La Cruzada De Los Niños - Peter Berling

En este foro se hablará de novelas históricas.

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az681
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La Cruzada De Los Niños - Peter Berling

Mensaje por az681 »

La cruzada de los niños relata uno de los episodios menos conocidos u más trágicos de toda la larga historia de las cruzadas.En 1212 en Francia yen Alemania se reunieron millares de niños y de adolescentes dispuestos a emprender una aventura arriesgadisima.armados solo con su fe y su inocencia pretendian liberar la ciudad santa de Jerusalén.Diezmados por la dsilusión,el hambre y los cazadores de esclavos,ninguno llegó a su meta.
Han pasado diez años.Uno de los participantes en esta cruzada,Rik Van de Bovenkamp,se ha convertido al islám y es preceptor del hijo del emir de Mahdia(Túnez).Este,junto con Rik,trata de reconstruir aquellos terribles acontecimientos;para ello,ha logrado reunir a algunos de los supervivientes de la malaventurada crruzada para que le narren su historia:la crónica de algo que nunca debió suceder. :lol: :lol: :lol:
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az681
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Mensaje por az681 »

Historia y aventura,coraje y pasión en una novela apasionante sobre un episodio tan sorprendente como verídico. :lol: :lol: :lol:
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lucia
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Mensaje por lucia »

Me suena, pero no sé si es de habérmelo leído o de haber mirado la reseña :roll:
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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az681
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Mensaje por az681 »

Es una novela un tanto curiosa,pero vale la pena el intento de leerla. :lol: :lol: :lol:
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AlmaLeonor
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Mensaje por AlmaLeonor »

¡Hola!
Peter Berling menciona la "Cruzada de los niños" o "Cruzada infantil" en su cuatrilogía de "Los Hijos del Grial". Me leí estos cuatro libros hace tiempo. El primero dos veces, porque me gustó mucho y me parece el mejor con diferencia del resto. Más tarde leí otro relacionado con el mismo tema que se titulaba "La Condesa de Otranto" pero no me acabó de gustar y no le terminé. No creo que lea otro libro de este autor con la misma trama de fondo.

En cuanto a lo verídico de la historia, no es así exactamente. Las "Cruzadas" que conocemos, las famosas, fueron 8, pero hubo muchas más, unas veces organizadas por nobles y obispos y otras por simples parrocos o un grupo de villanos (de habitantes de villas, no malvados). Quizá la "primera" cruzada (y no fue la primera, ya había habido otros llamamientos anteriores) fue la de Pedro el Ermitaño, que al frente de masas enfervorizadas por la religión, acabó eclipsando el papel del Papa. La llamada “Cruzada Popular” llegó a Constantinopla en Otoño del 1.096. Estaba formada por hombres mujeres y niños, muchos niños y jóvenes que pensaban que unicamente armados con su fe podrían devolver la paz a los Santos Lugares. Fue una auténtica masacre. El ermitaño y sus seguidores mataron a cuantos judios y herejes se encontraron por el camino porque predicaba que así lo decian las escrituras, como un "paso previo" a la total conversion al cristianismo. Sufrieron hambre y asaltaban granjas y villas (imaginaos una barahunta hambrienta). Al llegar a Constantinopla no se les dejó entrar. Acamparon en los muros de la ciudad y asaltaban a cuantos mercaderes y peregrinos entraban en la misma. El Rey Bizantino acabo por trasladarlos a la parte oriental para que siguieran su camino, pero fueron atacados y masacrados. Estos hechos ocasionaron el inicio de los recelos y desconfianza entre Cruzados y Bizantinos.

Después de esa vinieron muchas, "Cruzadas", unas más conocidas, y otras menos, unas Regias o Papales y otras Populares. El trasiego de gentes de occidente a oriente fue constante aunque no revistiera el caracter de "Cruzada" (una llamada de un poder politico o religioso).

A partir de la 4ª Cruzada de 1.202 (cuentas que la historia de Berling se situa en 1.212) las cosas habían adquirido tintes muy dispares. Al protagonismo de las Cruzadas Religiosas le sucedio el protagonismo de las "Cruzadas Comerciales" en las que los venecianos y genoveses toman la iniciativa y los cruzados conquistan Constantinopla. Todo el ambiente se "enrarecio" mucho a partir de entonces. La 8ª Cruzada preparada por el Rey de Francia en 1.270 fue la última (murió este Rey). Habían entrado en el conflicto mongoles y mamelucos. Fue Baybars, rey de estos últimos quien tomó San Juan de Acre, el 18 de Mayo de 1.291 y a partir de ahí el declive de los Reinos Cristianos de Oriente fue inminente.

En 200 años (desde la primera cruzada a la caída de Jerusalen), las historias pueden dar para mucho, y siempre se quedarán cortas con respecto a la realidad, de eso estoy segura. Pero aunque Peter Berling se base en Cruzadas o Peregrinaciones organizadas hacia los Santos Lugares, que fueron muchas, siempre hay que tener en cuenta que es una novela.

