Carlos Arniches

Pues eso, para hablar de un autor en general.

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madison
La dama misteriosa
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Carlos Arniches

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Carlos Arniches Barrera
(11 de octubre de 1866, Alicante, España - 16 de abril de 1943, Madrid, España)

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Comediógrafo español de la generación del 98. Fecundo autor de sainetes y comedias, se recuerda sobre todo como pintor de los ambientes populares de Madrid, cuyo chulesco y castizo lenguaje supo recrear de forma inimitable, inspirándose en la zarzuela y en el teatro por horas del siglo xix.

Nacido en Alicante en 1866 en el seno de una familia modesta (su padre era empleado de una fábrica de tabacos), en 1880 se traslada con sus padres a Barcelona, donde colaboró con el diario La Vanguardia, hasta que se trasladó a Madrid en 1885 y comienza a estudiar Derecho. Encontró un protector en el músico Ruperto Chapí, autor de numerosas partituras del género chico y hombre popularísimo. Con su ayuda, Arniches logró entrar en el mundo teatral madrileño. Antes había colaborado en diversas publicaciones; pero su verdadera vocación era el teatro.

En 1894 se casa con Pilar Moltó, con la que tuvo cinco hijos, entre ellos Carlos Arniches Moltó, arquitecto. En 1936 abandona España y se traslada a Buenos Aires. Regresa a España en 1940, acabada la contienda civil. Falleció en Madrid en 1943 en su domicilio de la calle Monte Esquinza n.º 14, donde una placa conmemorativa le recuerda.

Los peculiares personajes madrileños de su teatro son interpretados siempre hablando de una forma característica muy redicha y con la sílaba recortada, pese a que la intención del autor era caricaturizar ese madrileñismo de baja estofa que, sin embargo, tan bien supo destilar.

Recogió algunos de sus sainetes en Del Madrid castizo y creó un género cómico nuevo que denominó tragedia grotesca, donde expresaba sus inquietudes sociales y regeneracionistas; en palabras del mismo autor, aspiraba «a estimular las condiciones generosas del pueblo y hacerles odiosos los malos instintos, nada más».

Destacan especialmente Es mi hombre (1921), sátira del machismo y La señorita de Trevélez (1916), donde se critica a la juventud burguesa, ociosa y desocupada, que con sus crueles bromas no toma en consideración los sentimientos de los demás.

En política militó en el carlismo y en 1910 fue candidato a diputado a Cortes, pero no logró obtener escaño

