Pues hoy precisamente leía en mi revista de cabecera ("Mujerhoy. com"
...Sí, ¿qué pasa? |
) una entrevista a Donna Leon y copio un fragmento:
Una vez en un cóctel se me acercó un señor mayor.
- No me gustan sus libros -me dijo-. En todos habla muy mal de Italia y de Venecia.
- ¿Sí? ¿En cuál?
- En todos.
Obviamente no había leído ninguno. Seguramente había oído que yo era una extranjera que no dejaba muy bien a Italia y que no publicaba en italiano porque tenía miedo; no porque me gusta vivir en paz.
De los venecianos que me han leído, ninguno me ha dicho nada negativo.
Y luego prosigue con eso de que cuando la prensa italiana dice que hay una extranjera que critica Italia, se da cuenta de que no quiere ser conocida.
Pues yo he leído sólo cinco capítulos y ya he contado varias estacazos.
El primero, a cuenta de los galenos italianos:
"Probablemente la proximidad del cementerio al hospital era fortuita; pero para la mayoría de los venecianos, especialmente los que habían sobrevivido a un tratamiento en el hospital, el emplazamiento del cementerio era un elocuente comentario acerca de la competencia del personal sanitario".
¡Toma ya! Hombreeee... Pero con estas cosas, ¿cómo va a querer esta mujer, que vive en Italia, ser traducida al italiano? Vamos, se pone malita, tiene que ir a urgencias, y anuncian a grito pelado por la megafonía del hospital que la señora Donna Leon anda por allí y desea ser atendida por el competente personal sanitario. Veo yo las luchas de los médicos por pasillos, en plan carrera de cuádrigas de Ben Hur arreándose unos a otros con los estetoscopios para tener el previlegio de ser el primero en preguntarle: "¿Qué te pasa a ti, rica mía?"
Y, bueno, no es sólo ésta. Porque, ¿sobre la limpieza de Venecia? "Si te caes a un canal tienes mas probabilidades de envenenarte que de ahogarte".
Los buzos ahí descubriendo frigoríficos |
Y acerca lo machistas y prejuiciosos que son los italianos y su nepotismo y su enchufismo también se explaya, también...
Todo esto en sólo cinco capítulos, que son los que he leído. Luego hay otros párrafos, como ése que empieza:
"Al igual que otros muchos venecianos, Brunetti palpitaba con la ciudad. A menudo, inesperadamente, le llamaba la atención una ventana en la que hasta entonces no había reparado, o un arco relucía al sol, y él se sentía vibrar en respuesta a algo más infinitamente complejo que la belleza..."
Ashling, me quedo con las ganas de comentar la escena familiar del capítulo V. Así que léetelo pronto