¿Qué diferencia
Mi vida sin mí o
La vida secreta de las palabras de esta
Mapa de los sonidos de Tokio? Muy fácil: le falta el sello Coixet. A diferencia de sus predecesoras, la nueva película de la directora catalana no transmite absolutamente ningún tipo de sentimiento, de intensidad, de fuerza, de dolor o de garra. Muy al contrario, sólo transmite tedio, aburrimiento y una cierta sensación no sólo de engaño sino también de mediocridad y de fracaso.
No basta un buen guión, una buena fotografía, una banda sonora excelente ni una actriz que se come al resto del reparto, porque el desdibujado personaje que interpreta Sergi López, así como su burda y patética actuación, estropean, junto con una serie de detalles que abarcan desde el hilarismo con que se describe al padre de Midori y al ayudante de éste, y ciertas licencias que van más allá de la capacidad de actuación del grabador de sonidos, acapara y logra vencer todos los aciertos con los que Coixet es capaz de dotar al film.
Y yo la vi en V.O. S. y creo que casi es peor el inglés macarrónico de Sergi López que el castellano de su versión doblada. De hecho, hubiera sido memorable que el personaje de Rinko Kikuchi
| disparara al personaje de López cuando éste intenta ligársela con su cara de póquer y su fría e indiferente mención al "sensual wine". ¡Booom!, un bonito disparo entre ceja y ceja. |
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quizá le debería haber dejado el trabajo a un doblador profesional.
