Relato: Hacia nuestro futuro
Relato: Hacia nuestro futuro
Como soy nueva, no tengo mucha idea de cómo poner estas cosas... Así que directamente lo cuelgo y se acabó.
No es un relato muy largo, la verdad, y tampoco es lo mejor que he hecho, pero quería compartir lo último que he escrito con vosotros. Espero que os guste, criticadlo todo lo que queráis, que de las críticas (constructivas y destructivas) se aprende un montón!
PD: Una anotación al margen... Está ubicado en Arkansas, no en España.
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¿Qué hacía yo en un ciudad como aquella? Perdida en mitad de la nada, sentía mi corazón romperse en mil pedazos. Applebee's estaba frente a mí, pero yo no lo veía. No veía absolutamente nada. Sólo sentía dolor, dolor por haber perdido lo que más quería. Por haberla dejado escapar.
MaryJo era una chica muy dulce, muy agradable, con unos padres que la adoraban. Y cuando logré que se enamorara de mí, todo se vino abajo. Tanto tiempo luchando por ella, por su amor, y su familia la echó de casa, sus amigos la dieron de lado. Todo por mi culpa. Tal vez era mejor que estuviera lejos de ella. No era más que una mala influencia para ella.
La última discusión había sido la definitiva. No estábamos hecha la una para la otra, eso estaba claro. Sus gritos desesperados fueron lo último que oí antes de salir de nuestro apartamento camino de mi coche. Sus palabras dolían más que mil puñales, porque se clavaban en mi alma produciendo heridas que sólo quien las infligía podía curar.
Yo la quería, claro que la quería. ¿Cómo no quererla? Ella era mi mundo, pero empezaba a darse cuenta de que yo no era más que un alma atormentada en busca de alguien que calmase sus temores. Nunca debí permitir que se enamorara de mí. Y sin embargo necesitaba que me quisiera por cómo soy, que fuera fuerte por mí. MaryJo siempre había sido fuerte, pero cuando irrumpí en su vida y le di la vuelta, dejó de serlo. O tal vez dejó de fingir y se convirtió en la persona que quería ser. No lo sabía.
Pero sus palabras seguían resonando en mis oídos, llenándome la cabeza de cristales punzantes. No podía creerlas, me resistía a darles forma, pero seguían existiendo, dañándome.
“Ojalá nunca me hubiera enamorado de ti”
No fueron gritos, aquello no, fueron palabras pronunciadas con rabia y resentimiento, pero también cargadas de dolor. MaryJo tenía los ojos llenos de lágrimas, y yo odiaba verla llorar. Por eso salí huyendo.
Conduje durante horas, o tal vez fueron sólo minutos, antes de que el coche se quedara sin gasolina, justo frente a Applebee's. En aquella esquina donde todo había comenzado. ¿Mi subconsciente me había guiado hasta allí? En aquella esquina le robé el primer beso de MaryJo. En aquella esquina le dije que la quería. En aquella esquina... Mi vida giraba en torno a un montón de ladrillos con forma de esquina.
De repente, de Applebee's salieron dos chicos de la mano. Ambos lloraban, pero no pude ver su era de alegría o de tristeza. Se miraron tres segundos a los ojos, acariciándome con la mirada, antes de apretar más fuerte sus manos y salir corriendo calle abajo. Podría jurar que estaban enamorados. Como dos adolescentes. Como dos locos. Como dos personas que se necesitan para seguir viviendo. Como MaryJo y yo.
Me abracé a mí misma, empezaba a tener frío a pesar de ser julio. Temblaba, y ni siquiera pensar en un futuro incierto me calmaba. Un futuro sin MaryJo no podía existir. Y sin embargo era yo la que había salido huyendo.
Seguía temblando cuando unas manos acariciaron mi espalda, como temerosas de tocarme. Sin girarme, supe a quién pertenecían. No necesité oír su voz, a pesar de que habló.
“Lo siento mucho, Annette. Lo siento de verdad. No quería decir nada de lo que dije. Créeme, por favor”
Parpadeé. Quería creerla, por supuesto que quería creerla, pero sacudí la cabeza. Esta vez necesitaba más. Esta vez necesitaba el mundo a mis pies.
“¿Cómo sabías dónde encontrarme?”
“No olvidaré jamás este lugar, Annette. Nunca mientras viva. Annette... sé que te he hecho daño, sé que siempre te hago daño, y eso me está matando. Mereces algo mejor que lo que yo te doy”
“¿Entonces por qué me siento perdida cuando no estás?”
“Cariño...”
“Contéstame, por favor”
“Yo me siento perdida cuando no estás, porque te quiero. Estoy enamorada de ti, Annette”
“Sabes que yo siento lo mismo”
Me giré. Sus bellos ojos verdes estaban tan llenos de lágrimas como los míos. No he podido soportar nunca verla llorar. -me deshice ante esa visión, MaryJo temblando tanto como yo bajo el calor del verano.