Este librito que os pongo aqui es muy visual, facil de leer y cortito, que ilustra sobre las Cruzadas, y todas sus implicaciones:

“LAS CRUZADAS” ; GEORGE TATE ; Biblioteca de bolsillo CLAVES ; 1.999

Besos.AlmaLeonor.
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ciro
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Mensaje por ciro »

A mi este libro me resultó pesadito, demasiado cargado de hechos y poco de novelacion. Contrariamente a la tetralogia de Los hijos del Grial que es amena y muy interesante, éste se hace recargado y lento en su evolucion de la historia.
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AlmaLeonor
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Mensaje por AlmaLeonor »

¡Hola!
Se me olvidó decir que el libro del que os hablé puede que no lo encontreis más que en bibliotecas. Yo le encontré en la mia, y no lo localicé en ninguna libreria.
Besos.AlmaLeonor.
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trencavel
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Mensaje por trencavel »

la cruzada de los niños lo empece pero me mareo el ir y venir de personajes e historia,quiza no estaba centrado para el libro y lo aparque de momento,su pentalogia de los hijos del grial,los 3 primeros me gustaron,pero cada vez un poco menos,el cuuarto me esta costando sudores acabarlo,da la vuelta al mismo tema siempre y tiene una compejidad argumental ya q es excesiva a mi entender,y el quinto pues lo leere pq es cortito y asi acabare lo q empece no se cuantos años atras ya :D
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az681
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Mensaje por az681 »

Cruzada de los niños (1212)

Esta cruzada fue organizada en Francia por un niño llamado Estefan de un pequeño pueblo cerca de Vendome y en Alemania por un niño llamado Nicolás que vivía cerca de Cologne. Pequeños grupos de niños se fueron juntando hasta llegar desde 20,000, hasta 90,000, lo cual no se sabe por seguro. Estos niños marcharon hacia Italia para luego zarpar hacia Tierra Santa. Al llegar a Italia los niños esperaron que el mar se les abriera como se le abrió a Moisés, lo cual no paso. Al ver que el mar no se abría los niños se dividieron en dos grupos, uno que se disolvió y otro que fue hacia Francia para probar suerte, pero en Francia solo fueron engañados por mercaderes que les prometieron llevarlos a Tierra Santa, pero solo los llevaron a Egipto para volverlos esclavos.

como ves si existio esta cruzada.
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az681
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Mensaje por az681 »

Introduccion

Cruzadas fue como se les llamo a los movimientos cristianos que pretendían expulsar a los infieles de tierra santa. Estas fueron conducidas desde Europa Occidental hacia el medio oriente, donde los musulmanes habían capturado los lugares santos. Fueron ocho en total sin contar otras dos que no fueron cruzadas reales, como la cruzada de los niños y la de los labriegos.











Cruzadas

Causas

Entorno al año 1000, Constantinopla se era la ciudad más prospera y poderosa del mundo conocido. Situada en una posición estratégica fácilmente defendible, en medio de las principales rutas comerciales y con un gobierno centralizado y absoluto dirigido por un Emperador y con un ejercito capaz y profesional, hacían que el imperio fuera casi invencible.

Los enemigos del Emperador Basilio II Bulgaroktonos habían sido humillados, sometidos y absorbidos por el imperio. Cuando murió Basilio, emperadores menos competentes ocuparon el trono bizantino. Al mismo tiempo, una nueva amenaza surgía proveniente de Asia: Los Turcos, tribus nómadas convertidas al Islam. Que al poco tiempo atacaron Constantinopla. Y en el año 1071 el “invencible” ejercito imperial fue arrasado. En aquel momento las fuerzas musulmanas estaban ubicadas a pocos kilómetros de Constantinopla. Por otra parte el ejercito turco también había avanzado hacia el sur, hacia Siria y Palestina y en el año 1070, una parte de sus columnas entraban triunfantes y altaneras en Jerusalén.

En Europa se formo un temor a que los turcos conquistaran sus territorios e hicieran desaparecer a la religión cristiana por los alarmantes rumores de saqueos y torturas y horrores cometidos hacia peregrinos cristianos. En 1801, Alejo Comneno decidió que debía detener a esta amenaza asiática y mando emisarios a con el papa Urbano II para proponerle una alianza contra los turcos, cuando en Europa el Papa quería ampliar su poder político y religioso.

Las Cruzadas se convirtieron en el medio para encontrar y dar salida a las ambiciones de Nobles y Caballeros deseosos de tierras. Las expediciones también ofrecían grandes oportunidades comerciales a los mercaderes de las ciudades de Occidente. En una sociedad de creyentes, con el convencimiento que la lucha contra los infieles garantizaba la salvación espiritual eterna, lo que llevo a la formación de las cruzadas.

La cruzada de los labriegos (1095-1096)

Urbano, con su discurso de Clermont, había sacudido a toda Europa y la había creado un ambiente de fanatismo religioso. Miles quisieron acudir al llamado, aun antes de que siquiera se organizase un ejército que marchase a liberar la Tierra Santa. Es entonces cuando apareció Pedro el Ermitaño.

