ISBN: 956 260 165 X
Editorial Cuarto propio
187 páginas.
En este libro todo ocurre en un confundido presente, con Natalia siempre a punto de partir y nuestro protagonista condenado a esperar. Habla si, del sentimiento de todos durante el golpe militar, la resignación de que alguien podía salir a comprar puchos (cigarrillos) a la esquina y no volver más o que podría pasar una semana fuera y llegar tan contento....Habíamos traído pensados algunos títulos que prometieran a los eventuales lectores algo más vibrante y más nocivo que un incoloro nombre de mujer. Pero, vaso a vaso, fueron cayendo sin gloria, y al final, para justificar el consumo, concluimos que Natalia no era un título sino un destino. El libro de Azócar tenía que ser fatalmente mujer desde los créditos. Natalia quedó entonces ungida como novela y sería imposible en adelante bautizarla, e incluso pensarla, con otro nombre.
La Natalia de Azócar venía con peligro. Escrita, reescrita y vuelta a escribir durante casi diez años, se había hecho viajera con su autor y, a través de distintos países, había acumulado luminosas obsesiones y prohibidas sabidurías.
Muestra el Santiago de los años 80, el Santiago que "olía a muerte", el de poesía desesperada en graffitis. Ese que hacía decir "Estoy rodeado de muertos, pero me siento solo".
Y sobretodo habla de Natalia, aquella mujer algo loca, muy maldita que provocaba continuos dolores de cabeza.