Acabo de leer esto y... o soy un inculto neuronal... o no le pille la esencia al libro ... o el tio de la resña se ha fumado algo chungo antes d eescribir...
La sombra de Hawksmoor
Juan Carlos Matilla | EN LAS POSTRIMERÍAS DEL SIGLO XX SURGIÓ EN EL ÁMBITO de las letras anglosajonas toda una generación de excelsos escritores que se caracterizaron por retomar las formas narrativas más genuinas de la literatura decimonónica y, en particular, de la novela gótica. Nombres como Bradford Morrow, Janice Galloway, Angela Carter, A. S. Byatt o Patrick MacGrath mostraron abiertamente su devoción por la obra de escritores como Charles Dickens, M. R. James o Anne Radcliffe de los que tomaron su elegante tratamiento del misterio, los espacios victorianos, las tramas alucinadas y siniestras y un profundo psicologismo. De todos estos creadores me gustaría destacar la obra del escritor inglés Peter Ackroyd, autor de obras como El último testamento de Oscar Wilde (1983), Chatteron (1987) o El diario de Platón (1999). En 1985, Ackroyd deslumbró a los amantes de la literatura fantástica con una novela que, sin lugar a dudas, es una de las mejores obras de la literatura de horror de todos los tiempos: La sombra de Hawksmoor, un fascinante título que adoptaba de manera cautivadora y elegante numerosos elementos heredados de la narración histórica, el género detectivesco y la novela de terror.
Esta magistral obra narra de manera simultánea dos tramas en principio independientes que paulatinamente van convergiendo hacia un final sorprendente y misterioso. En la primera de ellas, ambientada en el Londres del siglo XVIII, recorremos el itinerario vital de Nicholas Dyer, un huérfano que, tras la muerte de sus padres durante una devastadora plaga de peste negra, es acogido por un misterioso personaje, Mirabilis, que le inicia en el ocultismo y en los sombríos principios de una milenaria secta diabólica. Dentro de esta funesta orden, Dyer se hace arquitecto e inicia una satánica labor de construcción de seis iglesias que abrirían las puertas del submundo. La segunda trama de la novela está ambientada en el siglo XX y gira en torno al detective Nicholas Hawksmoor quien debe investigar unos misteriosos asesinatos cometidos en las cercanías de las catedrales construidas por Dyer dos siglos atrás.
Influenciada por la obra de William Blake, La sombra de Hawksmoor es un relato visionario sobre la identidad escindida, los conocimientos apócrifos y la noción de maldad entendida como un saber arcano y liberador. La perfección de su desarrollo, la complejidad de los perfiles psicológicos de los personajes, la truculencia de la historia y la minuciosa y erudita descripción de los elementos arquitectónicos de las catedrales "infernales" (casi si puede ver la obra como una versión demoníaca de Los pilares de la tierra de Ken Follet), conforman un corpus literario de altísimo nivel. En definitiva, la novela de Ackroyd esconde un sobrecogedor itinerario por el Londres esotérico que demuestra que sólo hemos de mirar con algo más de atención a nuestro alrededor para vislumbrar la presencia de lo siniestro.
... y lo peor es que sale en la lista de los 1001 libros que hay que leer antes de morir... Dios, que cruz!!!