Pedro era un monje de la región de Flandes, en lo que actualmente es Bélgica. Allí se dedicó a convencer al pueblo con la idea de que era el deber de todo cristiano hacer algo para librar a Jerusalén de los infieles. Enardecidos, los campesinos que escucharon sus palabras formaron un pequeño ejército alrededor de él, que luego marcho hacia la Ciudad Santa, sin esperar a que se formara el gran ejército cristiano. Después de haber obtenido el apoyo de otros grupos de origen semejante atravesó Europa hasta Constantinopla. Durante el viaje, los "soldados" de Pedro cometieron toda clase de perjuicios contra los habitantes de las regiones atravesadas. En particular, saquearon numerosos pueblos y realizaron más de una masacre de judíos, considerando que asesinar a los verdugos de Jesús era el más piadoso de los actos. Cuando finalmente llegaron a la capital bizantina, el emperador Alejo quedó anonadado, eso no era precisamente lo que esperaba que le mandaran los occidentales. Trató de deshacerse rápidamente de ellos enviándolos a Asia Menor, donde los turcos se encargarían de la "Cruzada de los Labriegos", como se llamaba a sí misma esta turba incontrolable. Efectivamente, fueron emboscados en Xerigordon, y finalmente, asesinados o vendidos como esclavos.

Primera Cruzada (1095-1099)

El 28 de Noviembre de 1095, en el Concilio de Clermont, al grito de «¡Dios lo quiere! », El Papa Urbano II invitó a todos los cristianos a tomar camino a Jerusalén, con una cruz como enseña. Urbano II designó como representante a Ademar de Monteil, obispo de Puy. Se formaron cuatro ejércitos: los caballeros del sur de Francia, capitaneados por el conde de Tolosa Raimundo de Saint - Gilles, atravesaron los Alpes, el valle de Po y Dalmacia; los de Lorena, al mando de Godofredo de Bouillon y de Balduino de Flandes, cruzaron Alemania y Hungría; los caballeros del norte de Francia, al mando de Hugo de Vermandois, y los normandos de Bohemundo de Tarento y de su sobrino Tancredo siguieron rutas más meridionales.

El emperador bizantino Alejo I Comnend, facilitó a éstos el paso a Asia Menor. Pronto los cruzados se apoderaron de Nicea; en Dorilea (1 -VII - 1097) obtuvieron una victoria sobre los selyúcidas, lo que les permitió alcanzar Antioquía, a través de Frigia y del Tauro, sin hallar gran resistencia. Conquistada Antioquía tras sitio (1098), los cruzados intentaron adueñarse de Damasco. El legado pontificio Daímberto, sucesor de Ademar de Monteil, se apresuró a organizar el reino latino de Jerusalén, cuya Corona fue ofrecida a Godofredo de Bouillon. En Europa habían sido creados el condado de Edesa (1097 - 1144) y el principado de Antioquía (1098 - 1268).

Segunda Cruzada(1147 - 1149)

La conquista de Edesa por Zenguí, sultán turco de Mosul, hizo comprender a la cristiandad la fragilidad de sus establecimientos en Siria y Palestina. El Papa Eugenio III confió a san Bernardo de Claraval la predicación de una nueva Cruzada, cuya dirección asumieron Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania. Los ejércitos franceses partieron de Metz, mientras los alemanes desde Ratisbona; siguiendo el valle del Danubio arribaron a Contantinopla. En Anatolia, Conrrado III fue vencido por los turcos y decidió regresar a Constantinopla así desde allí embarcar hacia San Juan de Acre. En la ciudad Santa se reunieron todas las fuerzas expedicionarias. Luis VII y Conrado III decidieron poner sitio a Damasco. La segunda cruzada, en la que había tantas esperanzas, terminó en un rotundo fracaso.

Tercera Cruzada (1189 - 1192).

Tras su victoria sobre Guido de Lusignan en la batalla de Hatin (Junio de1187), los turcos de Saladino se apoderaron de Jerusalén (Octubre de 1187) y del reino latino. El papa Gregorio VIII se apresuró a pedir de todos los monarcas apoyo para recuperar la Ciudad Santa. Afines de 1189 se sumaron a la cruzada Felipe Augusto de Francia y el monarca inglés Ricardo Corazón de León. Los expedicionarios alemanes, desde Ratisbona, tomaron la ruta del Danubio, a Constantinopla y pasaron al Asia Menor, donde derrotaron a los turcos cerca de Inconium; pero la inesperada muerte de Federico Barbarroja, un mes después, al atravesar el río Cnido, en Cicilia, privó a la tercera cruzada de su mejor estratega.

No tardaron en surgir dudas y desacuerdos entre el monarca inglés y el francés, por lo que Guido de Lusignan decidió regresar a su país. La tercera cruzada se convirtió en una empresa personal del esforzado pero poco hábil Ricardo Corazón de León, quien logró derrotar a Saladini en Arsuf, pero no consiguió conquistar Jerusalén. El soberano inglés y el sultán turco, acordaron una tregua de tres años, tres meses, tres semanas y tres días; el mantenimiento de las posiciones respectivas y el libre acceso a Jerusalén de los peregrinos cristianos, sin armas y en pequeños grupos. La cristiandad no pudo admitir con alegría este acuerdo: habían sido muchas las fuerzas movilizadas para un tan pobre resultado.

