Enojos, agravios, portazos.
Enojos, agravios, portazos.
¿Qué me dedican sus ojos?
Enojos.
¿Qué me susurran sus labios?
Agravios.
¿Qué me regalan sus brazos?
Portazos.
De esta manera los lazos
y la mutua aceptación,
ahora tan sólo son:
enojos, agravios, portazos.
Enojos.
¿Qué me susurran sus labios?
Agravios.
¿Qué me regalan sus brazos?
Portazos.
De esta manera los lazos
y la mutua aceptación,
ahora tan sólo son:
enojos, agravios, portazos.
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- El Ekilibrio
- No puedo evitarlo
- Mensajes: 16689
- Registrado: 24 Abr 2006 19:03
- Ubicación: Sociedad protectora de animales y barcomaris
- Contactar:
jajaja que grande 1452, ¿cómo se te ocurren estas cosas?
Cuanto tiempo sin pasar por este cuarto...he estado investigando otros por ahí fuera y cada uno es un mundo, ¿a qué sí eki? Pero ahora prometo vovler a éste que es como mi casa: no estoy nunca pero me siento a gusto y aunque sea tarde siempre vuelvo.
Por cierto a ver si voy calentando que hace tiempo que no aporto nada a mi pequeña biclioteca de gilipolleces.
Un saludo y encantado de volver a leerte!!
Cuanto tiempo sin pasar por este cuarto...he estado investigando otros por ahí fuera y cada uno es un mundo, ¿a qué sí eki? Pero ahora prometo vovler a éste que es como mi casa: no estoy nunca pero me siento a gusto y aunque sea tarde siempre vuelvo.
Por cierto a ver si voy calentando que hace tiempo que no aporto nada a mi pequeña biclioteca de gilipolleces.
Un saludo y encantado de volver a leerte!!
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Saludos. ¡Me ha sorprendido el poema!
Me ha encantado (me quedo corto) pero eso creo que es secundario.
Perdón por estropear el poema, pero hoy me levante más dulce que la miel de panal y me apetecía endulzar.
¿Qué me dedican sus ojos?
Enojos,
y te devuelvo calmada
la paz que hay en mi mirada.
¿Qué me regalan sus brazos?
Portazos,
que son recibidos con mil abrazos.
¿Qué me susurran sus labios?
Agravios,
que son sellados
con suaves bocados.
De esta manera los lazos
y la mutua aceptación,
ahora tan sólo son:
Enojos con paz calmados,
agravios sellados por mis labios,
y portazos,
pero estás en mis brazos.
Me ha encantado (me quedo corto) pero eso creo que es secundario.
Perdón por estropear el poema, pero hoy me levante más dulce que la miel de panal y me apetecía endulzar.
¿Qué me dedican sus ojos?
Enojos,
y te devuelvo calmada
la paz que hay en mi mirada.
¿Qué me regalan sus brazos?
Portazos,
que son recibidos con mil abrazos.
¿Qué me susurran sus labios?
Agravios,
que son sellados
con suaves bocados.
De esta manera los lazos
y la mutua aceptación,
ahora tan sólo son:
Enojos con paz calmados,
agravios sellados por mis labios,
y portazos,
pero estás en mis brazos.
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- El Ekilibrio
- No puedo evitarlo
- Mensajes: 16689
- Registrado: 24 Abr 2006 19:03
- Ubicación: Sociedad protectora de animales y barcomaris
- Contactar:
Pues explícame qué es...El Ekilibrio escribió:Vale.
Pues dejaremos para septiembre tu examen de metáforas.
¡Vaya día!
¿Qué se supone qué es, una forma de decir que mi poema es violento?
Ya somos dos con "¡Vaya día!"
Conphoos, me alegro mucho de que te guste tanto.
SHardin, muy ocurrente
Ja, ja, ja, Chinaski, era una forma de hablar, no voy a contar cómo se me ocurren.
Eso sólo lo hice al principio con dos o tres poemas.
Nosequé
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Otia, que el profe se nos enfada y nos va a dar con la regla
Gracias, Desierto.
Bueno, ahora confesaré
El poema está mal escrito. Quería hacer un ovillejo, pero al último verso le sobra una sílaba, así que ni ovillejo ni ná
Voy a poner uno de Cervantes, que es enorme...
¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
Y ¿quién aumenta mis duelos?
Los celos.
Y ¿quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza
desdenes, celos y ausencia.
Gracias, Desierto.
Bueno, ahora confesaré
El poema está mal escrito. Quería hacer un ovillejo, pero al último verso le sobra una sílaba, así que ni ovillejo ni ná
Voy a poner uno de Cervantes, que es enorme...
¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
Y ¿quién aumenta mis duelos?
Los celos.
Y ¿quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza
desdenes, celos y ausencia.
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