Epístola a Belardo-Amarilis

Aquellas maravillosas cartas.

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Fiorella
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Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por Fiorella »

Amarilis, poetisa anónima peruana, se cree que nació en Huánuco a finales del siglo XVI, poco se conoce de su vida, tan sólo datos que se desprenden del análisis de su obra, donde afirma que es monja. Era admiradora de la obra de Lope de Vega. Su poema Epístola a Belardo, fue publicado en 1621 en La Filomena de Félix Lópe de Vega. Desde el punto de vista formal, su poema reposa en las concepciones propias del Siglo de oro.
Fuente y más información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Amarilis
Imagen

Epístola a Belardo (Fragmentos)


Tanto como la vista, la noticia
de grandes cosas suele las más veces
al alma tiernamente aficionarla,
que no hace el amor siempre justicia,
ni los ojos a veces son jueces
del valor de la cosa para amarla:
mas suele en los oídos retratarla
con tal virtud y adorno,
haciendo en los sentidos un soborno
(aunque distinto tengan el sujeto,
que en todo y en sus partes es perfecto),
que los inflama a todos
y busca luego artificiosos modos,
con el que pueda entenderse
el corazón, que piensa entretenerse,
con dulce imaginar para alentarse
sin mirar que no puede
amor sin esperanza sustentarse.

El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber su en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles.
A éstos ha de amar un alma osada;
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña;
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo y me lastima:
ved qué extraños contrarios,
venidos de otro mundo y de otro clima.

Al fin de éste, donde el Sur me esconde
oí, Belardo, tus conceptos bellos,
tu dulzura y estilo milagroso;
vi con cuánto favor te corresponde
el que vio de su Dafne los cabellos
trocados de su daño en lauro umbroso
y admirando tu ingenio portentoso,
no puedo reportarme
del descubrirme a ti, y a mí dañarme.
Mas ¿qué daño podría nadie hacerme
que tu valer no pueda defenderme?
Y tendré gran disculpa,
si el amarte sin verte, fuera culpa,
que el mismo que lo hace,
probó primero el lazo en que me enlace,
durando para siempre las memorias
de los sucesos tristes,
que en su verguenza cuentan las historias.

Esto mi voluntad te da y ofrece
y ojalá yo pudiera con mis obras
hacerte prendas de mayor estima:
mas dionde tanto se merece,
de nadie no recibes, sino cobras
lo que te debe el mundo en prosa y rima.
He querido, pues viéndote en la cima
del alcázar de Apolo,
como su propio dueño, único y solo,
pedirte un don, que te agradezca el cielo,
para bien de tu alma y mi consuelo.
No te alborotes, tente,
que te aseguro bien que te contente,
cuando vieres mi intento,
y sé que lo harás con gran contento,
que al liberal no importa para asirle,
significar pobrezas,
pues con que más se agrada es con pedirle.

Yo y mi hermana, una santa celebramos,
cuya vida de nadie ha sido escrita,
como empresa que muchos han tenido:
el verla de tu mano deseamos;
tu dulce Musa alienta y resucita,
y ponla con estilo tan subido
que sea dondequiera conocido
y agradecido sea
de nuestra santa virgen Dorotea.
¡Oh, qué sujeto, mi Belardo, tienes
con que de lauro coronar tus sienes,
podrás, si no emperezas,
contando de esta virgen las grandezas,
que reconoce el cielo,
y respeta y adora todo el suelo:
de esta divina y admirable Santa
su santidad refiere,
y dulcemente su martirio canta!
Ya veo que tendrás por cosa nueva
no que te ofrezca censo un mundo nuevo,
que a ti cien mil que hubiera te le dijeran;
mas que mi Musa rústica se atreva
a emprender el asunto a que me atrevo,
hazaña que cien Tassos no emprendiera,
ellos, al fin, son hombre y temieran;
mas la mujer, que es fuerte,
no teme alguna vez la misma muerte.
Pero si he parecídote atrevida,
a lo menos parézcate rendida,
con fines desiguales
Amor los hace con su fuerza iguales:
y quédote debiendo
no que me sufras, mas que estés oyendo
con singular paciencia mis simplezas,
ocupado continuo
en tantas excelencias y grandezas.

