Diario de un mal año - J.M. Coetzee

[madison]

Autor: J.M. Coetzee (*)
Nº de páginas: 248
Editorial: DEBOLSILLO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788483468470
Año de edición: 2009
Traductor: Jordi Fibla Feito


Dos partes. Tres niveles narrativos. El último libro de Coetzee es una suerte de experimento literario -no novedoso, eso sí- en el que un escritor llamado C y muy parecido a él en sus datos biográficos -nacido en Ciudad del Cabo, aunque en otro año, y afincado en Australia- desarrolla sus opiniones acerca de 55 temas tan diversos como la pedofilia, Al Qaeda, el anarquismo, Tolstoi o las aves del aire.

Es un compendio de opiniones razonadas y de una ética ejemplar a las que suma, de forma claramente separada, otro nivel con sus impresiones sobre una joven a la que conoce en la lavandería de su bloque y que convierte en su secretaria para que le mecanografíe este trabajo. Y, por último, unas cuantas páginas después de empezar, otro estrato en el que ésta chica de 29 años, Anya, conversa con su novio, Alan, un despiadado ejecutivo que se empeña en contradecir las opiniones del escritor

Con este particular trabajo, Coetzee ha querido seguir con la experimentación literaria de sus dos libros anteriores, Elisabeth Costello y Hombre lento, en los que el personaje que da nombre al primer libro se convertía en el alter ego del escritor, haciendo y deshaciendo en las historias desarrolladas. Aquí, sin embargo, Coetzee parece desplegar un juego en el que hace observaciones de sí mismo como un abogado del diablo -y sin ningún tipo de remilgo- a través de los personajes de Anya y Alan, más jóvenes, riéndose de sus excentricidades.

Pero el peso de este trabajo realmente recae en esas brillantes opiniones acerca de temas diferentes que encabezan cada página. Son unas muy nutritivas "miscelaneas" con las que ampliamos nuestra visión del autor así como suscitan un pequeño debate en el lector, atrapados por estas pequeñas pildoritas de conocimiento.

La razón de escribir un libro así la desvela Anya al reproducir a Alan una de sus conversaciones con C.: "¿Una novela? No, ya no tengo la fortaleza necesaria. Para escribir una novela tienes que ser como Atlas, cargar con todo un mundo en tus hombros y sostenerlo durante meses y años, mientras todos tus asuntos se resuelven por sí mismos. Es demasiado para mí en mi estado actual" (p. 68).

Habrá que esperar que el autor no lo diga demasiado en serio, o que este alter ego no sea un reflejo tan fiel de su persona, porque a pesar del interés de esta obra razonadísima, nos estará privando del inmenso placer de disfrutar de su prodigioso talento para la narración redonda desplegado en novelas tan fascinantes como Desgracia.
http://www.elconfidencial.Kom/cache/200 ... libro.html

(*) Imagen y datos añadidos por moderación, septiembre 2020

[madison]

Yo lo encuentro genial, no tan bueno como desgracia, porque es totalmente distinto, pero está tan bien escrito...

[wolfhearth]

lo habia visto en la libreria...

pero no he leido nada de este señor , asi que preferi comprarme primero La Edad de Hierro... que me llegara en navidad

Si me gusta le doy de lleno....porque los temas que escribe me han llamado mucho la atención

[madison]

has hecho una muy buena opción

[Blimey]

En Diario de un mal año Coetzee vuelve al experimento que hizo en Elisabeth Costello de mezclar novela con ensayo, sólo que ahora a base de ensayos muy breves.

Esos ensayos breves, realmente no tienen desperdicio. Como novela, sin embargo, no resulta (a mí, por lo menos) tan convincente. La idea es buena y la historia está bien montada, pero la forma de hablar de los personajes es muy poco creíble. El broker canalla es una caricatura, una máquina de repetir tópicos reaccionarios (podía Coetzee haberse molestado en fabricarse un contrincante ideológico un poco más sutil) y la novia del broker habla y se habla como un libro (Coetzee se da cuenta de que el personaje le está quedando demasiado sentencioso y lo intenta arreglar contándonos que Anya estudió en un colegio muy fino).

Desde que recibió el Nobel, Coetzee parece empeñado en abandonar el tipo de novela que nos gustaba a sus lectores. Elisabeth Costello (un extraordinario libro siempre y cuando el lector asuma qué clase de libro es) fue un experimento que desconcertó a muchas personas que se acercaron a Coetzee a raíz de recibir el Nobel. El Hombre lento (una primera parte maravillosa, en la línea del mejor Coetzee narrador, y una segunda parte de experimento meta-ficcional) nos desconcertó a los nuevos lectores y a los viejos. Esperemos que no sea verdad eso que Coetzee pone en boca del protagonista del Diario de un mal año de que ya no tiene fuerza (o ganas) para escribir una novela.

Para quienes no hayan leído a Coetzee, yo recomendaría Michael K, una de las mejores novelas en lengua inglesa del siglo XX, Esperando a los bárbaros, El maestro de Petersburgo y, por supuesto, Desgracia.

[wolfhearth]

En Diario de un mal año Coetzee vuelve al experimento que hizo en Elisabeth Costello de mezclar novela con ensayo, sólo que ahora a base de ensayos muy breves.

Esos ensayos breves, realmente no tienen desperdicio. Como novela, sin embargo, no resulta (a mí, por lo menos) tan convincente. La idea es buena y la historia está bien montada, pero la forma de hablar de los personajes es muy poco creíble. El broker canalla es una caricatura, una máquina de repetir tópicos reaccionarios (podía Coetzee haberse molestado en fabricarse un contrincante ideológico un poco más sutil) y la novia del broker habla y se habla como un libro (Coetzee se da cuenta de que el personaje le está quedando demasiado sentencioso y lo intenta arreglar contándonos que Anya estudió en un colegio muy fino).

