Invierno de 1942. Los intentos alemanes por romper el cerco soviético han fracasado. Adolf Hitler, contrariado por el rumbo que están tomando los acontecimientos, da a sus tropas la orden de no retroceder y oponer una resistencia fanática, mientras exige al enemigo que capitule.
El soldado alemán Sven Hassel y sus compañeros del 27º Regimiento Panzer, curtidos en combate, libran una batalla imposible en el frente ruso, donde las hostiles condiciones del campo de batalla y la brutal ferocidad de su adversario admiten una sola regla: matar o ser matado. Cuando el ejército alemán inicia su retirada ante el enemigo implacable, los veteranos saben que su tiempo ya se ha terminado.
Reaparecen todos los personajes de La legión de los condenados a los que se le suman algunos más como Hermanito o Legionario.
Con leer los dos primeros capítulos uno se hace una idea de lo que se encontrará en el resto del libro: una ciudad, un bombardeo aliado con fósforo, Hassel y sus compañeros intentando el rescate de heridos y ejerciendo como enterradores.
Es aun más cruda que la entrega anterior, todo acontece en el frente ruso, en pleno invierno, son una sucesión de ataques y retiradas, cuando tienen carros de combate con ellos o enfrentamientos cuerpo a cuerpo, asaltos con bayoneta, cuchillos y palas.