Wikipedia
Biografias y vida

Obra
Teatro
El tío de Alcalá (zarzuela, 1906)
El tío de Alcalá (zarzuela, 1906)
Casa editorial (1888, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
La verdad desnuda (1888, con Gonzalo Cantó Vilaplana y Apolinar Brull Ayerra)
Las manías (1888, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
Ortografía (1888, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
El fuego de San Telmo (1889, con Gonzalo Cantó Vilaplana y Apolinar Brull Ayerra)
Panorama nacional (1889, con Celso Lucio)
Sociedad secreta (1889, con Celso Lucio y Sinesio Delgado)
Las guardillas (1890, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
Calderón (1890, con Celso Lucio)
Nuestra señora (1890)
La leyenda del monje (1890, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
¡Victoria! (1891, con Manuel de Labra)
Candidato independiente (1891, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
Los secuestradores (1892, con Celso Lucio)
Los aparecidos (1892, con Celso Lucio)
Las campanadas (1892, con Gonzalo Cantó Vilaplana y Celso Lucio)
Los mostenses (1892, con Gonzalo Cantó Vilaplana y Celso Lucio)
El gran capitán (1892, con Celso Lucio, Enrique Ayuso y Manuel de Labra)
Vía libre (1893, con Celso Lucio)
Los descamisados (1893, con José López Silva)
El brazo derecho (1893, con Celso Lucio)
El reclamo (1893, con Celso Lucio)
Los puritanos (1894, con Celso Lucio)
El pie izquierdo (1894, con Celso Lucio))
Las amapolas (1894, con Celso Lucio)
Tabardillo (1895, con Celso Lucio)
El cabo primero (1895, con Celso Lucio)
El otro mundo (1895, con Joaquín Abati)
El príncipe heredero (1896, con Celso Lucio)
El coche correo (1896, con José López Silva)
Los cándidos (1896, con Celso Lucio)
Las malas lenguas (1896, con Celso Lucio)
El jefe del movimiento (1896, con Manuel de Labra)
Las peluconas (1896, con Gonzalo Cantó Vilaplana)
Los bandidos (1896, con Celso Lucio)
La banda de trompetas (1896)
Los conejos (1897, con Celso Lucio)
El plan de ataque (1897, con Celso Lucio y Julio Pardo)
El Arco Iris (1897, con Celso Lucio y Enrique García Álvarez)
Los camarones (1897 , con Celso Lucio)
La guardia amarilla (1897, con Celso Lucio)
El santo de la Isidra (1898)
La fiesta de San Antón (1898)
Instantáneas (1899, con José López Silva)
El último chulo (1899, con Celso Lucio)
La cara de Dios (1899)
El escalo (1900, con Celso Lucio)
María de los Ángeles (1900, con Celso Lucio)
Sandías y melones (1900)
El corneta de órdenes (1900)
El siglo XIX (1901, con Sinesio Delgado y José López Silva)
El tío de Alcalá (1901)
Doloretes (1901)
Los niños llorones (1901, con Antonio Paso y Cano y Enrique García Álvarez)
La muerte de Agripina (1902, con Enrique García Álvarez)
La divisa (1902)
Gazpacho andaluz (1902)
San Juan de Luz (1902, con José Jackson Veyán)
El puñao de rosas (1902, con Ramón Asensio Mas)
Los granujas (1902, con José Jackson Veyán)
La canción del náufrago (1903, con Carlos Fernández Shaw)
El terrible Pérez (1903, con Enrique García Álvarez)
Colorín, colorao (1903, con José Jackson Veyán)
Los chicos de la escuela (1903, con José Jackson Veyán)
Los pícaros celos (1904, con Carlos Fernández Shaw)
El pobre Valbuena (1904, con Enrique García Álvarez)
El paraíso de los niños (1904, con Sinesio Delgado)
Las estrellas (1904)
Los guapos (1905, con José Jackson Veyán)
El perro chico (1905, con Enrique García Álvarez)
La reja de la Dolores (1905, con Enrique García Álvarez)
El iluso Cañizares (1905, con Enrique García Álvarez y Antonio Casero y Barranco)
El maldito dinero (1906, con Carlos Fernández Shaw)
El pollo Tejada (1906, con Enrique García Álvarez)
La pena negra (1906)
El distinguido sportsman (1906, con Enrique García Álvarez)
La noche de Reyes (1906)
La edad de hierro (1907, con Enrique García Álvarez y Ramón Asensio Mas)
La gente seria (1907, con Enrique García Álvarez)
La suerte loca (1907, con Enrique García Álvarez)
Alma de Dios (1908, con Enrique García Álvarez)
La carne flaca (1908, con José Jackson Veyán)
El hurón (1908, con Enrique García Álvarez)
Felipe segundo (1908, con Enrique García Álvarez)
La alegría del batallón (1909, con Félix Quintana)
El método Górritz (1909, con Enrique García Álvarez)
Mi papá (1910, con Enrique García Álvarez)
El trust de los tenorios (1910, con Enrique García Álvarez)
La primera conquista (1910, con Enrique García Álvarez)
La miel de la vida (1910, con Enrique García Álvarez)
El espanto de Muñiz (1910, con Enrique García Álvarez)
Genio y figura (1910, con Joaquín Abati, Antonio Paso y Cano y Enrique García Álvarez)
El amo de la calle (1910, con José López Silva)
El género alegre (1911, con Ramón Asensio Mas)
Gente menuda (1911, con Enrique García Álvarez)
El premio Nobel (1911, con Joaquín Abati)
El príncipe Casto (1912, con Enrique García Álvarez)
El cuarteto Pons (1912, con Enrique García Álvarez)
El fresco de Goya (1912, con Enrique García Álvarez y Antonio Domínguez)
La pobre niña (1912)
La gentuza (1913, con Enrique García Álvarez)
La piedra azul (1913)
El amigo Melquíades, o Por la boca muere el pez (1914)
Las aventuras de Max y Mino, o ¡Qué tontos son los sabios! (1914, con José Jackson Veyán)
La corte de Risalia (1914, con Antonio Paso y Cano)
La sombra del molino (1914)
La sobrina del cura (1914)
La casa de Quirós (1914)
Café solo (1914, con Joaquín Abati)
El chico de las Peñuelas, o No hay mal como el de la envidia (1915)
La estrella de Olympia (1915)
Serafín, el pinturero, o Contra el querer no hay razones (1916, con Juan Gómez Renovales)
La señorita de Trévelez (1916)
La venganza de Petra, o Donde las dan, las toman (1917)
La mujer artificial, o La receta del doctor Miró (1918, con Joaquín Abati)
¡Que viene mi marido! (1918)
El agua del manzanares, o Cuando el río suena (1918)
La flor del barrio (1919)
Las lágrimas de la Trini (1919, con Joaquín Abati)
Las grandes fortunas (1919, con Joaquín Abati)
Los caciques (1920)
No te ofendas, Beatriz (1920, con Joaquín Abati)
El conde de Lavapiés, o No hay fuerza contra la astucia (1920, con Alfredo Trigueros Candel)
La maña de la mañica (1920, con Joaquín Abati y Pedro García Marín)
La chica del gato (1921)
Mariquita la Pistajo, o No hay bien como la alegría (1921)
La heroica villa (1921)
Es mi hombre (1921)
El mirar de sus ojos (1922)
Maldito Charlestón (1922)
La hora mala (1922)
La tragedia de Marichu (1922)
La moza de Esquivias (1923, con Gregorio Martínez Sierra)
La locura de Don Juan (1923)
Ángela María (1924, con Joaquín Abati)
Los milagros del jornal (1924)
La dichosa honradez (1924, con Antonio Estremera)
El camino de todos (1924, con Antonio Estremera)
Don Quintín, el amargao, o El que siembra vientos (1924, con Antonio Estremera)
Los maestros canteros (1924, con Antonio Estremera)
La risa de Juana (1924)
Rositas de olor (1924)
¡Qué hombre tan simpático! (1925, con Antonio Paso y Cano y Antonio Estremera)
El tío Quico (1925, con Juan Aguilar Catena)
La cruz de Pepita (1925)
¡Adiós, Benítez! (1925, con Emilio Sáez)
El señor Pepe el templao, o La mancha de la mora... (1925, con Antonio Estremera)
El tropiezo de la Nati, o Bajo una mala capa (1925, con Antonio Estremera)
Los celos me están matando (1926, con Antonio Paso y Cano y Antonio Estremera)
Los pasionales (1926)
El último mono, o El chico de la tienda (1926)
¡Mecachis, qué guapo soy! (1926)
En Aragón hi nacido (1926, con Pedro García Marín)
Me casó mi madre, o Las veleidades de Elena (1927)
El señor Adrián, el primo, o ¡Qué malo es ser bueno! (1927)
La piel del lobo (1928)
El solar de mediacapa (1928)
La cárcel modelo, o La venganza de un malvado (1929, con Joaquín Abati)
Para ti es el mundo (1929)
Coplas de Ronda (1929, José de Lucio)
¡La condesa está triste...! (1930)
El señor Badanas (1930)
Los chamarileros (1930, con Joaquín Abati y José de Lucio)
La princesa tarambana (1931, con Joaquín Abati)
Vivir de ilusiones (1931)
La diosa ríe (1931)
Las dichosas faldas (1933)
Cuidado con el amor (1933)
Las doce en punto (1933)
El casto don José (1933)
Peccata mundi (1934, con Antonio Estremera)
La tragedia del pelele (1935)
Bésame, que te conviene (1936, con Antonio Estremera)
Mari Eli (1936, con Jesús Garay)
Yo quiero (1936)
El Padre Pitillo (1937)
El tío Miserias (1938)
La fiera dormida (1938)
La Guapa del Carrascal (1940)
El hombrecillo (1941)
Ya conoces a Poquita (1942)
Don Verdades (1943)

No ficción
Artículos
Ocho años de ausencia, en El Liberal, Alicante, 11 de marzo de 1888
Una disección, en El Liberal. Alicante, 7 de octubre de 1888
L'assomoin, en Alicante Cómico. Alicante, 11 de marzo de 1888
La poesía, en Alicante Cómico. Alicante, 25 de marzo de 1888
El crítico, en Alicante Cómico. Alicante, 16 de abril de 1888
[Artículo], El Heraldo de Madrid. Madrid, 1 de agosto de 1895
Recuerdo, en El Correo. Alicante, 1 de agosto de 1923
Su mejor día del año, en Blanco y Negro. Madrid, 1 de enero de 1927
Anécdota de la niñez, en El Correo. Alicante, 31 de diciembre de 1930
Mi Foguera, en Diario de Alicante. Alicante, 19 de junio de 1934
Alicante, en Festa. Junio de 1936
Del Madrid castizo. Sainetes

Biografías
Cartilla y cuaderno de lectura. Trazos de un reinado (1887)
Discursos
El Alma Popular de España (1942). Conferencia dada en el Real Colegio de San Antón, en sesión que presidió el Excmo. y Reverendísimo Sr. Nuncio de S.S. el día 18-IV-1942

Epistolario
A Diario de Alicante. Alicante, 20 de agosto de 1908
A D. Florentino de Elizaicin, en El Correo. Alicante, 28 de mayo de 1913
A D. Enrique Limiñana Anglés, en El Tiempo. Alicante, 23 de marzo de 1920
A D. Eduardo García Marcilli, en El Día. Alicante, 17 de noviembre de 1921
Al mismo, en El Periódico Para Todos. Alicante, 28 de diciembre de 1921
A D. Gonzalo Mengual, en Diario de Alicante. Alicante, 15 de enero de 1931
A D. Francisco Figueras Pacheco, en Anales del Centro de Cultura Valenciana, n.º; 30. Valencia, 1952
A D. Carlos Fernández Shaw (23 cartas), en Revista de Literatura, números 43-44. Madrid, C.S.I.C., 1962

Poemas
«A Zorrilla», Homenaje a Zorrilla por la Sociedad Calderón de la Barca. Alicante, 1893
«Un pecado mortal», en Madrid Cómico. Madrid, 1-IV-1893
«¡Quién fuera chino!», en Madrid Cómico. Madrid, 15-IV-1893
[Poema], El Heraldo de Madrid. Madrid, 18-IX-1894
«No le tapes la cara», en Gente Vieja. Madrid, 20-II-1901


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RAOUL
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Re: Carlos Arniches

Mensaje por RAOUL »

AUTORRETRATO DE CARLOS ARNICHES ESCRITO EL MISMO AÑO DE SU MUERTE

«Soy un hombre viejo, de muchos años; pongan ustedes los que quieran, que no me molesto. Yo tengo la culpa por haberlos vivido. Alto, todavía esbelto, hasta cierto punto; correcto y moderado en el vestir, y de no mala facha, pues, según han dicho varios biógrafos, tengo un cierto aire de personaje yanki. No sé si esto será cierto, porque yo no me he sentido nunca ni personaje ni yanki; pero como el trazo no me disgusta, aquí queda. Guapo, no lo soy -no quiero engañar a nadie-, y además, a estas alturas, ¿para qué? Tengo los ojos pequeños..., y cuidado que he visto cosas... ¡Y la nariz grande y de mala calidad; me acatarro mucho! La boca..., no sé cómo la tengo...; desde luego, harta de decir lo que no quiere, y, claro, así, ¡quién la tiene presentable!... Yo soy un poco cargado de espaldas; de espaldas y de otras muchas cosas. ¡Hay en la vida tanta cosa cargante!...

Esta es mi cuadratura física. La moral es peor..., peor para mí, naturalmente. Soy un trabajador infatigable. Presumo de esto con cierta razón. Estoy en el yunque desde los catorce años. Al principio, de dependiente de comercio; luego, de aprendiz de periodista, y, por último, desde los dieciocho, de autor cómico. Y, aquí me quedé, y con no mala suerte. Cuando cumplí veinte primaveras, y se cobraba por una obra en un acto ocho o diez pesetas, a repartir entre los dos o tres colaboradores -y ahora se explicarán ustedes lo de primavera-, me llamaban el rey del trimestre; porque los hubo que llegué a cobrar tres y cuatro mil pesetas, que es lo que se cobra ahora en dos días de buena entrada con una comedia de regular fortuna. El público me ha querido bien; la prensa, así, así...

Con mis colaboradores también he tenido suerte. Mucha parte de mi labor teatral está hecho en colaboración; y todos mis colaboradores han sido superiores a mí en talento y aptitud. Se ha llegado a decir -impreso está- que a algunos de ellos los he explotado. Esto es una pequeña exageración. Explotar a nadie, no. No sé. Si hubiera sabido explotar, me hubiera explotado a mí mismo y no hubiera colaborado con nadie.

Ni he sabido explotar ni adular. Por eso, mis éxitos me han costado carísimos; y, por eso, me ha ocurrido con ellos lo que le ocurría al individuo aquél que pescaba las truchas con mazo. Y que una vez, ante aquel extraño sistema, le preguntó un curioso:

-Oiga usted, amigo, ¿y así, con el macito, pesca usté muchas?

-Hombre, no; pesco pocas; ahora que la que pesco ¡la hago polvo!

Eso me ha pasado a mí con mis éxitos. No sé cuántos, pero el que he pescado, extraordinario. Díganlo Alma de Dios, El Santo de la Isidra, El puñao de rosas, Es mi hombre, El Padre Pitillo, en Buenos Aires... La chica del gato..., y varias más... Cuatrocientas, quinientas..., setecientas representaciones... Pero cifras todas de una exactitud capaz de complacer a Pitágoras. Tan exactas han sido mis numeraciones que, a este propósito, voy a referir una anécdota curiosa.

En una ocasión, para que coincidieran las doscientas representaciones de una comedia mía con el día de mi cumpleaños (todos proyectamos tonterías), le pedí a Valeriano León que adelantara la numeración tres fechas:

-No es serio, don Carlos -me dijo.

-¡Hombre, ya lo sé; pero hazme ese favor, que se trata de mi cumpleaños!

-Pues cúmplalos usted tres días después.

Y así lo hice: en vez de cumplirlos el miércoles los cumplí el sábado.

Y volvamos a mi autorretrato. Tengo grandes defectos. El primero, que no soy hombre práctico; y lo sospecho porque he ganado varios millones y no tengo ninguno. Otros: no voy a los cafés, ni hablo mal de los compañeros por motivos que tenga y no he negado nunca favor que haya podido hacer.

Ahora, eso sí, he tenido, en cambio, dos condiciones magníficas. La primera, que he sido un trabajador de una perseverancia heroica. Todos los días, a las nueve, estoy trabajando. Estreno; tengo un gran éxito; al día siguiente, a las nueve, trabajando. Estreno; me dan una grita que me aturden; al día siguiente, a las nueve, trabajando. ¡Que se necesita ánimo!..., después de un fracaso... «Probad y os convenceréis», como se recomienda en algunos anuncios. Pero así he podido sobrellevar cincuenta y cuatro años de profesión... y hacer trescientas comedias...

Y otra cualidad magnífica que me adorna -y ésta sí que es de excepción y que se la recomiendo a ustedes- es que en toda mi vida no me he movido de mi localidad.

Ustedes se preguntarán un tanto asombrados: "¿Y qué es esto de no haberse movido de su localidad?" ¡Ah, pues una cosa interesantísima, que les voy a explicar, y que es lo que nos trae revueltos a casi todos! Verán ustedes: Yo creo que el mundo es un teatro, y que cada uno tenemos designado, por nuestro mérito, un sitio en él para asistir a este espectáculo de la vida. Pero el mal gravísimo es que en este teatro casi nadie está en su localidad. Todos nos creemos preteridos con la que nos repartieron, y, desde luego, mal acomodados. ¿Por qué voy a estar yo en la fila vigésima y Fulanito en la primera? -se preguntan muchos-. Y se busca un acomodador amigo y se le dice:

-Oye, yo me voy a sentar en las primeras filas; tengo más derecho que los que están.

-Bueno, pues siéntese aquí, en la segunda, en el dieciocho, que está vacía. Si viene el ocupante, yo le avisaré.

Y como casi todo el público se halla colocado en iguales condiciones de interinidad que nuestro amigo, en cuanto se oye el taconeo de un nuevo espectador que entra todo el mundo se siente desasosegado e inquieto, pensando: "Ese viene a echarme", creyendo, claro, que le van a someter al bochorno de levantarlo, enviándole a la última fila, que es donde tiene usitio. Y de aquí viene el hablar mal de los que están delante, el renegar de los que llegan, la hostilidad hacia el que pide ser justamente acomodado..., etc.

Pues bien; a mí ese malestar no me ha torturado nunca. A mí me dieron una localidad, fila catorce número veintidós, y fui y me senté en ella, y en ella estoy; y no ha habido, en los años que tengo usufructuados, quien me eche de ella; y desde ella he visto el trasiego de tantos desesperados, que, de las primeras, han tenido que irse a las últimas filas, y no los han echado del local porque no estaba reservado el derecho de admisión.

Mi localidad es modesta, sí, ¡pero qué tranquilidad, qué apaciblemente leo el periódico en los entreactos, contemplando el ir y venir de los ambiciosos, de los envidiosos, de los audaces, que no acaban de encontrar su puesto; y no lo encuentran porque la vanidad tiene mala acomodación!

Tan tranquilo estoy en mi modesta butaquita que yo me permitiría decir a todos: "¡Señores, cada cual a su sitio!" Es lo justo y lo razonable; porque piensen ustedes que, al fin, cuando el espectáculo de la vida termine, hemos de ir a otro, donde no hay manera de sobornar al acomodador, porque el acomodador es el Tiempo, que no tiene amigos, y que ha de colocar a cada uno, sin apelación, en el sitio que merezca, el que lo merezca: o en el recuerdo o en el olvido.»
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madison
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Re: Carlos Arniches

Mensaje por madison »

Me encanta, genial!!!! :wink:
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Eyre
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Re: Carlos Arniches

Mensaje por Eyre »

Dramaturgo brillante, autor de comedias con fondo moral, maestro de los juegos de palabras y de los dobles sentidos... Simplemente genial.
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Novel
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Registrado: 09 Nov 2011 21:28

Re: Carlos Arniches

Mensaje por Novel »

Aquí se pueden encontrar un buen puñado de sus obras de juventud y madurez :arrow: http://archive.org/search.php?query=cre ... 66-1943%22
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