Lo terminé a mediados de enero más o menos.
Primero de todo, E. F. Benson es una de mis debilidades; fueron de los primeros relatos de terror que empecé a leer, e igual por eso le tengo especial cariño. En
La Habitación de la Torre me enamoró, me llevé una grata sorpresa con este maestro victoriano de la
ghost story.
Es un autor que supo ambientar muy bien los escenarios donde acontecían sus relatos; especialmente destacable cuando traslada el miedo y el horror hacia la vida cotidiana inglesa, más agradable: en la ciudad, un pueblo o una casita campestre, reflejando que en ningún momento podemos estar completamente seguros en ningún lugar. Se aleja de los escenarios clásicos del relato de terror: viejas mansiones, grandes edificios abandonados y ruinosos perdidos en mitad de la nada; así que es de agradecer. El lector lo siente como más "verídico", permite un acercamiento mayor con las distintas situaciones que viven los personajes de sus relatos, una atmósfera que nos lo hace más real. Sin embargo, si algo se le puede achacar, es que los personajes que aparecen en sus historias son bastante parecidos, normalmente dos: el narrador y un amigo al que le cuenta la historia o que la vive con él.
En cualquier caso, me gusta mucho más el Benson que insinúa y no muestra: alguna presencia que en lo más profundo de tu interior parece que percibes y desconfías de todo tu alrededor, algo que parece que te ha rozado, una sombra en la ventana, el viento que parece que trae un lamento, papeles que vuelan de un escritorio en una habitación cerrada... Esto lo digo porque, si bien valoro el recopilatorio como recomendable, hay bastantes relatos de aparecidos, visibles claramente; y por tanto, de insinuar más bien poco, predecibles también. Aparecen la mayoría seguidos e incluso con unos títulos que cuestan diferenciar cuál es uno y cuál es otro una vez has terminado el recopilatorio, que se hacen bastante repetitivos si lo lees todo de una vez, como fue mi caso (claro que eso es culpa de la editorial por haber seleccionado y ordenado así los relatos)... Los mejores y más originales son los del final.
Hay también varios relatos en los que parece predominar también el típico tema donde aparece el fantasma de un antiguo propietario que perdió su casa en un juego y ahora reclama su propiedad, fantasmas de asesinados, o aquél que tiene obsesión por una casa y quiere hacerse con ella bajo el precio que sea... En ese sentido,
La Habitación de la Torre me gustó mucho más, había más variedad en los relatos, más calidad también. Sin embargo, hay algunos relatos muy buenos y que de verdad merecen la pena, logrando algún que otro escalofrío. En el final de la mayoría de sus relatos, Benson suele jugar bastante con la ambigüedad, muchas veces te preguntas
qué pasó en realidad o si tiene explicación
lo que ha pasado. Destacables:
"La confesión de Charles Linkworth", "La gata", "La señora Amworth", "La silla de ruedas" y "Monos".