oºoºoºoºoºoº On My Own oºoºoºoºoºoºo

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

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karinita1919
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Mensaje por karinita1919 »

N.A. Los personajes de esta historia son creados, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.

Primera Anotación: El amor no es una enfermedad.

Basta saber como me miras, para saber lo que te pasa, basta saber que eres mentira cuando le restas importancia a mis detalles y a tus besos...

¿Porque siempre caemos en el mismo juego? ¿Porque tenemos siempre que creer en las fantasías de los demás y soñar en que un “gran” amor nos secuestrará? ¿Porque nuestro mundo de muñecas se empeña en perseguirnos si al final terminaremos por llorar? ¿Porque? ¡OH si! la cruel realidad se empeña en hacernos madurar bruscamente, y pasamos de esa etapa de niñez a adolescencia, drásticamente. Las mujeres maduran más rápido que los hombres. (Mierda de teoría).

Siempre me han dicho que, para expresar lo que sentimos hay que comenzar con la verdad, tal vez sea un cliché o sea el destino el que se empeña en que, aquella frase se cruce en mi camino, pero fuere como fuere y porque (y quien) fuere, hoy contaré mi verdad. Mi historia. Mi realidad.

Si.

La vida se empeña (siempre) en crear una leyenda de amor, conozco bien infinidad de cuentos de hadas e historias macabras de sentimientos, de parejas, de soledades.
Intuyo que yo, inconscientemente, siempre guarde la esperanza de que aquel príncipe azul apareciera en mi vida, parte de ello se lo debo a mi madre que con sus cuentos de media noche me hizo creer en esas banalidades. En fin.

Soy de ese 90% de chicas que sueñan en encontrar la fantasía y no creen en la realidad. Soy del tipo de personas que siempre le teme a una nueva relación porque simple y llanamente, el corazón ya no se atreve a sufrir más. Pero por sobre todas las cosas de lo que yo pueda ser, hay algo que nunca cambiará: soy del tipo de personas que nunca olvida a su primer (y verdadero) amor.

¿Vos si?

Lo conocí hace exactamente más de cinco años. No soy de las que dice que se enamora a primera vista, porque simplemente esas cosas no dan, creo más bien en la atracción a primera vista, pero ¿atracción? ¿A los doce años? No creo que sea la definición adecuada para los dos (en ese momento) pero supongo que alegaré a una ilusión de la edad. Decir que cuando lo vi mi corazón se aceleró y un temblor recorrió mi ser, pueden ser cursilerías, pero fue como lo sentí.

Me hubiera gustado empezar esta historia con el clásico “había una vez” o “en un lugar muy, muy lejano” pero creo que el lugar más cercano a mi verdadera realidad y mi primera verdad fue mi camerino, y no con un había una vez porque solo corrían muchos años atrás.

Como decía lo conocí años atrás, cuando juntos comenzamos lo que ahora adoramos, la actuación. Supongo que para ese entonces el tener largas horas de trabajo y el vernos diariamente logró que nos hiciéramos muy buenos amigos, él tiene la facultad y gracia de siempre lograr cambiarte el humor (nótese que eso incluye de un “mal” humor a uno mejor o de un “mal “humor a uno peor) siempre esta dispuesto a darte una mano, y si la confianza lo permite a darte un buen brazo de cosquillas. (Dosis perfecta para amanecer)

Si tuviera que elegir entre su magnifica sonrisa o sus ojos cielo, en definitiva son sus ojos los que atraparía. Tiene un mirar tan cálido y tan profundo, que debo de suponer que fue ello lo que siempre me atrajo de él. Puede que ahora tenga un increíble cuerpo y que esa barba que se deja crecer sea espectacular. Pero son esos ojos lo que siempre me atraerán. Considerare eso como su punto más seductor. (Aunque tiene más cosas por demostrar)
Bien, continuemos, porque si he de alargarme en describir que es lo que me gusto de él... esto terminaría siendo un compendió de hojas, y yo no terminaría sino hasta mi muerte.

Sé bien, exagero.

Fue un niño mágico. El hecho de que su sonrisa pueda tranquilizarte es algo ya sobre natural, tanto que me “hechizó” con su inocencia y cuando nos dimos cuenta, yo ya estaba de novia con él. Inquietudes del corazón solían decir los adultos en esa época, lastima que mi mal orgullo y su joven corazón, nos jugaron una mala acción y cuando abrí los ojos me encontré con que todo fue una simple quimera.

¡Y que sea todo el mundo de testigo! Lo que me costo mantenerme a su lado, lo que me costo poder conversarle en los diálogos (de trabajo) y sonreírle cuando quería hacer nada.

