dicho.
(Venga, va, la puntilla...)
Los seres humanos siempre estamos perdiendo cosas. Incluso el autobús.
Lástima que Shimamura no le rinda al menos una mínima parte de esa pleitesía de Kawabata para con Komako. Lástima que las pleitesías casi nunca vengan de quien deseamos. Que quien debiera ser un quinceañero enamorado no sea más que un mero espectador que, en contadas ocasiones, se deja querer (sin dejar de observar la Vía Láctea mientras, claro).
Y ella, casi siempre algo borracha, consentida, caprichosa... sí, y sola, en su sentimiento, en su intensidad, en sus contradicciones, en su deseo. Ella, mendigando.
La falta de consideración la tiene Kawabata con sus personajes hombres, tan ausentes de pasiones. A las mujeres las dota de una fuerza, un carácter, un mundo interior, brutales. Tanto, tanto, que dan una pena infinita. Pero no importa, hay quien prefiere las ortigas.
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Saturos
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Saturos »

Desde hace unos días leyéndolo y me está gustando a ratos.

Lo que no entiendo qué hace en contemporánea cuando debería estar en clásicos. Si, ya se que es por el tema de que el autor murió en los 70 pero es que este libro de temática contemporánea no tiene absolutamente nada :roll:

De hecho, lo voy a meter en el conteo como un clásico porque es que me es inconcebible ponerlo en otra categoría :lol:
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Saturos
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Saturos »

Terminado.

Una historia sin más pero con ese aire japonés y unas descripciones meticulosas que hacen que te metas de lleno en la situación y el ambiente, que es lo que me ha animado a continuar leyéndola.

Insisto, esto no es novela contemporánea.
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Jeeves
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Jeeves »

lucia escribió: 12 Ago 2018 19:06 Las descripciones, que parece que no, pero te envuelven :cunao:
Cierto. Yo también me di cuenta. Tiene una forma de narrar que te mete de lleno en el lugar. Va metiendo chispazos de imágenes y sonidos, hasta de olores, que te hacen estar allí. Es una sensación muy agradable.

A mí me gustó mucho el final.
Que quede abierto, como que la vida sigue más allá de la novela, me pareció una maravilla. No podría decir por qué, pero pensé que era algo muy cinematográfico.
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Gretogarbo
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Gretogarbo »

Para leer posteriores comentarios, marco hilo dejando aquí lo comentado allí.

Terminado. ¡Qué poquita querencia tengo por la literatura oriental y sus comeduras de coco!

Exceptuando las primeras páginas, las que se desarrollan en el tren, el resto de la novela me ha aburrido soberanamente. Y es que además no le encuentro sentido a nada de lo que narra, que no digo que no lo tenga sino que yo no sé vislumbrarlo. Vaya tostón cuando se pone a hablar del blanqueamiento y elaboración del Chijimi, un cáñamo delicado con el que se elaboran quimonos. Y ya no digo nada cuando en medio de un incendio, Shimamura y Komako se ponen a filosofar sobre la Vía Láctea.

Mira, iba a leerme el prólogo pero ni ganas tengo. A otra cosa.
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magali
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por magali »

Lo empecé. Y ya.

No digo que no lo vuelva a intentar en otro momento.
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Gretogarbo
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Gretogarbo »

magali escribió: 08 Dic 2022 13:48Lo empecé. Y ya.
En este caso no puedo hacer otra cosa que aplaudirte. Horas que has dedicado a otros menesteres, seguro que más provechosos.
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Ivanovich
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Re: País de nieve - Yasunari Kawabata

Mensaje por Ivanovich »

Vaya, qué largo me ha salido el comentario, será para mi mismo entonces :P

Leí dos veces esta novela, hace muchos años la primera, y hace doce o por ahí la segunda. La he vuelto a leer impulsado por los comentarios, tan dispares en cuando gustos, que he leído en el club de lectura del foro de diciembre. Había perdido la frescura del recuerdo de esta novela que forma parte de mi catálogo personal de novelas queridas.

Iba a comentar en el hilo del club de lectura, pero creo que se ha cerrado así que lo hago aquí.

Quizá el recuerdo especial que guardo de esta novela tenga que ver con que País de Nieve fue uno de mis primeros encuentros con la literatura japonesa. El recuerdo de esa particular sensibilidad en la forma de escribir aún pervive.

Pasados nuevamente los años, la novela me ha vuelto a gustar mucho. Ese ritmo lento de la narración, los diálogos a medias; o la constante referencia a la naturaleza (estaciones, luna, árboles, montaña, nieve, vegetación …) y a los objetos (mobiliario, vestimenta…) que es rasgo de la literatura japonesa.