Cuarta Cruzada (1202-1204)

Cuando murió Saladino (1193), el papa Celestino III le pidió al emperador Enrique VI que organizara una nueva cruzada; pero la repentina muerte del monarca alemán (1197) frustró la empresa. Poco después de ser elevado al trono papal, Inocencio III hizo un nuevo llamado a la cristiandad, exhortándola a juntar sus fuerzas y reconquistar Tierra Santa. El emperador alemán Felipe de Suabia y muchos caballeros del Occidente europeo respondieron a la llamada del Papa.. Mientras que el papa Inocencio III deseaba ardientemente la recuperación de la Ciudad Santa, Venecia sólo pretendía consolidar su dominio del comercio en el mediterráneo oriental; por su parte, Felipe de Suabia, alegando los derechos de su esposa, trataba de hacerse con el trono de Constantinopla.

Los cruzados, no pudiendo reunir la cantidad convenida, pagaron los servicios de las naves venecianas con la conquista de la ciudad de Zara, que poco antes se había liberado del dominio de la Serenísima y se había entregado al rey de Hungría. Desde Zara la expedición puso rumbo a Constantinopla, dividida por las luchas entre Alejo III e Isaac II. Los cruzados tomaron la ciudad y repusieron en el trono a Isaac II, al que quedó asociado su hijo Alejo IV.

Cruzada de los niños (1212)

Esta cruzada fue organizada en Francia por un niño llamado Estefan de un pequeño pueblo cerca de Vendome y en Alemania por un niño llamado Nicolás que vivía cerca de Cologne. Pequeños grupos de niños se fueron juntando hasta llegar desde 20,000, hasta 90,000, lo cual no se sabe por seguro. Estos niños marcharon hacia Italia para luego zarpar hacia Tierra Santa. Al llegar a Italia los niños esperaron que el mar se les abriera como se le abrió a Moisés, lo cual no paso. Al ver que el mar no se abría los niños se dividieron en dos grupos, uno que se disolvió y otro que fue hacia Francia para probar suerte, pero en Francia solo fueron engañados por mercaderes que les prometieron llevarlos a Tierra Santa, pero solo los llevaron a Egipto para volverlos esclavos.

Quinta cruzada (1218-1221)

Aunque muy afectado por el imprevisto fin de la Cuarta Cruzada, Inocencio III no cejó en su desempeño de agrupara toda la cristiandad occidental y, bajo la autoridad papal, conducirla a la conquista de los Santos Lugares. El IV Concilio de Letrán (1215) aprobó la predicación de una nueva cruzada. Apenas iniciados los preparativos (1216) Inocencio III murió. Su sucesor, Honorio III, continúo con la empresa. Participaron en ella Andrés II de Hungría, el duque Leopoldo VI de Austria, Guillermo de Holanda y Juan de Brienne, rey titular de Jerusalén, entre otros. En un principio la expedición tuvo como objetivo la conquista de Palestina, pero no habiendo logrado expugnar el Monte Tabor, los cruzados se trasladaron hacia Egipto, donde tomaron Damieta y obtuvieron un gran botín. Alramado, el sultán ayubita les propuso la paz, que el cardenal pelagio, legado pontificio, creyendo fácil la conquista de todo el país, rechazó, contra el parecer de Juan, partidario de canjear Damieta por Jerusalén. Los expedicionarios marcharon sobre El Cairo, pero los continuos ataques de que eran objetos y la crecida del Nilo les obligaron a emprender la retirada. Los sobrevivientes, para salvar su vida y su libertad, hubieron de devolver Damieta al sultán (1221).

Sexta cruzada (1228-1229)

La predicó el Papa Honorio III, y desde un primer momento se contó con el emperador Federico II prestaría a ella todo su apoyo y colaboración. El monarca alemán había hecho numerosas promesas en tal sentido, pero jamás había tenido intención de cumplirlas. (Federico II veía a la cruzada como algo impropio: a sus ojos la diplomacia era un arma más eficaz que la guerra; por otra parte, la cruzada había de favorecer los intereses del papado, su encarnizado rival,, pero en modo alguno los suyos.) Una y otra vez Federico II aplazó la expedición. Sólo ante la excomunión lanzada contra él por Gregorio IX, el enérgico sucesor de Honorio III, Federico II decidió embarcarse hacia Palestina, acompañado de un reducido ejército (1228). Su propósito no era la conquista de los santos Lugares, sino el establecimiento de un condominio cristiano-musulmán sobre ellos. Federico II y el sultán egipcio llegaron fácilmente a un acuerdo, por el que aquél recibió Jerusalén, Nazaret, Belén y las poblaciones situadas junto al camino entre el puerto de Jaffa y la Ciudad Santa; también se concertó una tregua de diez años (1229).

Séptima cruzada (1248-1254)

En 1239, poco antes de expirar la tregua acordada en 1229, Teobaldo de Champaña, rey de Navarra, dirigió una expedición a Tierra Santa, sin resultado alguno. Como respuesta, los musulmanes se adueñaron nuevamente de Jerusalén. Un año después, en 1240, Ricardo de Cornualles recupera los Santos Lugares para la cristiandad, pero por poco tiempo: en 1244 las fuerzas cristianas en Palestina eran derrotadas en la batalla de Gaza y, como consecuencia, solo Jaffa y San Juan de acre permanecían bajo su dominio. Ante este desastre el Papa Inocencio IV Hizo un nuevo llamado a los príncipes cristianos. Luis IX de Francia asumió la dirección de la cruzada. El monarca y lo mas notable de la nobleza francesa embarcaron en Aigües-Mortes (1248), rumbo a Chipre y Egipto, donde, tras apoderarse de Damieta (1249), marcharon sobre El Cairo. Como hicieran treinta años antes los expedicionarios de la Quinta Cruzada, Luis IX y sus caballeros desoyeron las ofertas del sultán egipcio de canjear Damieta por los Santos Lugares. En las proximidades de Mensura los musulmanes ocasionaron a los cruzados una dura derrota, y en la retirada fue hecho prisionero el rey Francés con buena parte de su hueste. El precio de su libertad fue la entrega de Damieta y de un millón de besantes de oro. Desde Egipto Luis IX paso a Palestina, donde se quedó varios años, hasta 1254, impulsando la fortificación de las pocas plazas en poder de los cristianos.

Octava Cruzada (1270-1270)

La perdida de Jaffa y de Antioquía (1268) Hacia proveer un inmediato fin de los establecimientos cristianos en Oriente. Esto Movió a Luis IX a tomar nuevamente la cruz. Probablemente cediendo a los deseos de su hermano Carlos de Anjou, rey de Nápoles y de Sicilia, deseoso de liberarse de los piratas que asolaban las cosas de los estados, el monarca Francés decidió atacar al Islam por la retaguardia. Desde Aigües-Mortes, donde embarco el 1 de agosto de 1270, puso rumbo a Túnez. Poco días después de haber formado el cerco de esta ciudad, se declaro una terrible epidemia entre los sitiadores; el 25 de agosto sucumbía Luis IX. La expedición quedó al mando de Carlos de Anjou, quien obtuvo del sultán tunecino un ventajoso tratado (1270). En 1274 el Papa alentó una nueva expedición, a la que prometió su ayuda el emperador Rodolfo de Habsburgo; pero no paso de ser un proyecto. Aun en el s. XIV la cristiandad organizo varias campañas contra los infieles, que no pueden ser calificados de cruzada.

Consecuencias De Las Cruzadas:

Iglesias, fortificaciones y una serie de impresionantes castillos, como los de Marqab, en la costa de Siria, Montreal, en la Transjordania, el krak de los Caballeros, cerca de Trípoli y Monfort, cerca de Haifa (Israel).

Estabilización del comercio de las ciudades italianas.

Generaron un interés por la exploración del Oriente.

Establecieron mercados comerciales de perdurable importancia.

Desarrollo de sistemas de impuestos directos.

Mecanismos que generaciones posteriores de europeos usarían y mejorarían, al colonizar los territorios descubiertos por los exploradores de los siglos XV y XVI.

Aumento de prestigio para Francia, que había proporcionado la mayoría de los contingente

Contribuyeron a la disolución del sistema feudal al sacar al mercado gran número de propiedades agrícolas y perturbar la continuidad de los títulos.

Nuevos productos fueron introducidos en Europa, como azúcar, limones, algodón, muselina, damasco, pólvora, púrpura, espejos, etc.

Aparecieron nuevos emporios comerciales, como Acre y Famagusta.



:lol: :lol: :lol: Espero que todo esto os sirva de modo aclaratorio
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az681
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Mensaje por az681 »