No sé si para él fue peor o mejor, nunca se le pregunte. Pero en lo que a mí concierne “olvidarme” de él fue: execrable. Siempre somos nosotras las que tenemos que sobrellevar mejor las cosas.

Fuere por su indiferencia o porque ellos nunca deben de notar el mal ocasionado, figura un gen primitivo de orgullo femenino en todas. Alego a eso que en muchas discusiones nunca di mi brazo a torcer y también fundamenté por eso el que mis celos se hayan dado a notar incontable veces, aún a sabiendas de que no se debían apreciar: porque él y yo, teníamos nada porque luchar.

Pero el tiempo pasa, y dicen que las heridas sanan.

Y sí, fueron pasando crueles los años, hasta que nos volvieron a juntar en un proyecto más, y mi corazón de adolescente, soñador siempre, volvió a caer rendido a su existencia, mis mejillas volvieron a tornarse escarlatas junto a él y mi ser volvía a estremecerse por él. Ahora confirmo aquella frase de que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” (Algo así supongo deberá de ser) No justifico mi comportamiento ni niego el hecho de volverme enamorada, siempre serán esos ojos lindos la causa de mis lágrimas.

Volvimos a salir una o dos veces más, con la excusa perfecta de “darnos una oportunidad”, pero si de por sí cuando éramos pequeños no sobre llevamos las peleas, cuando estábamos en esa época de cambios y rebeldías, nuestros papeles de ficción se mezclaban con nuestra realidad y lo que pudo ser termino en un nunca.

Pero nunca se debe decir nunca.


Segunda anotación: Amarte Es mi Pecado.


No creo que nuestra separación se debiera a terceros, ahora que lo vuelvo a analizar... el nunca me demostró nada que pudiera alegar a que pensara eso. Pero ahí esta ese instinto primitivo que siempre resurge. Celos femeninos.

Demás esta decir que me devasté... lloré y me enoje cuando terminamos aquello que no era. Porque lo hice. De pronto me vi pidiendo menos escenas con él. Súper cortante y a diez metros de radio – en distancia- para poder hablarle. Lo sé exagero ¿pero que le puedo hacer? Soy así y así moriré.

Luego? Luego me ilusioné con otra persona, tengo tendencia en creer en los “signos” de los chicos y estaba carente de cariño (de pareja) entonces aquí entra Carlos, quien me demostró otra forma de ver las cosas.

Además me encantaba la idea (Al principio) de verlo a él farfullando cosas, por verme con Carlos, o porque se lo encontraba. Supongo que yo inconscientemente en un principio quise eso. Que se pusiera celoso, que se diera cuenta de lo que había perdido.

Todas siempre lo deseamos ¿verdad?

Pero lo que fueron dos meses se convirtieron en más de tres años, yo cambie, él cambio todos cambiamos. Pero el amor seguía perenne. Hasta que me enteré esa verdad. Aquella que no era verdad, pero formaba parte de una extraña realidad.

El estaba de novio.

Y mi relación se convirtió en una tortura, su desfachatez y el hecho de que se olvidara de nuestra relación (su primer amor) me hicieron odiarlo. Porque es cierto eso de “que solo se puede odiar lo que se ama” muy cierto.

Al final de cuentas tal vez se hubo notado mi mal humor, y me aleje más de todos aunque siempre fue así desde que termine con él por primera vez.

Y aunque mis palabras fueran otras mis acciones eran únicas.

Al hecho.

Termine con Carlos, por cosas que ya no cabe mencionar (¿porque? Si lo importante es la realidad) luego vino aquel destape en otro país, comenzó un concierto, me fui de viaje y mi “pepe grillo”, me hizo ver toda mi realidad. Lo amaba si. Y ello era mi pecado.

Tal vez fuere por ello, que me mandara con todo y contará que había terminado mi relación, en el fondo creo que guardaba aquella ingenua idea de que cuando él se enterara.... vendría a mi como en los cuentos de hadas. Tal vez fuere por ello que lo dije, y por ello que mi “pepe grillo” (en joda siempre) mencionara que la vida “puede cambiar en tres días”. Muchos malinterpretarían aquello, incluyéndolo... pero bueno ¿que podía hacer yo, si era verdad aquella frase? Era cierto la vida cambia en un instante a otro, y yo había comprendido todo. Porque eso éramos todo.

Todo y nada.
...

Realidad y fantasía.
...

Agua y aceite.
...

Lija y terciopelo.
...

Él y yo.

Dicen que los cuentos de hadas muchas veces pueden hacerse realidad, y que si deseas algo con todo tu corazón el deseo siempre se cumple. Nunca he creído en ello, pero confieso que aquella noche en aquel país, mientras mi “pepe grillo” seguía su monólogo de “Amores Eternos” y frases alusivas a encuentros amorosos, yo miré por al ventana. Y al tacho las cursilerías, es verdad:

Una estrella fugaz cruzó el cielo, y ya saben eso de “los deseos a las estrellas”. Llevé mis manos al pecho, y pedí una oportunidad, una sola.

