Las confesiones de un pequeño filósofo - Azorín

Narrativa española e hispanoamericana

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Edmundo
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Las confesiones de un pequeño filósofo - Azorín

Mensaje por Edmundo »

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Título: Las confesiones de un pequeño filósofo
Autor/autora: Azorín
Nº de páginas: 160
ISBN: 9788497423328


Pocas obras hay en la literatura española contemporánea tan seductoras como Las confesiones de un pequeño filósofo. Con ella Azorín cierra la trilogía autobiográfica que inció con La voluntad, cuyo protagonista presenta el tema de la formación del intelectual y de su lucha contra el medio, así como el conflicto entre acción y contemplación. Nos hallamos ante una novela distinta, lo que hoy llamamos 'novela lírica', en la que la atención se desplaza desde lo argumental anecdótico hacia los niveles interiores de la emoción.

Trilogía autobiográfica
La voluntad (1902)
Antonio Azorín (1903)
Las confesiones de un pequeño filósofo (1904)
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Brian Bennington
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Mensaje por Brian Bennington »

Lo leí hará un año o dos, y la verdad es que me gustó. Es un libro cortito y ameno, que se lee rápido :D

La verdad es que me acuerdo de poco :oops: pero me dejó un buen sabor de boca
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RAOUL
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Re: Las confesiones de un pequeño filósofo - Azorín

Mensaje por RAOUL »

Es lo que estoy leyendo últimamente, porque no doy para más... Aunque Azorín le dio a este libro el título de novela, no es propiamente lo que hoy podemos entender por tal. Consiste más bien en una colección de aproximadamente 45 evocaciones, independientes entre sí, que admiten cualquier orden de lecturas, referidas a momentos de la niñez y adolescencia del autor. ¿Los temas? La escuela, los maestros, la familia, los juegos, el pueblo, ciertos paisajes, los primeros intereses literarios... Escritos estos recuerdos en un tono habitualmente tierno, amable, cordial, afectuoso.

Para dar una idea pongo uno dedicado por Azorín a su madre:
Yo me veo en casa, metido en un ancho cuarto, sentado sobre un arcaz de pico, calladito, con los pies colgando, mirando cómo mi madre va arreglando la ropa blanca. De trecho en trecho, en la ancha estantería, penden unos cartelitos que indican lo que en aquella parte de la tabla está colocado; uno dice: "Almohadas sueltas y sábanas de la cama pequeñita". Otro reza: "Sábanas de cama mediana, bordadas". Otro: "Cubiertas". Otro: "Ropa de campo". Mi madre va removiendo los rimeros y espantando las terribles polillas; luego abre las grandes arcas y va sacando de ellas trajes antiguos, manguitos en pequeños cilindros verdes, un miriñaque, una caja vieja, de la que extrae una mantilla negra.
Cuando mi madre ha tomado en sus manos blancas esta mantilla, yo he visto que se quedaba un momento pensativa; esta mantilla es la de su boda. Y yo he sentido que una vaga tristeza -la tristeza de lo pasado- velaba sus hermosos ojos, anchos y azules.

Hermoso libro.
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