Un día del año 1212, un pequeño, de nombre Nicolás, comenzó a predicar que se le había aparecido Dios para encomendarle una misión. Debía partir hacia Jerusalén con un ejército conformado por inocentes, pues sólo así la cristiandad lograría triunfar allí donde los mayores habían fracasado.
La Cruzada Infantil de 1212, constituye uno de los casos más estremecedores de tráfico de menores ocurridos en la historia de la humanidad. En el año 1212 una expedición conformada por más de 50.000 niños partió de Alemania hacia Jerusalén. A las pequeñas cruzadas les movía la idea de que su fe infantil les haría triunfar allí donde los mayores habían fracasado. La historia reúne todos los ingredientes de la literatura fantástica y de hecho existen novelas y comics que relatan los acontecimientos narrados con bastante maestría. Solo por esta vía han llegado al gran público, pues como no daban una imagen muy positiva de la Cristiandad, fueron relegados a meras notas a pie de páginas en los libros de historia en vez de otorgárseles la importancia que merecían. Los medievalistas que trataron el tema afirmaron que de lo acontecido solo sobrevivieron leyendas y no les falta razón. “No hay en la Edad Media, salvo el caso de Juana de Arco, una serie de hechos en que la historia se revele tan impregnada de mito, en que el mito parezca también recubrir la historia por complejo, como estas Cruzadas de los Niños que conmovieron a la Cristiandad Occidental durante el año 1212”, decía al respecto el historiador P. Alphandery. Es por ello que tradicionalmente se habla de una sola cruzada cuando en realidad hubo dos que probablemente tuvieron alguna relación entre si. También se da por hecho que la expedición la integraba únicamente los niños, cuando estudios más avanzados señalan que podría tratarse más bien de un movimiento de marginados.
En las inmediaciones de Colonia un grupo de personas, instigados por la predicción de un niño llamado Nicolás, comenzaron a peregrinar hacia el Rhin, decían que Dios les había ordenado liberar Jerusalén. Este movimiento tiene su paralelo en Francia, donde un joven pastor llamado Esteban, comenzó también a llamar a la Cruzada. Afirmaba que Cristo se le había aparecido bajo la forma de un pobre peregrino. Cronológicamente la expedición alemana precede a la francesa, pues su origen se sitúa entre la Pascua y Pentecostés de 1212.

UN ÁNGEL LES DIJO QUE ESTABAN DESTINADOS A LIBERAR JERUSALEN

A consecuencia de la expedición alemana, en Francia surgió un movimiento de masas paralelo que implicó a 30.000 personas. El anónimo de Laon refiere que en Junio de 1212, un pastor llamado Esteban apareció en la aldea de Eloises, cerca de Vendame, predicando que se le había aparecido Dios, bajo la forma de un pobre peregrino. El misterioso personaje, le entregó al niño Esteban una carta para el Rey de Francia. La peregrinación se dirigió a la Corte y solicitó audiencia con el Monarca quien, tras consultar el asunto con los maestros de París, les ordenó volver a sus casas.
“Miles de pueri abandonaron súbitamente sus hogares y se dirigieron hacia el Sur con el propósito de llegar a Jerusalén”, dice Meter Raedts. No hay evidencias de que nadie les obligara a tomar esta decisión. De hecho las fuentes señalan que las cruzadas se lanzaron a la empresa contradiciendo las directrices de sus padres. Cuando les preguntaban que les había conducido a esta descabellada idea, pues años antes un gran ejército dirigido por reyes y duques habían intentado en vano este objetivo. Contestaban que seguían la voluntad de Dios. Diversas fuentes identifican al niño Nicolás como el jefe de este movimiento. Joahnes de Codagnelus relata que el pequeño tuvo una visión en la que se le había aparecido un ángel. El supuesto mensajero divino le dijo que él y sus seguidores estaban destinados a liberar el Santo Sepulcro y que Dios, al igual que había hecho con los israelitas, dividiría el mar para que pudieran llegar a Tierra Santa “sin mojar los pies”. Las cruzadas se dirigieron desde Colonia hacia el Sur siguiendo el curso del Rhin. Está registrado su paso por Sepeyer, sobre el 25 de Julio, y su llegada a Alsacia, donde su llegada debió causar una gran expectación, a juzgar por el extraordinario número de crónicas y anales que los mencionan. “Allí por donde pasaban las cruzadas eran recibidos con entusiasmo y los lugareños les ofrecían bebida y comida”, dicen las crónicas. Tras descansar unos días reanudaban la marcha hacia Génova. Según afirma Meter Raedts les movía tal entusiasmo que en algunas jornadas llegaron a cubrir 35 kilómetros al día. El viaje debió de ser extenuante, pues se cuenta que muchos murieron a causa del calor, el hambre y la sed, antes incluso de haber llegado a los Alpes. Argelius Palis, cronista de Génova, notifica el 25 de agosto, que sobre 7000 mujeres y niños llegaron a la ciudad.
”Todos llevaban cruces, objetos de peregrinos y bultos de equipaje”, indica el escribano. Es aquí donde se descalabra la Cruzada de los Niños. Al no abrirse el mar tal como les habían prometido, muchos partieron al día siguiente, desilusionados por el engaño del que habían sido objeto. Algunos fueron hacia Marsella y otros a Roma. En este último emplazamiento, el cronista conocido como Marbach refiere con sádica satisfacción que finalmente comprendieron los estúpidos que habían sido, pero ninguno consiguió la exención de la promesa de la Cruzada. Sin embargo, no todos habían perdido la esperanza. La gesta Treveroun informa de que un gran grupo se dirigió al puerto de Brindisi para seguir la expedición en barco. El obispo les había prohibido embarcar porque sospechaba que el padre de Nicolás tenía la intención de venderlos a los infieles, pero desoyeron sus palabras. Como se temía el prelado unos días más tarde serían capturados por los piratas y los vendieron a los sarracenos. Era el trágico final de su fe, de sus esperanzas infantiles. “Aquellos que se habían acostumbrado a atravesar las tierras en hondas y multitudes, siempre cantando a los cielos, regresaban ahora silenciosos, descalzos y consumidos por el hambre, tantos a los ojos de todos ya que muchas chicas habían perdido su virginidad” señala el cronista Marbach. Las distintas fuentes no se ponen de acuerdo sobre el destino de Nicolás. Así, mientras hay quienes aseguran que murió en Brindisi y que, poco después, su padre se suicidó en Colonia, otras afirman que volvió a tomar la cruzada en 1217 para luchar contra los Infieles en Acre y el cerco de Damietta.
En su estadio más avanzado, cuando ya había pasado la exaltación y el entusiasmo de los primeros momentos, el movimiento alemán había alcanzado Francia donde se inició una nueva expedición que también se disolvería rápidamente.