Mi mundo dejó de moverse en el instante en que mi mano se posó sobre su mejilla. Cuando bajé la cabeza hasta respirar en su nariz, todo cobró sentido de nuevo. Y cuando la besé, fue como su el tiempo se hubiera detenido. Necesitaba aquello mucho más que una disculpa.
Nos separamos jadeando levemente. Ella intentó hablar pero yo puse dos dedos sobre sus labios para impedírselo. No quería que hablara. Quería tomarla de la mano y salir corriendo calle abajo, tener lo que yo sabía que los dos chicos tenían.
Cuando MaryJo me cogió de la mano y tiró de mí, supe que esta vez todo iba a salir bien. Tenía que salir bien. Al fin y al cabo, no estábamos huyendo la una de la otra. Corríamos en la misma dirección.
Hacia nuestro futuro.
No es un relato muy largo, la verdad, y tampoco es lo mejor que he hecho, pero quería compartir lo último que he escrito con vosotros. Espero que os guste, criticadlo todo lo que queráis, que de las críticas (constructivas y destructivas) se aprende un montón!
PD: Una anotación al margen... Está ubicado en Arkansas, no en España.
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¿Qué hacía yo en un ciudad como aquella? Perdida en mitad de la nada, sentía mi corazón romperse en mil pedazos. Applebee's estaba frente a mí, pero yo no lo veía. No veía absolutamente nada. Sólo sentía dolor, dolor por haber perdido lo que más quería. Por haberla dejado escapar.
MaryJo era una chica muy dulce, muy agradable, con unos padres que la adoraban. Y cuando logré que se enamorara de mí, todo se vino abajo. Tanto tiempo luchando por ella, por su amor, y su familia la echó de casa, sus amigos la dieron de lado. Todo por mi culpa. Tal vez era mejor que estuviera lejos de ella. No era más que una mala influencia para ella.
La última discusión había sido la definitiva. No estábamos hecha la una para la otra, eso estaba claro. Sus gritos desesperados fueron lo último que oí antes de salir de nuestro apartamento camino de mi coche. Sus palabras dolían más que mil puñales, porque se clavaban en mi alma produciendo heridas que sólo quien las infligía podía curar.
Yo la quería, claro que la quería. ¿Cómo no quererla? Ella era mi mundo, pero empezaba a darse cuenta de que yo no era más que un alma atormentada en busca de alguien que calmase sus temores. Nunca debí permitir que se enamorara de mí. Y sin embargo necesitaba que me quisiera por cómo soy, que fuera fuerte por mí. MaryJo siempre había sido fuerte, pero cuando irrumpí en su vida y le di la vuelta, dejó de serlo. O tal vez dejó de fingir y se convirtió en la persona que quería ser. No lo sabía.
Pero sus palabras seguían resonando en mis oídos, llenándome la cabeza de cristales punzantes. No podía creerlas, me resistía a darles forma, pero seguían existiendo, dañándome.
“Ojalá nunca me hubiera enamorado de ti”
No fueron gritos, aquello no, fueron palabras pronunciadas con rabia y resentimiento, pero también cargadas de dolor. MaryJo tenía los ojos llenos de lágrimas, y yo odiaba verla llorar. Por eso salí huyendo.
Conduje durante horas, o tal vez fueron sólo minutos, antes de que el coche se quedara sin gasolina, justo frente a Applebee's. En aquella esquina donde todo había comenzado. ¿Mi subconsciente me había guiado hasta allí? En aquella esquina le robé el primer beso de MaryJo. En aquella esquina le dije que la quería. En aquella esquina... Mi vida giraba en torno a un montón de ladrillos con forma de esquina.
De repente, de Applebee's salieron dos chicos de la mano. Ambos lloraban, pero no pude ver su era de alegría o de tristeza. Se miraron tres segundos a los ojos, acariciándome con la mirada, antes de apretar más fuerte sus manos y salir corriendo calle abajo. Podría jurar que estaban enamorados. Como dos adolescentes. Como dos locos. Como dos personas que se necesitan para seguir viviendo. Como MaryJo y yo.
Me abracé a mí misma, empezaba a tener frío a pesar de ser julio. Temblaba, y ni siquiera pensar en un futuro incierto me calmaba. Un futuro sin MaryJo no podía existir. Y sin embargo era yo la que había salido huyendo.
Seguía temblando cuando unas manos acariciaron mi espalda, como temerosas de tocarme. Sin girarme, supe a quién pertenecían. No necesité oír su voz, a pesar de que habló.
“Lo siento mucho, Annette. Lo siento de verdad. No quería decir nada de lo que dije. Créeme, por favor”
Parpadeé. Quería creerla, por supuesto que quería creerla, pero sacudí la cabeza. Esta vez necesitaba más. Esta vez necesitaba el mundo a mis pies.
