El horror sobrenatural en la literatura.
En este pequeño pero sustancioso ensayo se analizan los matices de la
“auténtica literatura de horror sobrenatural”.
Y en cuanto a esto, dice Lovecraft:
“Podemos juzgar un cuento macabro no a través de las intenciones del autor o la pura mecánica de la trama, sino más bien a través del nivel emocional que es capaz de alcanzar en sus más pequeños elementos sobrenaturales. Si se excitan y sugieren las adecuadas sensaciones, entonces cabe admitir que su “alto efecto” lo hace merecedor de los atributos de la literatura sobrenatural, sin importar cómo se ha conseguido prosaicamente. El único comprobante de lo auténticamente sobrenatural es sencillamente el siguiente: saber si suscita o no en el lector un hondo sentimiento de espanto al contacto de unos elementos y fuerzas desconocidos”.
Desde sus orígenes, la humanidad se encuentra vinculada a este tipo de sucesos; la idea de horror nace con el hombre mismo y los mitos se transforman llegando de una u otra manera a la época actual.
Lovecraft sabe elogiar pero sin duda también criticar por lo que muchas de las obras que comenzaba por apuntarme quedaban, al poco rato, inmersas en el cuestionamiento.
Nos lleva por los caminos de la novela de horror, empezando desde los albores de la
Novela Gótica hasta la actualidad en que escribe esta pequeña obra, y lo hace reseñando sin parar, apuntando aciertos y errores de los relatos más representativos del género.
El Castillo de Otranto, de Horace Walpole, es el indudable iniciador del género gótico. No puedo estar más de acuerdo con la apreciación de autor acerca de esta novela un tanto mediocre, pero que abre las puertas a toda una generación similar en cuanto a la esencia del género.
Tengo varias de esas novelas en el estante, algunas a medias, cosa que ha dejado de ser conflictiva para mí al leer las justificaciones que el propio autor me ha facilitado, aunque por esto mismo se renuevan mis intenciones de apropiármelas al fin.
Empezando por los clásicos de la novela gótica :
Los misterios de Udolfo, de Ann Radcliffe (1764-1826), “considerada como la más típica del género gótico inicial”.
El monje, de Matthew Lewis (1773-1818), una obra maestra que también conlleva sus defectos.
Melmoth, el errabundo, de Charles Maturin (1782-1824), según Lovecraft la más perfecta pero quizá menos popular al pertenecer al periodo final del gótico.
Otras novelas y autores no menos famosos son dignos de figurar en este ensayo, como es el caso de
Frankenstein, de Mary Shelley;
El vampiro, de polidori (ambos producto de una famosa competencia).
Washington Irving, R. L. Stevenson, Hoffmann y Théophile Gautier (Cuya
Clarimonde es una de mis favoritas); Maupassant con
El Horla, gustave Meyrink con
El Golem.
Más adelante, todo un capítulo está dedicado al maestro de maestros,
Edgar Allan Poe. Su mera mención hace innecesario cualquier otro tipo de comentario.
La caída de la casa de Usher, por ejemplo, se retomará en varias ocasiones de este punto en adelante.
Al continuar con la tradición sobrenatural en América, se incluye también al incomparable Nathaniel Hawthorne,
“oriundo de la antigua Salem y bisnieto de uno de los más sanguinarios jueces del proceso de las brujas” (dicho sea de paso, muero por releer
La letra escarlata). Lovecraft apunta que una de las mejores obras de este autor sería
La casa de las siete buhardillas.
“Hawthorne conoció muchas casas de este tipo y las leyendas vinculadas con algunas de ellas. Asimismo, escuchó muchos rumores sobre la maldición que pesaba sobre su propia familia, debido a la severidad de su bisabuelo como juez del proceso de las brujas de Salem en l692".
Otro de los autores que destacan es Ambrose Bierce.
La muerte de Halpim Frayser ha sido calificada
“como el cuento más infernal de la literatura anglosajona”.
Lovecraft reconoce también el hecho de que
“gran parte de la mejor literatura macabra norteamericana ha salido de unas plumas que no se consagraban esencialmente a este género”. Seguramente uno de los mejores ejemplos escritos en el ensayo es el que aplica a
Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
En otro capítulo se habla de la obra sobrenatural de autores ingleses, entre los que destacan Rudyard Kipling y
La marca de la bestia que sería
“singularmente emocionante”, Oscar Wilde con el famosísimo Retrato de Dorian Gray y Bram stoker quien, tras errar con varias novelas, logra la fama y una ilimitada trascendencia con
Drácula.
La obra de William Hope Hodgson merece atención especial por parte de Lovecraft, quien dice que posee
“una calidad de estilo más bien desigual, pero un gran poder en sus sugerencias de universo escondido y de los seres de más allá de la común esfera de la vida”. De la Trilogía del Abismo,
La casa en el confín de la tierra sería, de acuerdo a Lovecraft, la más relevante.
Cof, cof....
Una joyita imprescindible, no os la perdáis.