Y puede que ya haya estado marcado en mi destino, o que tal vez nuestra historia cautivo al universo entero, no lo sé. Pero fuere como fuere luego de días y luego de meses... Una nueva gira de “reencuentro” comenzó.

Dando inicio no solo a un encuentro nuevo con fans, ni con nosotros mismos... fue un encuentro más allá de lo físico... transportado a emociones. Al menos de mi parte.

Tercera Anotación: Tal vez, Quizás

Cuando nos volvimos a reunir con los chicos para ensayar, ya a pocos días antes de la gira, mi cuerpo y mente se habían acostumbrado a su presencia. Y no es que nunca haya soportado su ente, su ser a mis alrededores, porque seamos un poco maduros…. Chiquilinadas de ese tipo, nunca pegan, la verdad.

Pero era el hecho, de cuando habiendo reencontrado mis sentimientos, él se viera cerca en un intento vano de mantener la amistad y la peculiar conversación que nos sabíamos dar, lo que en un principio me ponía nerviosa.

No se otras, pero yo llegue al punto de volar con su aroma y esa, su singular, sonrisa. Mantenía mi control frente a los demás (Como siempre quise hacer) Pero no era fácil, no. Ni para cualquiera.

Pero las ilusiones no duran y los castillos de cristal suelen destruirse. Tenía que entender que él ya no pertenecía a mi destino y su corazón había luchado por huir del mío. Por que eso era ella en su mundo, verdad? Su felicidad, su presente.

Entendí su realidad, y por más que mi ser lo llamara a gritos, en el silencio, sabia que tenia que dejarlo ir, Ya saben eso de “Si realmente amas a alguien…“ Nunca le encontré sentido hasta que lo vi nuevamente. Sonriendo como hace mucho no lo hacia, y diciendo cosas que hace mucho no escuchaba. Aunque esta vez ya no eran para mí.

Llegamos a España con aquella euforia que solo los conciertos solían realizar, la ansiedad y alegría bordeándonos los cuerpos.

El no dejaba de ser mi amigo, y por muy buen amigo que era, no quería aquello. Nuestra conexión en bromas o enlaces de frases siempre fue peculiar, y ello nunca se dejo de notar (mucho menos en otro continente, nos “complementábamos”)

Sus confianzas se transformaron en confidencias, se transformo todo plenamente en un “medio amigo” (las intimidades eran tales, que poco nos faltaba el beso, pasaba mas tiempo en su cuarto que en el mío). Pero las frases que se mandaban algunos y los chismes de mi –no- noviazgo con mi “pepe grillo”, lo alejaban (Y atraían) todo el tiempo.

Hasta que llego la gota que rebalso el vaso.


Recuerdo muy bien aquella noche, mi “pepe grillo” acaba de mencionar algo de “ la mujer que amo” y él había asentido (no se si dándole crédito a las bromas, o al hecho de toda la frase, que me describía, y que “pepe grillo” había mencionado sobre mi) no sabia como tomar aquello, siempre he querido primero pensar bien las cosas antes de sacar conclusiones rápidas.

Camine cansada, de nuestro último concierto, hacia mi cuarto, sabia bien que la mayoría de gente se había quedado en la sala de star a conversar algunas cosas, y no se me cruzaba la idea que me siguieran.

Repose las llaves sobre el velador de mi cuarto y me preparaba a alistar una ducha, hasta que el sonido de alguien golpeando la puerta, me hizo volver mi camino. No hace falta preguntarse quien fue. La respuesta es tácita.

Lo hice pasar.

- que pasa?
- Estaba con el ceño fruncido – hay algo que necesito preguntarte, y quiero me contestes con la verdad.
- Me acomode en el sillón, no podía ser que preguntara eso. No podía. Asentí en silencio
- Que pasa, en verdad, entre ustedes dos?
- No podía ser verdad.
- Contéstame.
- Nada – y era cierto- nada mas que amistad… lo sabes.

Me miro en una forma extraña y singular. Algo reacciono dentro de mi cuando se hubo acomodado, en silencio, a mi lado. Sonrió ingenuamente.

Y hubiera esperado cualquier cosa, cualquier respuesta… menos que me tomara de las manos y acercara sus labios a los míos. El… No podía.

Me deje disfrutar milésimas de segundo aquellos labios, pero mi mente luchaba por hacerme entrar en razón.