“¿Cómo sabías dónde encontrarme?”
“No olvidaré jamás este lugar, Annette. Nunca mientras viva. Annette... sé que te he hecho daño, sé que siempre te hago daño, y eso me está matando. Mereces algo mejor que lo que yo te doy”
“¿Entonces por qué me siento perdida cuando no estás?”
“Cariño...”
“Contéstame, por favor”
“Yo me siento perdida cuando no estás, porque te quiero. Estoy enamorada de ti, Annette”
“Sabes que yo siento lo mismo”
Me giré. Sus bellos ojos verdes estaban tan llenos de lágrimas como los míos. No he podido soportar nunca verla llorar. -me deshice ante esa visión, MaryJo temblando tanto como yo bajo el calor del verano.
Mi mundo dejó de moverse en el instante en que mi mano se posó sobre su mejilla. Cuando bajé la cabeza hasta respirar en su nariz, todo cobró sentido de nuevo. Y cuando la besé, fue como su el tiempo se hubiera detenido. Necesitaba aquello mucho más que una disculpa.
Nos separamos jadeando levemente. Ella intentó hablar pero yo puse dos dedos sobre sus labios para impedírselo. No quería que hablara. Quería tomarla de la mano y salir corriendo calle abajo, tener lo que yo sabía que los dos chicos tenían.
Cuando MaryJo me cogió de la mano y tiró de mí, supe que esta vez todo iba a salir bien. Tenía que salir bien. Al fin y al cabo, no estábamos huyendo la una de la otra. Corríamos en la misma dirección.
Hacia nuestro futuro.
- Ralph Wigung
- Lector voraz
- Mensajes: 223
- Registrado: 20 Abr 2006 21:59
- Ubicación: LOGROÑO
Me ha hecho gracia, porque tratas el mismo tema que el de Fio y habéis publicado casi a la vez.
Por lo demás, me ha gustado la reconciliación. Ese querer echar a correr las dos en la misma dirección, hacia el futuro.
Por lo demás, me ha gustado la reconciliación. Ese querer echar a correr las dos en la misma dirección, hacia el futuro.
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Se maquetan ePubs y novelas.

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Re: Relato: Hacia nuestro futuro
Ja, ja. Es verdad, qué casualidad, dos relatos que tratan un tema similar. Está muy bien, es muy sensible y delicado, pero le hace falta reforzar algunos aspectos. Si me permites te hago, como a Fiorella, algunas sugerencias:
- Aunque sea un relato corto, deberías matizar más a qué se debe la separación, darle un motivo claro y algo dramático.
- El impacto sería mayor si mantuvieras en secreto, hasta el final, que se trata de dos chicas. Se desvela demasiado pronto, en el último intercambio de palabras entre ambas, así que es fácil prescindir de algunas palabras y seguir ocultándolo hasta el último párrafo, donde todo quedaría descubierto:
Todo esto lo digo para que no sea un relato bonito nada más, sino que además cumpla algún objeto y quiera imprimir algún mensaje en el lector, un mensaje que se trasluce pero débilmente tal como está.
- Aunque sea un relato corto, deberías matizar más a qué se debe la separación, darle un motivo claro y algo dramático.
- El impacto sería mayor si mantuvieras en secreto, hasta el final, que se trata de dos chicas. Se desvela demasiado pronto, en el último intercambio de palabras entre ambas, así que es fácil prescindir de algunas palabras y seguir ocultándolo hasta el último párrafo, donde todo quedaría descubierto:
Lire escribió:Cuando MaryJo me cogió de la mano y tiró de mí, supe que esta vez todo iba a salir bien. Tenía que salir bien. Al fin y al cabo, no estábamos huyendo la una de la otra. Corríamos en la misma dirección.
Hacia nuestro futuro.
Todo esto lo digo para que no sea un relato bonito nada más, sino que además cumpla algún objeto y quiera imprimir algún mensaje en el lector, un mensaje que se trasluce pero débilmente tal como está.
Bueno, María, este es el primer relato tuyo que leo (ya tenía ganas) y me ha gustado mucho. Como te dije, en este foro hay mucha gente (como en el caso de Jangel) que ha escrito libros, ha publicado, etc etc, y puedes recibir de ellos y de los demás foreros sabios consejos, como me ha pasado a mí.
Como me has dicho que te gustaría publicar algo, si quieres averiguar datos sobre cómo hacerlo, por aquí tienes varios mensajes de gente con experiencia donde hablan de ello.
Como me has dicho que te gustaría publicar algo, si quieres averiguar datos sobre cómo hacerlo, por aquí tienes varios mensajes de gente con experiencia donde hablan de ello.
Leyendo...
La víspera de casi todo, de Víctor del Árbol
Nueva cuenta de twitter literario: @jj_caminero
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