Versos cansados, ¿qué furor os
lleva a ser sujetos de simpleza indiana
y a poneros en brazos de Belardo?
Al fin, aunque amarguéis, por fruta nueva,
os vendrán vuestro gusto bronco y tardo;
el ingenio gallardo,
en cuya mesa habéis de ser honrados,
hará vuiestros intentos deisculpados:
navegad, buen viaje, haced la vela
guiad un alma, que sin alas vuela.
Finite to fail, but infinite to venture E. Dickinson
Código Aelita
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por Código Aelita »

Sin duda, es uno de los poemas más emocionantes que he leído.

Su lenguaje es impecable!
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madison
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por madison »

Imagen
Canta Amarilis, y su voz levanta
mi alma desde el orbe de la luna
a las inteligencias, que ninguna
la suya imita con dulzura tanta.

De su número luego me trasplanta
a la unidad, que por sí misma es una,
y cual si fuera de su coro alguna,
alaba su grandeza cuando canta.

Apártame del mundo tal distancia,
que el pensamiento en su Hacedor termina,
mano, destreza, voz y consonancia.

Y es argumento que su voz divina
algo tiene de angélica sustancia,
pues a contemplación tan alta inclina.
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madison
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por madison »

ImagenAmarilis (Marta de Nevares) fué la última mujer que compartió vida con Lope de vega.
En aquella época Lope ya era sacerdote, pero por lo visto lo del celibato no se llevaba a rajatabla y no importaba demasiado.
Lope tras tantas desgracias en su vida y amores perdidos, se enamoró profundamente de Amarailis, y estuvo con ella hasta el fin de sus días, primero como amante, pero cuando ella quedó ciega y la locura hizo acto de presencia tampoco la abandonó en esos momentos la cuidó como un padre, puesto que ella era mucho mas jóven que él.
Escribió unos versos maravillosos dedicados a su compañera.
Lope de Vega murió tras años depués que Marta
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Fiorella
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por Fiorella »

Pero Madi, ¿qué me estás diciendo?!! :shock:
!Necesito saber más!
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madison
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por madison »

De Lope o de Amarilis?
Lope era un ligon maravilloso, porque todo lo que decía era cierto, lo que pasa es que le iba la marcha cantidad y tuvo que hacer frente a un destierro a casua de amorios y tal, de todos modos también fué muy desgraciado por la muerte de su pequeño Carlos
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por Fiorella »

He estado leyendo un poco, qué guay Lope, una vida intensa como Dios manda. :grinno:
A ver, me refiero, bueno, ya sabes a lo que me refiero que la que escribió el poema no creo que fuera la misma a la que él llama Amarilis o dedica ese poema.
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madison
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por madison »

Si, si, ya lo se, pero es que yo siempre he creido que se trataba de la misma, no se...
Ahora voy a buscar para rectificar lo que he puesto
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madison
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por madison »

Es una de las poetisas de mayor valía de la época de la colonia. Muchos investigadores y escritores han formulado una serie de hipótesis sobre la famosa autora de la “Epístola de Amarilis a Belardo” tratando de descubrir su identidad. Veamos: Asenjo Barbieri, dice que la autora de la Epístola no fue otra que doña

Martha de Nevares, amante de Lope de Vega; Marcelino Menéndez y Pelayo, dice que ella fue oriunda de Huánuco, hija de conquistadores y su nombre pudo ser María de Alvarado; Luis Alberto Sánchez, apoya la tesis de Menéndez y Pelayo y le da el nombre de María Tello de Lara y de Arévalo y Espinoza; Tamayo Vargas, cree que la autora de la Epístola sea la misma que escribió el “Discurso en loor de la Poesía”; José de la Riva Agüero le da diversos nombres, entre ellos María de la Serna, Maria Tello o Maria Arias Dávila: Manuel Antonio Valdizán y Manuel de


Mendiburu dicen que la autora pudo ser María de Figueroa: José Varallanos, el historiador huanuqueño, le da el nombre de María Fernández de Córdova y Falcón; Irving de Leónard, dice que pudo llamarse Maria del Castillo o Ana Morillo; Esteban Pavletich, afirma que el autor de la Epístola fue Fray Diego de Ojeda; Luis Jaime Cisneros dice que el autor pudo ser Francisco Fernández de Córdova; Ricardo Palma, cuya tesis comparten Javier Prado y Ventura García Calderón plantea que la autora de la epístola no fue mujer, sino varón. Frente a esta diversidad de tesis, aparecen con mayor credibilidad la tesis de Aurelio Miro Quesada Sosa, apoyada por Francisco Rubén Berroa y sustentada por el estudioso Lohmann Villena, quienes sostienen que la autora de la Epístola fue doña María de Rojas y Garay. La otra tesis es de Carlos Milla Bartres, quien lo llama Gerónima de Garay y Muchuy.

