Editorial: Marbot Ediciones
Páginas: 160
Precio editor: 15,50 €
Mi Nueva York, que Behan escribió al final de su vida, es un recorrido por el infinito genio del paisanaje de una ciudad de felices destellos humanos. Behan escribió su libro en el hotel Chelsea, cuando ya estaba muy alcoholizado, a principios de los sesenta. Eran días de twist y madison, pero también de incipiente revolución. Unos años antes, el galés Dylan Thomas se había presentado en el Chelsea en la noche del 3 de noviembre de 1953 anunciando que había tomado dieciocho whiskies seguidos y que aquello le parecía todo un récord (murió seis días después). Pasados unos diez años, como si del mismísimo "barco ebrio" del poema de Rimbaud se tratara, "arrojado por el huracán contra el éter sin pájaros", el irlandés Behan iba a presentarse también en aquel hotel en condiciones tan beodas como las del galés, y sería auxiliado por Stanley Bard, el dueño del Chelsea, que le daría alojamiento a él y a su mujer, aun sabiendo que al escritor le habían echado de todos los hoteles.
Reportaje sobre Mi Nueva York
Brendan Behan (1923-1964) fue un destacado poeta, novelista y dramaturgo irlandés, que escribió tanto en inglés como en irlandés. Sus vinculaciones juveniles con el IRA le llevaron a la cárcel, una experiencia que recogió en su novela autobiográfica Borstal Boy (1958). Behan lanzó también una mirada crítica sobre sus propios ex-compañeros republicanos en su obra teatral en irlandés The Hostage (1957). Además del reconocimiento literario Behan se ganó cierta fama como personaje singular y heterodoxo, en ocasiones provocador, fama que tenía algo que ver con su afición por la bebida (él mismo se definía como «un alcohólico con problemas de escritura»), que terminaría con su vida a una edad muy temprana. En castellano se ha publicado Confesiones de un rebelde irlandés (Txalaparta Argitaletxea, 1999).