Desde que recibió el Nobel, Coetzee parece empeñado en abandonar el tipo de novela que nos gustaba a sus lectores. Elisabeth Costello (un extraordinario libro siempre y cuando el lector asuma qué clase de libro es) fue un experimento que desconcertó a muchas personas que se acercaron a Coetzee a raíz de recibir el Nobel. El Hombre lento (una primera parte maravillosa, en la línea del mejor Coetzee narrador, y una segunda parte de experimento meta-ficcional) nos desconcertó a los nuevos lectores y a los viejos. Esperemos que no sea verdad eso que Coetzee pone en boca del protagonista del Diario de un mal año de que ya no tiene fuerza (o ganas) para escribir una novela.

Para quienes no hayan leído a Coetzee, yo recomendaría Michael K, una de las mejores novelas en lengua inglesa del siglo XX, Esperando a los bárbaros, El maestro de Petersburgo y, por supuesto, Desgracia.

y La edad de hierro no?..

la verdad que estoy esperando ir con mis parientes porque me lo tienen de regalo...y estoy ansioso por leerlo....

aca en Chile he visto Michael K, pero por ejemplo Desgracia esta agotado hace tiempo...muy dificil de conseguir.

[madison]

El Hombre lento (una primera parte maravillosa, en la línea del mejor Coetzee narrador, y una segunda parte de experimento meta-ficcional) nos desconcertó a los nuevos lectores y a los viejos. Esperemos que no sea verdad eso que Coetzee

No lo he leido en mi opinión haces un analisis perfecto de este último libro.

La Edad de Hierro es un libro el cual siempre recomiendo

[peoplespoet]

Lo estoy leyendo y me está gustando mucho. Me parece una forma de novela muy contemporánea que ya no se puede considerar experimental, por más que no sea la forma convencional de novela.

El broker canalla es una caricatura, una máquina de repetir tópicos reaccionarios (podía Coetzee haberse molestado en fabricarse un contrincante ideológico un poco más sutil) y la novia del broker habla y se habla como un libro (Coetzee se da cuenta de que el personaje le está quedando demasiado sentencioso y lo intenta arreglar contándonos que Anya estudió en un colegio muy fino).

Coincido en que las conversaciones entre el broker y su pareja son artificiosas, pero yo no definiría al primero como un reaccionario. Al contrario, es el pensamiento del "señor C" el que se presenta como una "reacción" desesperada ante el cambio de los tiempos, como un ejercicio de fe en el pensamiento moderno frente a la ironía posmoderna, descreída y liberal (en sentido económico) del broker.

Desde que recibió el Nobel, Coetzee parece empeñado en abandonar el tipo de novela que nos gustaba a sus lectores. Elisabeth Costello (un extraordinario libro siempre y cuando el lector asuma qué clase de libro es) fue un experimento que desconcertó a muchas personas que se acercaron a Coetzee a raíz de recibir el Nobel. El Hombre lento (una primera parte maravillosa, en la línea del mejor Coetzee narrador, y una segunda parte de experimento meta-ficcional) nos desconcertó a los nuevos lectores y a los viejos. Esperemos que no sea verdad eso que Coetzee pone en boca del protagonista del Diario de un mal año de que ya no tiene fuerza (o ganas) para escribir una novela.

Si nos fiamos de sus últimas obras lo que parece es que no tiene fuerza para escribir cierta forma de novela, lo cual tampoco debe ser negativo.

[bill murray]

No lo he disfrutado tanto como con "Hombre lento". Como novela, en mi opinión, deja que desear. Como ensayo, está bien.


Saludos.

[peoplespoet]

Ya lo he terminado. Me ha gustado a pesar de que reconozco que es una obra a la que se le pueden poner sus peros.

Desde luego no creo que pueda considerarse un ensayo, Coetzee juega a la confusión entre él mismo y ese señor C protagonista, pero entiendo que no con la finalidad de imponerse como autor en su propia novela sino para recrearse a sí mismo como personaje. Dicho de otro modo, el señor C no es Coetzee sino un personaje que comparte con él numerosos datos biográficos. Y Coetzee decide mostrárnoslo fundamentalmente a través de los textos que escribe, textos que son del señor C y de Coetzee (que es quien se los escribe), pero que Coetzee, creo yo, nunca firmaría como propios (al menos gran parte de ellos). Los ensayos que aparecen en Diario de un mal año pecan de una ingenuidad que encaja para su personaje, pero poco tienen que ver con los ensayos que el propio Coetzee escribe, mucho más complejos, cualquier cosa menos inocentes.

Creo que a la novela le cuesta funcionar, creo que en su final se nos muestran unas consecuencias cuyo recorrido nos perdemos por culpa de la estructura. Todo es demasiado esquemático y un tanto artificioso porque el grueso de la historia la cubren los textos del señor C, mientras que su interacción con el resto de personajes y la de estos entre sí es cuantitativamente menor. De ahí que la evolución de los personajes no se percibe en su trayecto sino al final, una vez se ha consumado.

Pese a ello ya digo que me ha gustado. Me ha parecido original, amena y provocativa en ciertos aspectos.

[JeronimoII]

Un libro que desde la presentación y estructura desconcierta y sorprende.

A lo largo del mismo nos va dando opiniones sobre temas diversos acompañados de dos diarios.

un libro interesante y facil de leer, que nos muestra al coetzee de carne y hueso ese que ya se siente en los sesentas falto del impulso de la juventud, no pude dejar de recordar el sentido de d
Desgracia, en este tambien esta presente el irremediable paso del tiempo ... un coetzee que le teme a la vejez....