En Harlem la gente no tiene mucho que perder. Inviernos heladores, olores nauseabundos y miseria en las calles curan de espantos para toda una vida; seguramente corta, ya que balas y navajas, capaces de atravesar un cuerpo a la luz del día, rondan en el gueto a vecinos, estafadores, prostitutas y agentes de la ley. Es fácil morir en Harlem. Y los detectives negros conocidos como Sepulturero Jones y Ataúd Johnson lo saben.
Una buena novela negra, con polis duros, políticos corruptos, mucha miseria, prostitutas, homosexuales... Todo en el peligroso Harlem y en un gélido invierno. Con unos diálogos, personajes y descripciones contundentes, duros.
Mención especial para una persecución con un final un tanto “singular”.