El glosario de términos náuticos y los gráficos están incluidos en la
Trilogía del abismo, que por cierto, son una copia exacta a los que aparecen en
Mares tenebrosos.
Lo terminé ayer por la noche. Es evidente que se trata de la primera novela de Hodgson, que pertenece a una etapa innovadora y creadora, y que reúne un compendio un tanto variopinto (en ocasiones, y si algo se le puede achacar aquí, excesivo; sobre todo hacia al final, ya no sorprenden) de los extraños y sobrenaturales sucesos, aventuras, seres, monstruos y criaturas tan característicos del autor que pueblan sus páginas y futuros trabajos.
Formalmente la novela es impecable, pero precisamente por ser la primera, da la sensación que podría haber sido todavía mejor si se compara con su obra posterior. El estilo arcaico que imita del siglo XVIII le da a las páginas la apariencia de libro viejo con olor a salitre. Es realmente delicioso, se lee con interés y expectación página a página, prácticamente en ningún momento la acción decae -añadiendo que es especialmente difícil cuando los hechos están narrados después de que han ocurrido y con estilo indirecto en toda la novela-.
Sin embargo, como decía, no llega al nivel de sus futuros trabajos, donde el horror se hace todavía más extremo y extraordinario. También puede dar la sensación que parte de unas ideas que bien podrían haber servido más para relato que para esta novela corta.
Una voz en la noche, por ejemplo (que por cierto es del mismo año), tiene incluso más intensidad y logra una mayor contundencia al ser más breve. Los hechos que acontecen al "Glen Carrig" bien podrían haber sido narrados en el mismo número de páginas sin problema.
En la novela se relata la vida de los náufragos día a día en la isla, y hay un par de capítulos demasiado descriptivos que cortan un poco el ritmo de la narración, y es que no se obvian detalles en ningún momento.
Por ejemplo, la construcción del gran arco o la cometa para que lleguen a los otros náufragos del barco varado entre las algas. |
Quiere ser tan preciso con la utilización de los materiales y términos náuticos para darle veracidad a los hechos, que puede resultar algo tedioso para el lector no familiarizado con estos. Y la última crítica, si precisamente hay un par capítulos tan descriptivos y algo lentos, el final es demasiado rápido y precipitado.
Demasiadas páginas para explicar cómo pretenden rescatar la embarcación, entre soga recia y demás, para en diez páginas salir a mar abierto y poner fin a sus pesadillas, no sin antes acabar con los seres o monstruos que los acechaban en todo momento, purificando sus cuerpos y mentes y respirando al fin tranquilos (incluido el lector que ha sufrido con ellos). |
A pesar de las críticas, no deja de ser una novela brillante. El ritmo es ágil y desde la primera página y sin más dilaciones, nos encontramos con el bote a la deriva hasta conseguir poner pie en tierra firme, muchas aventuras que no dejan de ser la lucha por la supervivencia e intentar conseguir hacerse a la mar de nuevo para regresar a su patria. Me ha parecido magnífico el capítulo en el que los botes tienen que hacer frente a la tormenta en mar abierto y cómo logran protegerse de ésta; llegas a sentir el mismo miedo, cómo el corazón se te acelera con el ir y venir de esas olas monstruosas y cómo juega con el bote, como si fuera de juguete, totalmente indefensos y a la espera de lo que les depare el destino, sin poder hacer nada más...
Psicológicamente los tripulantes del "Glen Carrig" pasan por todos los estados posibles del terror a medida que descubren que aquello a lo que temen no es producto de su imaginación o se trate de una mera fantasía, sino que tiene fundamento real. Los misterios que habitan tanto en islas desoladas y fungosas, como en el mar estancado y sin mareas: el no saber qué es lo que se esconde debajo de toda una gran masa de algas putrefacta que les impide toda nítida visión, pero poder percibir entre éstas los pequeños movimientos y chapoteos alrededor que anteceden al peligro... Un
cementerio de océanos, como dice Hodgson, unos marineros desafortunados abandonados en medio de la nada, aislados, permaneciendo unidos en todo momento si es que quieren continuar con vida y enfrentándose a seres demoníacos. En ningún momento se logra la paz, e incluso los momentos en los que se encuentran más tranquilos y felices tras haber comido o sentir la protección del fuego procedente de las hogueras, se nota que un aura malvada y perversa permanece en sus alrededores a partir del crepúsculo, acosándolos. ¿Cómo sentirse al saber que hay algo que no ves pero sabes que está ahí, porque al salir el sol quedan las pruebas de huellas y rastros extraños en las cercanías del campamento mientras dormías?
"A veces en la isla volvía a reinar un profundo silencio, pero enseguida comenzaban a oírse cosas que reptaban por el valle. Aun así, casi puedo asegurar que los momentos de silencio eran más terribles."
A partir de la desaparición de Job y luego encontrar su cadáver, tanto un temor pero a la vez unas ansias de venganza y de destrucción los hace más fuertes, al descubrir entonces que no se trata ya de ningún juego y están advertidos. Las hogueras y las guardias por turnos les dan la protección que necesitan, ya que al parecer el fuego hace huir a las bestias en cierta medida. |
Las tareas del día a día (reparación del bote, conseguir las algas secas que alimentarán los fuegos al anochecer, pescar...) consiguen que las horas del día pasen más rápido, pero no pueden obviar sus miedos y bajar la guardia.
Lo mejor que hace Hodgson es transmitir una sensación de monotonía y agonía que parecen alargarse mucho en el tiempo, pero en realidad sólo son unos días los que permanecen en la isla (sin contar los días que deben pasar hasta que logran poner en marcha el buque varado entre las algas y regresar a sus casas sin la ayuda de nadie más y apañándoselas como pueden). |
Del final me ha gustado cuando la esposa del capitán muere también en la lucha decisiva que mantienen con los seres blancos llenos de tentáculos, encontrando el mismo fin que su esposo siete años atrás. Me ha parecido muy valiente. Muy poético saber que el mar ha sido el que ha puesto punto y final a sus vidas en ambos casos; descansando al fin, juntos y en paz, sobre todo sabiendo que ella nunca jamás hubiera sido feliz sin él de nuevo y que realmente estaba muy enamorada, prueba de ello es el estado de locura que se deposita en ella tras la muerte de su marido. |
En fin, muy recomendable e interesante como novela iniciática de Hodgson.