:lol: :lol: :lol: Como veis esta ceuzada si la recogen las fuentes
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az681
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Mensaje por az681 »

Creo que deberiamos abrir un hilo sobre Peter Berling.¿QUÉ OS PARECE?. :lol:
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Mireia
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Mensaje por Mireia »

Yo también me lei la cuatrilogia de "Los hijos del Grial", me gustaron bastante sobre todo los dos primeros.
Estuve buscando "La cruzada de los niños" porque era un tema que me interesaba, ya que de adolescente habia leido un par de novelas sobre el tema, pero nunca la encontre.
Adjunto dos link que he abierto sobre las novelas juveniles que lei sobre la cruzada infantil:

https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=13634
https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?t=13635
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Mensaje por az681 »

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AlmaLeonor
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Mensaje por AlmaLeonor »

¡Hola!
No es por polemizar, pero quiero apuntar que ni las causas, ni las consecuencias, ni el desarrollo mismo de las Cruzadas, es algo en lo que los historiadores se han puesto de acuerdo. Ni ahora ni antes. Si se consultan las fuentes, las del momento y las actuales, nos encontrariamos con versiones distintas.
En el momento en el que se inician las Cruzadas, a principios del siglo XI había tres espacios político-económicos: El Islám, Bizancio, y el Occidente Cristiano. Todos ellos atravesaban dificultades y enfrentamientos internos.

"Occidente ejercía un protectorado moral sobre los Santos Lugares y especialmente Jerusalen. El peregrinaje a esta ciudad era fluido desde el siglo IV (Santa Helena y la “Verdadera Cruz de Cristo”) y se vio facilitado por la creación de Hospicios. A veces revestía el aspeco de una empresa colectiva que movía grandes multitudes como en 1.064-65, cuando Gunther, obispo de Bamber, emprendio viaje a Tierra Santa acompañado de casi doce mil personas (en otras fuentes se mencionan seis mil). La conquista Turca interrumpio el peregrinaje a los Santos Lugares."

En occidente el enfrentamiento entre el Imperio y el Papado era cada vez más crispado. Además el avance del Islám amenazaba con convertir la europa cristiana en una presa entre una pinza (hay que recordar que España era Musulmana en esos momentos) y representaba un peligro tanto religioso como politico, economico y militar. Bizancio y el Papado mantenía un pulso desde hacía mucho tiempo, a causa del cisma, lo que tambien contribuyó a enrarecer las relaciones. De hecho fue el emperador bizantino quien pidió ayuda al Papa para luchar contra los turcos que acosaban su imperio desde la Batalla de Mankizert de 1.071. En 1.080 el Papa aún no había decidido intervenir. Ponía como condición que Constantinopla se sometiera a la norma Católica. Enrique-IV (Emperador) y Urbano-II (Papa) estaban enfrentados vivamente en occidente, cuando llegó el anuncio de la Cruzada, en 1.095.

Urbano-II tomó la iniciativa de convocar una Cruzada en la que los Principes, Reyes y Caballeros occidentales debían tomar parte. No fue la primera (hubo otras anteriores convocadas para luchar contra los árabes en Europa y en el Mediterráneo). Las causas no fueron tan altruistas. Había razones de orden social (las luchas entre caballeros en europa), político (el enfrentamiento Imperio-Papado) y económico (la pirateria del mediterráneo y el freno del "comercio" generado en torno a las peregrinaciones). Las causas de orden Religioso se tomaron como "excusa" y sirvieron más para animar a la empresa que como motivo de la empresa misma (se concedió el perdón a quienes participaban en la cruzada, además de liberalizaciones de pagos). Aunque la realidad es que para los participantes los motivos religiosos pesaron mucho y los "Cruzados" lo entendieron como una empresa cristiana. A lo largo de todo el periodo de dominio cristiano en oriente, desde 1.095 hasta la caida de Acre en 1.291, fueron muchas las expediciones que se organizaron hacia Tierra Santa, aunque no revistieran el nombre de "Cruzada", era entendida así por los peregrinos, familias, nobles, soldados, monjes, etc. etc. etc. que viajaban de uno a otro lado. Las llamadas "cruzadas infantiles" fueron parte de estos movimientos y no están probadas. Viajaron muchos jóvenes (no niños) en estos movimientos, y su periplo fue muy idealizado incluso en la época. Pero no configuraron una "Cruzada" ni fueron movimientos organizados.

