Isidore Haiblum
Cramer era capaz de matar brutalmente y sin sentido. También sabía que cuando esos accesos criminales pasaban volvía a ser un hombre razonable y bondadoso.
Era un rematoloico, esclavo de una mentalidad perturbada por la guerra.
Cramer veía que un peligro mortal ensombrecía la tierra; lo había percibido y experimentado en carne propia.
Pero Cramer era un rematoloico y sabía que tendría que luchar solo.