- Espera – le susurre alejándome – que te pasa?
- El agacho la mirada… y le tomo varios minutos poder verme a la cara nuevamente – No lo has entendido?
- Cerré los ojos, no podía entenderlo – no – concluí.
- Pues, pensé que si – sonrió con tristeza- Pensé que te habías dado cuenta de muchas cosas en estos últimos días.
- Miré hacia la puerta, y luego susurré -Eres mi karma.
- No… Soy vos. Por que no lo entiendes?
- Lo mire extrañada, tratando de explicar lo que no entendía.
- Yo soy vos – dijo llevando sus manos a su pecho y luego al mió – Somos uno.
- Sigo sin entender.
- Muy pocas personas logran completar frases que las otras inician. Se llama empatía, lo sabes.
- Si, lo sé.
- Y muy pocas personas, como yo, logran mantener las emociones. Como las que sentí la primera vez que te vi.
- Esto es un chiste. Me lo dices en serio?
- Déjame continuar – no respondió mi pregunta – ella, puede haber llenado mi vida, como no pensé que lo haría. Pero, y por mas que me sienta muy feliz con ella, hoy al escuchar aquellas palabras de la boca “pepe grillo” (Palabras que siempre quise mencionar así, en publico) Sentí algo aquí – señalo su pecho, nuevamente – hiriéndome… punzándome.
- A donde quieres llegar?
- Es cierto, que el primer amor no se olvida. – y no fue una pregunta fue una afirmación.
- Sabes que no podemos. No ahora – Porque me decía eso? Yo? – ella no se merece ni el beso que me has dado. Lo sabes.
- Es cierto, pero hay algo que tal vez no hayas entendido.
- Lo entiendo todo, y porque lo entiendo te reitero. Esto no puede ser.
- Siempre seremos Tú y Yo, a donde quiera que vayamos.
- Y siempre habrá alguien que nos haga sentir bien, cuando no estemos juntos…. Siempre.
- Pero no puedes olvidar…
- El amor que nos tenemos.
- Es como el aire…
- Se siente, pero nunca se ve…
- Soy feliz como estoy, siempre que estés ahí.
- Y lo estaré, lo sabes… Somos uno. Vos lo has dicho.
- Lo prometes?
- Siempre. Se feliz, como eres, vive tu presente.
- Vos eres mi presente – se levanto girando la perilla de la puerta.
- Te equivocas. Ella es tu presente…. Yo no soy más que tu pasado – corregí-
- Y mi futuro – susurro, cuando se hubo visto al otro lado del umbral. Cerró la puerta, llevándose mis sonrisas, mis esperanzas.

Porque al final de cuentas, mi alma siempre albergo (Como todas) aquella esperanza de ver a nuestro príncipe azul creando un cuento, donde nostras somos sus princesas eternas. Él no era la excepción.

Nunca lo fue.













XxXxXxX

Alessa se dejo apoyar, con una sensación de tranquilidad, sobre el sillón frente al computador. Coloco el ultimo signo de puntuación en el documento que venia escribiendo (“Diario”) y lo cerró, apago el ordenador , junto con la pequeña lámpara de la habitación, y salio del cuarto de estudio.

Se recostó sobre la pared del pasillo que iba hacia su cuarto, en su departamento, suspiro profundamente, y entonces sonrió.

Mientras unas gruesas gotas descendían humedeciendo sus mejillas.

Cerró los ojos con una sensación encontrada de euforia y melancolía, a la vez que sentía unas manos aforrándose a su cintura. No hacia falta preguntar quien era, su cuerpo, su alma lo reconocía plenamente. Se giro para sonreírle, sin tomar importancia al hecho de que su rostro estuviera húmedo. El de él no era menos que el de ella.

Se sonrieron mutuamente, y cuando Alessa se hubo visto recostada sobre su pecho, en su cama, agradeció el hecho de aquella oportunidad, de aquella esperanza de amor. Y aunque nunca lo supo ni lo afianzo, reencontrarse en sus ojos color cielo, y en aquella mágica sonrisa, era de por si un complemento del día. Un regalo de pasión.

Eran almas gemelas. (Y en el fondo se lo susurraban.)

Porque: “ El destino funciona así. El amor, cuando fluye libremente, vence todos los obstáculos.(*)

Susurro su nombre, antes de quedarse dormida, y él la acaricio aun mas, tratando vanamente de recuperar las caricias perdidas por años.

“Te amo” – le dijo- “ Más allá de un por siempre, y un sin fin” – completo.

Y ella sonrió entre sueños.

XxXxXxX


(*) tomado de:Lazos de amor – Brian Weiss.

Y?????..... acepto tomates, verdes o maduros.
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Redspark
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Mensaje por Redspark »

:eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap: que sustituyan a las palabras.
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karinita1919
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Mensaje por karinita1919 »

Gracias :oops: :oops:
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