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16.0x23.0 cm 608 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788484607069
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008
Plaza edición: MADRID
A Julia el destino la lleva a vivir una aventura inesperada cuando, al visitar una casa de subastas, queda prendada de una misteriosa antigüedad egipcia. Por extrañas circunstancias, Julia se convierte en guardiana de la valiosa reliquia sin saber que tras ella se oculta una leyenda olvidada por los siglos. Su suerte la empuja a emprender un viaje que la conduce hasta El Cairo y, también, hacia aspectos de sí misma que hasta entonces desconocía.
Vaya por delante que siento profundo respeto y admiración por don Antonio Cabanas, con quien he compartido alguna tertulia radiofónica y a quien tuve el placer de conocer en la feria del libro del año pasado en Madrid.
De él sólo he leído su ensayo “Los secretos de Osiris”, un libro, tal como él reconoció, “de encargo” que contesta de manera sencilla y comprensible algunas de las cuestiones más frecuentes sobre el Antiguo Egipto. Quiero decir con esto que no he leído ninguna de sus novelas históricas, por lo que ignoro si éstas contienen los mismos errores y las mismas virtudes que la que estoy leyendo en estos momentos.
“El sueño milenario” es un thriller arqueológico. Eso es suficiente para que me interese por él. Abre con un prólogo en pasado, cosa que no por poco original (yo mismo lo hago en casi todas mis novelas) deja de parecerme atractivo. En el capítulo uno nos plantamos ya en el presente, donde un personaje normal, en este caso una profesora de Historia de vida anodina, se convierte en la protagonista de la que sin duda será la aventura de su vida. Naturalmente, todo estará relacionado con el misterio que se plantea en el prólogo.
Aún me quedan 400 páginas por delante, pero ya he detectado algunos problemas, más propios de un novelista novato que de un señor que ha cosechado cierto éxito con sus dos libros anteriores.
La historia tarda en arrancar. Mucho. El autor se pasa páginas y páginas contándonos la vida y los antecedentes de casi todos los personajes principales antes de ponerles a actuar. Cualquier manual de escritura dirá que de esto hay que huir como de la peste o el que huirá de la lectura será el lector, fatigado por tantos datos biográficos y genealógicos que no se sabe muy bien para qué están ahí. Habría sido ideal que el autor los hubiera ido insertando en la novela según fueran viniendo a cuento, o después de conocer la premisa de la historia; lo que pone al personaje en acción. El problema es que no lo hace sólo con la protagonista, sino que nos presenta así a cada uno de los personajes. También cae en el desliz de describir cada lugar y contar su historia como si fuera lo más importante del mundo, cuando en la mayoría de los casos no es así.
Más tópicos: el malo es un multimillonario de libro, apasionado por las antigüedades y capaz de cometer cualquier crimen (con la ayuda de un sicario grande y feo) sin remordimiento alguno. Por el contrario, los buenos son guapos, educados y encantadores.
Pese a todo, el argumento del libro y la erudición del autor en temas egiptológicos me parecen razón suficiente para seguir leyendo.
Igual fui un poco duro, porque lo cierto es que el libro es lo que es, y para ser lo que es está muy bien.
Para los que hemos estado en El Cairo es una delicia recordar las sensaciones que abnegan cada uno de los sentidos y que el autor recrea tan bien en el libro.
A veces los personajes se enredan en conversaciones personales que ralentizan el asunto, pero "el asunto" es tan intrigante que se lo perdono.