La historia en sí también, por supuesto, esa relación tan ambigua que se crea entre Shimamura, Komako y Yoko, cada uno melancólico a su manera, que Kawabata esboza pero no llega a definir con precisión, y tampoco los motivos que hay detrás del comportamiento de cada personaje. La novela apenas cuenta nada de su vida ni su pasado. En realidad la novela no cuenta mucho, es la crónica de dos o tres encuentros entre Shimamura y Komako en las lejanas termas del País de Nieve. Y todo queda, en fin, abierto a la percepción del lector. Incluso el final, abrupto y abierto (parece que esta novela se siguió reescribiendo años después de publicarse por entregas).

Yo encuentro que hay una sensibilidad particular que envuelve la historia, aunque no alcance a comprenderla del todo.

En la última lectura creí ver una historia de amor, quizá porque la interpretaba con ojos occidentales. Ahora ya no estoy seguro. Aunque me inclino a pensar que lo es, que en esa historia entre Shimamura y Komako hay algo parecido al amor (más pasional en Komako, más recóndito en Shimamura), tengo la impresión de que “a los de aquí” se nos escapan muchas cosas de la cultura japonesa, de sus actos y motivaciones, más aún teniendo en cuenta la época en la que está ambientado.

Esto escribí en las páginas en blanco del libro en mi última lectura hace ya un puñado de años. Hoy añadiría algún matiz:

“Me ha vuelto a entusiasmar, lo que cuenta, lo que calla, los indicios, una novela muy estética a pesar de la tragedia que se va anidando en los personajes. La narración es muy pausada, pero contrasta con la tensión que recorre el interior de ambos protagonistas, resignados a sus respectivas infelicidades. Shimamura es un personaje más definido, quizá porque el narrador nos deja entrar en su interior, pero Komako es enigmática, es un personaje extraordinario y su relación, apenas esbozada, con la joven Yoko -el segundo centro de la novela, más corto pero más intenso- es difícil de interpretar ¿amor o culpa?”
“Shimamura es un personaje con hondura y creo que verdaderamente ama a Komako, la ama como mujer, no como Geisha, alcanza su plenitud junto a Komako -pese a que su vanidad masculina está permanentemente presente-, aunque en todo momento mustre su reserva hacia ella, quizá porque le falta la valentía necesaria para cortar los lazos con su vida cotidiana, su esposa sus hijos, Tokio. Quiero creer que para Shimamura el País de Nieve es un paréntesis en su vida, pero quizá ese paréntesis es más importante que el resto. Digo que quiero creer, porque tal vez confundo en Shimamura amor con vanidad. Su obsesión hacia Yoko -hacia donde parece que va a derivar la trama- es sólo aparente, una mera imagen, lo opuesto a Komako”.

También me ha resultado interesante la figura de Komako como geisha y su lucha entre el cumplimiento de su deber y la extraña atracción que siente por Shimamura, algo que intenta ocultar en la comunidad. Es cierto, como se cuenta en el prólogo, que las geishas de las estaciones termales eran vistas como de segunda categoría comparadas con las que ejercían su arte en Tokio, quizá carecían de la elegancia y equilibrio exquisito de estas últimas. Y al parecer sigue siendo así. También hay, probablemente, una diferencia entre las geishas de la época en la que Kawabata escribe y ambienta la novela (mediados de los años 30) y las geishas actuales.

Hay un podcast muy interesante sobre el complejo mundo de las geishas que se puede encontrar en la plataforma Ivoox con el título “Geishas, sus costumbres, rituales, etc… - La sombra de la Luna”. Es muy interesante.

En lecturas anteriores no había reparado tanto en la traducción. Hay algo chocante en las traducciones de la literatura japonesa: es tan difícil captar esa sensibilidad y ambigüedad poética que se supone tiene el texto original (y no solo por el texto, también por la tradiciones, la cultura, los sentimientos, etc…) que el lector tiene la sensación de estar leyendo algo incompleto. Y en esta lectura sí lo he percibido, sobre todo al principio, hasta que me he ido adaptando al tono del traductor. Supongo, además, que es una traducción indirecta aunque no he investigado mucho en ello. Si traducir es escribir lo que otro ha fabulado, en la traducción de la literatura japonesa eso parece todavía más cierto.

En fin, que me ha vuelto a gustar mucho. El hilo es largo pero le echaré un vistazo. Tengo la impresión de que esta es una de esas novelas que gustará a muchos y dejará indiferente a otros tantos.
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