Acabo de leer esta novela corta o relato largo. He comprobado que Willa Cather no tiene muchos
fans en el foro, si bien Hypathia disfrutó con la lectura de
Mi Ántonia. Yo llegué a esta autora por un comentario elogioso hacia ella de Truman Capote. He leído
La muerte llama al arzobispo,
Una dama extraviada,
Mi Ántonia y, ahora,
Mi enemigo mortal. La verdad es que no se trata de una autora que me apasione, pero le tengo simpatía, me gustan sus temas y sus escenarios, y por ello de vez en cuando leo alguna obra suya. No tiene grandes argumentos. Es una autora descriptiva e introspectiva, a la que le gustaba novelar sobre lo por ella vivido, sobre sus recuerdos... Las novelas de su primera etapa como, por ejemplo,
Mi Ántonia, se basan en sus vivencias de infancia en Nebraska, en la América de los pioneros, y en ellas la naturaleza y el ambiente rural juegan un importante papel.
Sin embargo,
Mi enemigo mortal entra ya en terrenos más intimistas, de descripción psicológica. Es la historia de Myra Driscoll, una chica que desde jovencita destaca por su personalidad en una pequeña ciudad del sur de Illinois, renuncia a una fortuna por amor y se establece con su marido en Nueva York, moviéndose en un ambiente de intelectuales, artistas y gente adinerada. La narradora es otra chica de la misma ciudad, que le profesa cierta admiración y que es treinta años menor. La forma de escribir de Cather en esta novela recuerda algo a Edith Warthon, pero pienso que la Warthon tenía más oficio, era mejor creadora de historias (casi siempre ambientadas en esa aristocracia neoyorkina que tan bien conocía). Willa Cather, al menos en
Mi enemigo mortal, da la sensación de estar hablando de vivencias muy personales, de sus propias impresiones vitales. La historia que nos cuenta transmite el amor a la vida vinculado a las ilusiones de la juventud, pero también el desencanto que se asocia a la inexorable llegada de la madurez física y afectiva. Es probable que Cather se sintiera marginal, tanto social (por su condición sexual) como literariamente (su escritura tradicional iba a contracorriente), y que esta conciencia de marginalidad traspasara de algún modo a su escritura, tal como le ocurriría más tarde a Carson McCullers (la cual, dicho sea de paso, también me parece mucho mejor escritora que Cather).
Mi enemigo mortal admite una primera lectura por la que estaríamos ante la historia de...
| un matrimonio por amor y su posterior decadencia por razones económicas, de salud y sentimentales, culminando en un final bellamente triste. |
No obstante, hilando un poco más fino y teniendo presente el título de la obra, cabe detectar un especial interés de la autora por describir...
| la evolución de una relación de pareja en ausencia de hijos, dando a entender que se produce inevitablemente un envenenamiento progresivo de la misma. Sospecho que esto podría tener algo de autobiográfico. Obsérvese en este sentido el siguiente párrafo, en el que Myra habla retrospectivamente sobre su matrimonio (por cierto, el enemigo mortal del título es su propio marido): "Éramos... un hombre y una mujer separados tras un largo abrazo, y fíjate en lo que nos hemos hecho el uno al otro. Quizá no pueda perdonarle por el daño que le he causado. Quizá sea eso. Cuando hay hijos, ese sentimiento experimenta cambios naturales. Pero cuando continúa siendo tan personal... algo se rompe dentro de uno. Con la edad lo perdemos todo, incluso la capacidad de amar." |
Concluyendo, Willa Cather es -a mi juicio- una autora interesante pero prescindible. No me atrevo a recomendarla. En todo caso, si te gusta mucho la literatura norteamericana y te sale al encuentro alguna de sus novelas, échale un ojo por si acaso. Como dije antes, a mí no me apasiona, pero a lo tonto a lo tonto me la voy leyendo. Su escritura destila una autenticidad y una marginalidad que me atraen... Según los expertos, su obra cumbre es
La muerte llama al arzobispo, basada en hechos históricos: la llegada de los primeros misioneros católicos al Nuevo México recién anexionado a Estados Unidos. Cuando la leí, me pareció casi un
western; me gustaron especialmente algunos pasajes de descripción de aquellas áridas tierras y el fino humor que envolvía a muchos de los episodios narrados. Pero tampoco pensé que fuera una novela para tirar cohetes.
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Alba la publica en su colección de bolsillo (Albaminus) en junio.