"Por sus objetivos y por las multitudes que movilizó, la Cruzada fue una sorpresa tanto para Bizancio como para el Islam. El mismo Papa se sorprendió por la acogida de su llamamiento. Por un lado movilizó 4 ejercitos, constituidos por Caballeros que no dependian de ningún reino (y que aspiraban a hacerse con un principado en Oriente)."

El desarrollo de las Cruzadas más conocidas (las 8) es como lo relatas, a grandes rasgos. La Historia acabó demostrando muchas menos idealizaciones de los hechos. En realidad las disputas entre señores y reinos de europa se trasladaron a Oriente y allí siguieron desarrollándose los complicados entresijos de las luchas feudales, incluso más que en europa. La Cuarta Cruzada conquistó Constantinopla, demostrando así que uno de los intereses de la empresa era la destrucción de Bizancio. Las últimas Cruzadas (la 7ª y la 8ª) no se dirigieron a los Reinos de Oriente, ni a luchar contra el Islám en los Santos Lugares, se dirigieron a Egipto y Túnez, y fueron un intento personal del Rey Francés de imponer su hegemonía cristiana. En los Reinos Orientales ya nada podía hacer, y la empresa fracasó estrepitosamente.

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“Es importante que sin más tardanza acudais en auxilio de vuestros hermanos que viven en los paises de Oriente y que a menudo han solicitado ya vuestra ayuda....Los turcos destruyen las iglesias y saquean el reino de Dios....Por ello os exhorto y os suplico (y no soy yo quien lo hago sino el propio Señor) a vosotros, heraldos de Cristo, que persuadais a todos, sea cual fuere la clase de la sociedad a la que pertenezcan, caballeros o infantes, ricos o pobres , con vuestras frecuentes predicaciones, que acudais en auxilio de los cristianos y expulseis a este pueblo nefasto lejos de nuestro territorio...Es Cristo quien lo ordena....¡Que los que se peleaban con sus hermanos y parientes luchen ahora, de manera recta, contra los barbaros!...Aquí eran desgraciados y pobres; allí serán felices y ricos. Aquí eran enemigos del Señor; allí serán sus amigos”.
(Primer llamamiento de Urbano II en Clermont, el 27 de noviembre de 1.095, relatado por Foucher de Chartres, “Histoire Hierosolumitana”, en “Recueil des Historiens des Croisades, Historiens Occidentaux”, Tomo III. ).

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“Era todo occidente, todas las naciones bárbaras que viven en el país situado entre la otra orilla del Adriático y las Columnas de Hercules, el que emigraba en masa, arrastrando familias enteras, hacia Asia atravesando Eruopa de un extremo a otro...Estos hombres sentian tanto ardor y entusiasmo que llenaron todos los caminos; estos soldados celtas iban acompañados de una multitud de gentes sin armas, más numerosos que los granos de arena y que las estrellas, y que llevaban palmas y cruces cosidas en sus hombros: mujeres y niños que abandonaban su pais”.
(Anna Comneno, Alexiade, X. )

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“El viernes veinte rajab (25 de septeiembre), el sultan se dirigio al lado norte y planto sus tiendas, estrechando las rutas de los francos y abriendo ampliamente los caminos de la muerte. Levanto catapultas para ordeñar la leche de los desastres, hizo gritar a la Roca lanzandole piedras y obligo a las malditas tropas enemigas a refugiarse tras las murallas. Asi ya no pudieron aventurarse fuera de los muros sin cosechar la muerte, el dia de su desgracia y la perdición de su alma.... Se domino al enemigo, sus filas perdieron el control, se franqueo el foso, se ordeno el ataque: para los musulmanes significo la victoria, para los infieles la muerte”.
(La Conquista de Jerusalen por Saladino contado por su Secretario Imad al-Din. )

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Los entrecomillados del comentario anterior, y los textos que figuran al final están sacados del libro del que os hablé en otro hilo. En este mismo libro se analizan las consecuencias para occidente de las Cruzadas. No todos los historiadores están de acuerdo con lo que mencionas como logros, ni siquiera en que el resultado final fuese beneficioso para el occidente cristiano ni para europa.


Para un historiador tan importante como Jacques Le Goff “Las Cruzadas no aportaron a la Cristiandad un mayor desarrollo comercial... ni el bajage intelectual proporcionado por los centros de traducción y la bibliotecas griegas.... ni siquiera el gusto por el lujo y las costumbres regaladas... Por el contrario, las Cruzadas contribuyeron al empobrecimiento de Occidente, en particular de la clase Caballeresca y más que crear la unidad moral de la Cristiandad, ayudaron a emponzoñar los nacientes antagonismos nacionales... Y llevó a las Ordenes Militares a replegarse en Occidente... En mi opinión el único fruto que trajeron los cristinaos de las Cruzadas fue el albaricoque”.

Besos.AlmaLeonor
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