El americano - Henry James
Moderador: LizzyDarcy
El americano - Henry James
The American (1877)
Alba editorial
Colección: Alba Clásica
Número colección: XXXIII
Traducción: Celia Montolío
Encuadernación: Rústica
ISBN: 84-84280039
Páginas: 512
Christopher Newman, «el americano», «el hombre nuevo», «el gran bárbaro del Oeste», llega a París dispuesto a «ver todas las cosas importantes y hacer lo que hace la gente inteligente». Tomar esposa se encuentra también entre sus expectativas, y ninguna mujer parece adecuarse tanto a ellas como madame de Cintré, una joven viuda perteneciente a una rancia casta de aristócratas. Newman piensa que, con su dinero, podrá vencer las reticencias y el orgullo de una familia poco inclinada a emparentar con -como ellos dicen- «una persona mercantil». Y en un principio así parece... pero, como un día le advierte el hermano menor de madame de Cintré, «los árboles viejos tienen ramas torcidas, las casas viejas tienen grietas curiosas, las viejas estirpes tiene raros secretos. ¡Recuerde que tenemos ochocientos años!». La comedia de sociedad se ensombrece de pronto con el oscuro legado de los siglos, que hace su gótica aparición en forma de duelos, vergonzosos secretos, crímenes y clausuras de por vida. Newman aprende así lo que oculta y lo que depara no sólo la vieja Europa, sino también su propio deseo de ella.
No llevo mucho, pero ya estoy dentro totalmente de la historia. Me encanta este autor, es lento, pero intenso.
Alba editorial
Colección: Alba Clásica
Número colección: XXXIII
Traducción: Celia Montolío
Encuadernación: Rústica
ISBN: 84-84280039
Páginas: 512
Christopher Newman, «el americano», «el hombre nuevo», «el gran bárbaro del Oeste», llega a París dispuesto a «ver todas las cosas importantes y hacer lo que hace la gente inteligente». Tomar esposa se encuentra también entre sus expectativas, y ninguna mujer parece adecuarse tanto a ellas como madame de Cintré, una joven viuda perteneciente a una rancia casta de aristócratas. Newman piensa que, con su dinero, podrá vencer las reticencias y el orgullo de una familia poco inclinada a emparentar con -como ellos dicen- «una persona mercantil». Y en un principio así parece... pero, como un día le advierte el hermano menor de madame de Cintré, «los árboles viejos tienen ramas torcidas, las casas viejas tienen grietas curiosas, las viejas estirpes tiene raros secretos. ¡Recuerde que tenemos ochocientos años!». La comedia de sociedad se ensombrece de pronto con el oscuro legado de los siglos, que hace su gótica aparición en forma de duelos, vergonzosos secretos, crímenes y clausuras de por vida. Newman aprende así lo que oculta y lo que depara no sólo la vieja Europa, sino también su propio deseo de ella.
No llevo mucho, pero ya estoy dentro totalmente de la historia. Me encanta este autor, es lento, pero intenso.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
Me gustan mucho los diálogos. La sutil ironía con la que cuenta cosas insignificantes.
"Su marido la miró fijamente; su esposa tenía a menudo un tono que le resultaba inescrutable; ni por todo el oro del mundo conseguía averiguar si bromeaba o si hablaba en serio. Lo cierto era que las circunstancias habían contribuido mucho a cultivar en la señora Tristram una notoria tendencia a la ironía. Su gusto difería en muchas ocasiones del de su marido; y aunque hacía frecuentes concesiones, hay que confesar que no siempre eran elegantes. Estaban basadas en su vago proyecto de hacer algún día algo muy positivo, algo ligeramente apasionado. Respecto a qué pretendía hacer, ni ella misma habría sido en absoluto capaz de decirlo; no obstante, mientras tanto se estaba comprando una buena conciencia, a plazos."
"Su marido la miró fijamente; su esposa tenía a menudo un tono que le resultaba inescrutable; ni por todo el oro del mundo conseguía averiguar si bromeaba o si hablaba en serio. Lo cierto era que las circunstancias habían contribuido mucho a cultivar en la señora Tristram una notoria tendencia a la ironía. Su gusto difería en muchas ocasiones del de su marido; y aunque hacía frecuentes concesiones, hay que confesar que no siempre eran elegantes. Estaban basadas en su vago proyecto de hacer algún día algo muy positivo, algo ligeramente apasionado. Respecto a qué pretendía hacer, ni ella misma habría sido en absoluto capaz de decirlo; no obstante, mientras tanto se estaba comprando una buena conciencia, a plazos."
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
Este americano rico es tan cínico. Sobre la mujer que quiere como esposa:
"Quiero una gran mujer. Es algo en lo que puedo darme el gusto, y si puedo tenerlo me propongo que así sea. ¿Para qué si no he trabajado y he bregado durante todos estos años? Lo he logrado, y ¿qué debo hacer ahora con mi éxito? Para que sea perfecto, tal y como yo lo entiendo, debe haber una mujer hermosa coronando la cima, como una estatua en un monumento. Ha de ser tan buena como hermosa, y tan inteligente como buena. Le puedo dar mucho a mi esposa, así que por mi parte no temo exigirle mucho. Tendrá todo lo que puede desear una mujer; ni siquiera objetaré a que sea demasiado buena para mí; podrá ser más inteligente y más sabia de lo que yo alcance a comprender, y eso sólo me agradará más. Quiero poseer, en una palabra, el mejor artículo del mercado."
"Quiero una gran mujer. Es algo en lo que puedo darme el gusto, y si puedo tenerlo me propongo que así sea. ¿Para qué si no he trabajado y he bregado durante todos estos años? Lo he logrado, y ¿qué debo hacer ahora con mi éxito? Para que sea perfecto, tal y como yo lo entiendo, debe haber una mujer hermosa coronando la cima, como una estatua en un monumento. Ha de ser tan buena como hermosa, y tan inteligente como buena. Le puedo dar mucho a mi esposa, así que por mi parte no temo exigirle mucho. Tendrá todo lo que puede desear una mujer; ni siquiera objetaré a que sea demasiado buena para mí; podrá ser más inteligente y más sabia de lo que yo alcance a comprender, y eso sólo me agradará más. Quiero poseer, en una palabra, el mejor artículo del mercado."
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Estoy enganchadísima. Me encanta. ¿No os pasa que a veces os imagináis a un personaje con un rostro y no hay quien os saque de ahí? Es que no sé por qué pero me estoy imaginando al americano como Christopher Reeves, el que hacía de Superman. Me parece clavadito.
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Haidé escribió:Zarandearla es poco. Y a la madre y al hermano mayor pegarles.
Pues sí, unos snobs insufribles
Y que pena que Valentin muriera, y que madame de Cintré se metiera a monja, eso si que no me lo esperaba.
Es cierto!! ya no lo recordaba a mi lo de Valentin me había dado mucha penica y lo de que se metiera a monja ya fue el acabose mae mía que dramón
Entonces ya lo acabaste?? que te pareció el final??
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Pues me ha gustado, pero el final creo que es un poco desalentador, triste. El que le rechazaran tan de plano solo porque había conseguido su fortuna trabajando. Cómo se puede ser tan snob. Me dio mucha tristeza que él ya no volviera más a París, y se quedaran sus habitaciones ya sin ocupar. La escena de ver a la Señora Bread cuidando esas habitaciones que ya nunca se ocuparían me produjo una gran desazón, no sé si me explico.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy