Cambio de luces (Cortazar)

[Mobley]

Puede que no sea el mejor cuento de Cortazar; es un cuento triste, como muchos otros de Cortazar, pero que a mí me entristece especialmente, vaya usted a saber qué fibra es la que me toca. El cuento narra cómo se enamoran Luciana y Tito Barcárcel -ella por la voz (él es un actor de seriales radiofónicos) y él por unas cartas que ella le escribe-, y como chocan las imágenes que cada uno se ha hecho del otro con la realidad una vez que se encuentran, lo cual también es muy apropiado para un foro como este.

Incluso le podemos poner música... por aquello del serial radiofónico:


Enlace


Lo podeis encontrar aquí:

http://blogs.larioja.com/historias-de-u ... mbio-luces

[Ororo]

No conozco este cuento, pero parece muy interesante.
Buena opción para leerlo en el miniclub.

[Mobley]

Ororo, forma parte del libro "Alguien que anda por ahí".

[Ororo]

Lo tengo en el recopilatorio de Alfaguara.
Me lo guardo para el 2º round si nadie lo elige antes

[Ororo]

Acabo de ver que es el cuento elegido por ti
A veces, como despistada, no tengo precio

[Mobley]

Como ya he dicho en la presentación, este es un cuento triste, de desencuentros, donde nuevamente se contraponen realidad y fantasía y donde dos personajes solitarios resuelven esa contraposición de forma muy diferente.

Creo que en ningún cuento de Cortázar la relación de los personajes con sus nombres es tan obvia como en este caso. Tito Varcárcel , que con solo abrir la boca media Argentina quisiera romperle el alma a fuego lento, acostumbrado a la nada en tantas de sus formas, encerrado en sí mismo por la irreversible ausencia de Bruna, entrevé una luz en la carta de Luciana. Y, del mismo modo que Luciana se enamora de una voz, a la que pone rostro y pelo crespo, Valcárcel construye toda una personalidad en torno a Luciana (mujer más bien chiquita y triste y de pelo castaño con ojos claros) que se complementa con el paisaje en el que imagina que vive (patio cubierto o por lo menos galería con plantas, una galería cerrada con claraboyas de vidrios de colores y mamparas que dejaban pasar la luz agrisándola y un sillón de mimbre) y a la que inventa una vida (sola con su madre o tal vez su padre… una casa para una familia más grande y ahora llena de huecos donde habitaba la melancolía de la madre por otra hija muerta o ausente). Actuando del mismo modo que si se tratara de preparar su papel en una radionovela, y así “vengarse de esos papeles ingratos (esa vida ingrata) llevándolos a la perfección, haciéndolos míos”.

Es curioso ese hecho tan humano que es completar un cuadro que no puede ser visto en su totalidad a partir de apenas un gesto, un detalle parcial de una persona. Personalidad que, claro está, se encuentra más en nosotros que en los otros y de la que somos capaces de enamorarnos o de la que ya estábamos enamorados, y que, a la manera de un puzle, terminamos con esa pieza que la mayoría de las veces encajamos a la fuerza, sin ver, o viendo sin querer entender, lo mal que la pieza ajusta en el puzle.

El otro hecho importante del relato es la diferente forma que tienen los dos personajes de hacer frente al contraste entre realidad y fantasía tras el encuentro. Mientras que Valcárcel intenta ajustar la realidad a su fantasía (yo mismo preparé el té y arreglé las luces para que estuviera cómoda; cambio de luces) . Por el contrario Luciana, más práctica, no se resigna y busca en la realidad el personaje imaginado, “un hombre más alto, un hombre que se inclinaba un poco para besarla en la oreja, para frotar su pelo crespo contra su pelo castaño”.

Y nuevamente la potencia del final del cuento, que nos llega de repente, sin prevenirnos, en una sola frase.

[Ororo]

Es de una tristeza desgarradora este cuento y, además, a mí me infundió terror Varcárcel con esa actitud obsesiva.Incluso creí que el giro iba a ir por otros derroteros:

que él, lejos de interpretar personajes viles, en realidad lo era, y acaba matándola o yo qué sé al ver que no se acopla a su idealización

Me ha gustado mucho la primera parte en la que todo está contado con dulzura, esa forma de saber mirar a alguien tan adentro y creer que aciertas. (Porque Varcárcel, con esa obsesión enfermiza, se asemeja más a sus personajes radiofónicos que al personaje benévolo que inventa Luciana.) Me ha gustado también cómo va desgranando la obsesión con cambiarla... es terrorífico que alguien quiera convertirte en otra persona!! poco a poco... sin que te des cuenta... sin saber por qué prefiere el pelo castaño o el mimbre... Es una manipulación planeadísima. Claro, él sólo vive para el trabajo, parece que no tiene aficiones, se aburre, no lee, cuenta el tiempo por los títulos de las radionovelas en las que trabaja...
¿Y esa sonrisita que se nos ha escapado cuando reconoce que ha quitado la bombilla para que se acerque a la luz cenicienta de la ventana? Ahí está Cortázar haciéndonos cosquillas con la garra. Porque te entra una risita, pero también miedo.

Y nuevamente la potencia del final del cuento, que nos llega de repente, sin prevenirnos, en una sola frase.

Sí, contundente, te quedas de piedra. Me encantan los finales así.

Yo no sé si idealizo a Cortázar, pero me gustan todos sus cuentos!!!
Igual estoy enferma!!

[Ivanovich]

Ah! es un cuento magnífico.

Dice Pessoa (Libro del Desasosiego, al comienzo de la entrada 112):

Nunca amamos a alguien en concreto. Amamos tan sólo la idea que nos formamos de alguien. Es un concepto nuestro -es, en suma, a nosotros mismos- lo que amamos.

y algo más adelante, hablando de la fase embrionaria del enamoramiento (entrada 113)

... En esta antecámara de la emoción hay toda una suavidad del aroma sin su profundidad -un gozo suave, pues, un vago aroma de deseos [...]. El cultivo mismo de la imaginación resulta perjudicado por la vida.

Son pensamientos que reflejan bien la idea de este relato, la fuerza que la imaginación tiene en ese proceso que llamamos enamoramiento y lo mal que, en ocasiones, resiste el contraste con la realidad.

El cuento evoluciona de forma magistral, primero las cartas, luego el dibujo imaginado del otro, depués la primera cita, más tarde la magia de convivir, la rutina de convivir también, el intento de cambiar al otro para adaptarlo al ser amado/imaginado .....,

Él consigue adaptala a su imagen...

En la memoria de mi amor estaba la galería cubierta, la silueta en un sillón de mimbre distanciándola de la imagen más alta y vital que de mañana andaba por la casa o jugaba con la gata, esa imagen que al atardecer entraría una y otra vez en lo que yo había querido, en lo que me hacía amarla tanto.

Ella, más práctica, lo cambia por otro que que se adapte a la imagen, un hombre más alto, de pelo crespo ..

...la vi salir de un hotel, no la reconocí al reconocerla, no comprendí al comprender que salía apretando el brazo de un hombre más alto que yo, un hombre que se inclinaba un poco para besarla en la oreja, para frotar su pelo crespo contra el pelo castaño de Luciana.

Me ha parecido un cuento extraordinario, con esa "estudiada" prosa ingenua de Cortázar que uno reconoce de inmediato.

No veo en este cuento la fantasía, es un cuento que refleja la más absoluta y pura realidad.

[Babel]

Este cuento tiene moraleja: Donde las dan las toman . O al menos eso pensé leyendo la frase final, porque todo el tiempo estaba indignada contra ese hombre, que quería convertir a su mujer en algo que no era y, por tanto, no la amaba a ella sino a una imagen preconcebida, pero tampoco tenía el valor de enfrentarse a esos sentimientos enfermizos. Y cuando ví que Luciana había hecho lo mismo, pero de forma más efectiva, me alegré muchísimo.
No se por qué quiero pensar que si él no hubiera tratado de adecuar la imagen de Luciana a la de la mujer que se imaginó, si la hubiera querido por si misma, tal vez, sólo tal vez, ella no hubiera buscado al hombre de pelo crespo. Pero Luciana no debiá ser tonta y se debió dar cuenta en seguida de que no la querían por si misma.

La estructura me encanta: dos historias paralelas de las que sólo una conoce el lector, justo hasta el final en el que se nos muestra el reverso (sorprendente) de la medalla.

Es algo macabro la manera que tenía él de hacerla similar a la Luciana inventada, regalándola esa silla de mimbre, tratando de que la luz incidiera de cierta manera en su pelo. ¡Qué yuyu!

Ese tema al que apuntáis tanto Mobley como Iván, de las relaciones entre personas en las que uno pone en el otro parte de si mismo (sobretodo si son personas conocidas a medias) para completar la idea que tenemos de ellos, y acabamos apreciando/valorando/queriendo a una persona de la que parte somos nosotros mismos. Y luego, si lllegamos a conocerla, hay que ajustar esa imagen, unas veces con éxito y otras no tanto.
Es un debate de lo más interesante.

Precioso cuento.

[Ivanovich]

Es algo macabro la manera que tenía él de hacerla similar a la Luciana inventada, regalándola esa silla de mimbre, tratando de que la luz incidiera de cierta manera en su pelo. ¡Qué yuyu!

... de envolverla en su telaraña de maldades, que de su papel en la radionovela trasciende a su vida real ...

[...] Raquelita Bailey muy bien en el papel de Josefina, la altanera muchacha que lentamente yo envolvería en mi consabida telaraña de maldades para las que Lemos no tenía límites

Sé que en algún despertar en la alta noche, mirándola dormir contra mí, sentí que había llegado el tiempo de decírselo, de volverla definitivamente mía por una aceptación total de mi lenta telaraña enamorada

[emedoble]

Al principio me recordó mucho este cuento a La Tía Julia y el escribidor de Vargas Llosa, por las radionovelas, un mundo que al leer ese libro me fascinó, pero fue sólo por eso, luego nada que ver.l

Yo estoy con Babel, a mí me gustó que Luciana se fuese con otro, porque él no quiso darse cuenta de que Luciana lo sabía, sabía que no la quería por ella misma, sino como a un ideal, él ve miradas, ve gestos que le podían haber indicado que algo iba mal, pero no lo quiere ver hasta que la ve saliendo del hotel. Realmente no la mata

yo también lo pensé, Ororo

, pero como todos decís, y como concreta Babel, da mucho yuyu
Por otra parte, todos idealizamos a la persona al principio del enamoramiento, pero, como siempre, Cortázar le da una vuelta de tuerca, lo lleva al extremo, y consigue una historia muy buena, a mí me ha gustado.

[Ivanovich]

Babel, Emedoble, yo no creo que Cortazar pretenda reflejar una historia de "despecho" (aunque solo sea como parte del relato), más bien creo que Luciana sigue exactamente el mismo proceso de "desamor" por el que pasa Tito. La realidad mató a la imagen como el video mató a la estrella de la radio. Sólamente que cada uno trató de solucionar el desencuentro a su manera.

La estructura me encanta: dos historias paralelas de las que sólo una conoce el lector, justo hasta el final en el que se nos muestra el reverso (sorprendente) de la medalla.

Me ha gustado eso qeu has dicho Babel.

[Babel]

Babel, Emedoble, yo no creo que Cortazar pretenda reflejar una historia de "despecho" (aunque solo sea como parte del relato), más bien creo que Luciana sigue exactamente el mismo proceso de "desamor" por el que pasa Tito. La realidad mató a la imagen como el video mató a la estrella de la radio. Sólamente que cada uno trató de solucionar el desencuentro a su manera.

Pues no lo he explicado bien entonces, Iván, no es el despecho. A ver, ellos siguen procesos paralelos, el de él se nos muestra porque es el que leemos, el de ella se nos oculta (aunque sería la mar de interesante leerlo también ) pero está claro que es la misma historia para los dos.
Lo que pasa es que yo pienso que quizá, si él no hubiese empezado a hacer el tonto como lo hace, si la hubiera aceptado tal cual era, quizá el proceso de ella se hubiera paralizado y hubiera empezado a quererle por él mismo. Claro que esto entra dentro de inmenso reino de las suposiciones, o de lo que a mí me gustaría creer.

La realidad mató a la imagen como el video mató a la estrella de la radio.

Ummm, ¿De qué me suena esa frase?


Ah, emedoble, ese mundillo de los seriales radiofónicos que aparece en La tia Julia... y también aquí me encanta. Y gracias, Mobley por el video que has colgado y que tan bien acompaña a este relato.

[Carmen Neke]

No veo en este cuento la fantasía, es un cuento que refleja la más absoluta y pura realidad.

Ivanovich, me preocupas!!!!

Luciana cree reconocer a Tito más allá de los papeles que éste interpreta en las radionovelas, y Tito se enamora de la imagen de Luciana que le dan las cartas. Después, durante la convivencia, Tito va adaptando paulatinamente la imagen real de Luciana pora que la realidad le ofrezca la misma imagen de ella que tiene en su interior. Y Liliana parece ser la víctima de las maquinaciones de Tito, pare que ella sí que lo acepta como es sin querer cambiarlo. Pero eso es falso, al final la imagen resulta ser también para Liliana más poderosa que la realidad.

Tito dice en un momento del relato:

yo a veces sobreactúo porque en el fondo no creo demasiado en nada de lo que me sucede

La realidad es difícil de creer e inasible, nuestras fantasías en cambio nos ofrecen un punto de apoyo mucho más seguro y fiable.

Más que la historia en sí (que está bien, pero es muy típica cortazariana) me ha encantado cómo está escrito el cuento, es una obra maestra desde el principio hasta casi el final, porque el final a mí me parece que desmerece un poco de la maestría del resto. Hay un párrafo que me ha encantado especialmente por lo certero que es:

A los treinta y cinco la vida en Buenos Aires empieza a desteñirse y parece que se achicara, al menos para alguien que vive solo con una gata y no es gran lector ni amigo de caminar mucho. No que me sienta viejo, al contrario, más bien parecería que son los demás, las cosas mismas que envejecen y se agrietan

[emedoble]

Babel, Emedoble, yo no creo que Cortazar pretenda reflejar una historia de "despecho" (aunque solo sea como parte del relato), más bien creo que Luciana sigue exactamente el mismo proceso de "desamor" por el que pasa Tito. La realidad mató a la imagen como el video mató a la estrella de la radio. Sólamente que cada uno trató de solucionar el desencuentro a su manera.

Pues no lo he explicado bien entonces, Iván, no es el despecho. A ver, ellos siguen procesos paralelos, el de él se nos muestra porque es el que leemos, el de ella se nos oculta (aunque sería la mar de interesante leerlo también ) pero está claro que es la misma historia para los dos.
Lo que pasa es que yo pienso que quizá, si él no hubiese empezado a hacer el tonto como lo hace, si la hubiera aceptado tal cual era, quizá el proceso de ella se hubiera paralizado y hubiera empezado a quererle por él mismo. Claro que esto entra dentro de inmenso reino de las suposiciones, o de lo que a mí me gustaría creer.

Sí, justamente eso es lo que yo opino, Babel, me da a mí la sensación como si lo de ella hubiera sido posterior a lo de él, como si ella al darse cuenta de lo que él intentaba quiso enviarle señales de alerta que él no quiso oír y por eso se fue con otro. Si el hubiese parado, si él la hubiese querido tal cual era ella, creo que habría funcionado su pareja Pero, está claro que es una suposición, una sensación, nada más