María de Rojas y Garay, según Lohmann, dice que nació en Huánuco. Su padre fue don Diego de Rojas y su madre doña Beatriz de Garay y Salcedo. Tuvo una hermana llamada Luisa. Aún pequeñas fueron llevadas por sus padres a Lima. A muy temprana edad al quedar huérfanas de madre, su padre los internó en el Monasterio de la Encarnación. Al morir su padre fue el Presbítero Gregorio de Rojas quien se hizo cargo de sus sobrinas y encargó su cuidado a doña Miliana de Larrínaga Salazar. Volvió a Huánuco, se impresionó de su ciudad, luego contrajo matrimonio con don Gómez Ramírez de Quiñones natural del Cuzco. Se dice que alternó con intelectuales de su época, tanto en Huánuco como en el Cuzco.

Por su parte Carlos Milla Bartres, basado en el hallazgo del Archivo Arzobispal de Lima del año 1620, que contiene una autobiografía, paralela al reclamo que realiza; por las coincidencias con el argumento de la “Epístola de Amarilis a Belardo”. sostiene que Amarilis es doña Gerónima Garay y Muchuy Vda. de don Diego de Acuño, hija del fundador de Huánuco. don Antonio de Garay conquistador de estos reinos y nieta de Francisco de Garay, Adelantado de la Española, pariente de Cristóbal Colón y Gobernador de Jamaica. Su madre fue la cacica india de la tribu de los Margos doña Luisa Muchuy, ella y su hermano, el Presbítero don Diego de Garay construyeron la Ermita de Nuestra Señora de Guadalupe cuya imágen se conserva hasta ahora en el convento de la lmaculada Concepción. El 18 de septiembre de 1617 el arzobispo limeño Bartolomé Lobo Guerrero dio la licencia para la construcción y al año siguiente dotó y puso capellanía perpetua a favor de doña Gerónima y como retribución ella dotó a la iglesia todas sus haciendas y bienes.
Estando al frente de la Ermita doña Gerónima llegó a Huánuco el Visitador Dr. Fernando de Avendaño quien ordenó que dejara de regentar causándole agravios y vejaciones. En su extensa queja ella dice: (...) “Soy mujer viuda, honrada, honesta y recogida y que he vivido cuarenta años en clausura” Los argumentos que en ella plantea asocian el nombre de doña Gerónima con la de Amarilis. Antes de morir, el 19 de junio de 1623 hizo su testamento en la que sugirió la fundación de una capellanía para cuyo fin dejó todos sus bienes, nombrando como capellán perpetuo a su hermano Diego de Garay y a la muerte de éste, a su sobrino Amador de Garay. Nombró como sus albaceas a don Diego de Garay , a doña García de Medrano y a don Juan Tello de Sotomayor.
Luego de su muerte, en este lugar se levantó el Convento de la Inmaculada Concepción en el mismo lugar de la Ermita el mismo que fue saneado, como dice Juan Ponce Vidal. «con la venta del censo de la Hacienda de Huancahuasi que pertenecía a Doña Gerónima Garay y Muchuy por 2000 pesos y 100 de renta».
Doña Gerónirna o “Amarilis” se hizo famosa después que su Epístola fuera publicada en la obra “Filomena” de Lope de Vega en 1621. Murió en septiembre del año de 1623. Sus restos fueron inhumados en la Ermita que fundara.
Acualmente un distrito en Huánuco lleva su nombre: el distrito de Amarilis. Revisar tambien: Tiendas en Amarilis que aceptan VISA , Fotos de Amarilis, Casas en venta en Amarilis,...
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Fernando Vidal
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Re: Epístola a Belardo-Amarilis

Mensaje por Fernando Vidal »

Fiorella escribió:
El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber su en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles.
A éstos ha de amar un alma osada;
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña;
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo y me lastima:
ved qué extraños contrarios,
venidos de otro mundo y de otro clima.
Me encanta esta parte del poema. En esas líneas la idea de la distancia entre dos personas se siente con mayor fuerza. :)
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