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Título original: Julius Winsome
Editorial Tusquets
Colección Andanzas CA 711
ISBN: 978-84-8383-201-1
248 pág.
El inventor de palabras es el título en castellano de la obra original en inglés que se intitula como el protagonista, Julius Winsome, personaje principal que acapara el cien por cien de la trama sin otro punto de vista que sus propios ojos. Los fríos inviernos de Maine, el estado más septentrional de EEUU (excepto Alaska), la cabaña de madera ubicada en una zona aislada en medio del bosque, un hombre solitario y su perro, 3282 libros para leer, un padre ausente hace años, un abuelo que se obsesionó con la guerra, una amante que le abandonó por poco comunicativo y la soledad por única compañía son los componentes esenciales de esta trama.
Todo esto lleva décadas en el mismo punto. Sin embargo, alguien mata a su perro Hobbes y sin alzar la voz, un mecanismo en el interior de Julius se dispara para dar salida suave y tranquilamente al Mr. Hyde latente que habitaba en él. Las sonetos de Shakespeare y los arcaísmos de ellos -que su padre le hacía memorizar- servirán de música de fondo a la venganza más tranquila que podamos imaginar.
Gracias a su autor se convierte en un relato sobre los peligros del aislamiento, la soledad, y lo lejos que se puede ir cuando no tenemos a nadie a nuestro lado para atemperar nuestras palabras. El libro refleja perfectamente el estado anímico de su protagonista el cual ‘no espera nada y por tanto, no sucede nada’. En medio de un espacio tan abierto como el descrito las distancias no tienen valor y el tiempo se detiene, simulando ser escenas intemporales, sin movimiento. Pero el engaño está hábilmente conseguido, en realidad estamos en una montaña rusa cuesta abajo que nos permitirá disfrutar de unos últimos capítulos sin aliento.
Los años juzgarán si este libro alcanza a ser un el clásico moderno que aspira a ser. Por ahora debemos decir que es un cuento memorable, una alegoría sobre la soledad y sobre el amor a la vida y a los libros maravillosa, que se distingue por la prosa magistral, curiosamente compuesta con una sensibilidad peculiar (no en vano su autor era poeta mucho antes que novelista) , y algo difícil de definir que muchas grandes obras de arte tienen: una especie de dignidad propia.. algo difícil de encontrar en medio del mundo literario actual.
Qué complicado es encontrarse hoy en día con un libro como este. Una prosa impecable, una puesta en escena magnífica, y una historia tan sugestiva como dramática. Un pedazo de novela con todos los componentes para convertirse en uno de esos nuevos clásicos, esos libros ligeros que dan tanto al lector sin que se de cuenta. Se le nota ya imperecedero aún habiendo sido publicado hace tan sólo unos días.
Última edición por Fley el 19 Feb 2010 21:24, editado 1 vez en total.
Llevo leída la mitad del libro y no me convence mucho. El argumento está bien, es original, pero la prosa de Donovan, aunque es muy buena, se me hace pesada.
Lo abandono. No puedo con él.
Como ya he comentado antes, la historia es muy original, pero no me ha enganchado lo suficiente y la prosa de Donovan se me hace pesada.
Pues a mi me está gustando bastante; ayer por la noche me puse con él y leí de un tirón casi la mitad del libro. La prosa del autor me encanta -entre simple, casual y densa- y además el aire oscuro y nostálgico de sus obras y el hecho de que el argumento "se vaya creando" lentamente, a cuentagotas, me atrae mucho.
Entre hoy y mañana lo acabaré y emitiré mi juicio final.
Pese a que el final es un pelin flojito, me ha parecido una novela fantástica, con un argumento simple -pero muy bien elaborado- y una estructura más propia de un cuento que de una novela.
El personaje principal -Julius Winsome- me ha resultado excelente, un personaje profundo y misterioso, que además desprendia, casi de forma incongruente, por lo que se narraba en la historia, mucha humanidad.
En fin, que me ha parecido, como ya he dicho, una muy buena novela, cortita, intensa y que hace que me reafirme en la opinión de que Donovan es un escritor muy a tener en cuenta.
acabado
resulta complicado conseguir hacer atractivo un libro que, pese a que es corto y cuenta con gran cantidad de capítulos, es claustrofóbico y posee escasísimos diálogos. Raro es el caso en que no lastre el ritmo de lectura y la propia experiencia. Y éste es uno de esos casos. Donovan atrapa al lector con una prosa trabajada y apelando a un pasado que conjuga con el presente y con la propia relevancia del protagonista. Su valor no recae en un gran final sino en la novela en sí. Tremendo reflejo de la soledad y la locura o incluso la desesperación.
cuatro estrellitas para un relato que te conquista con el tiempo. Posiblemente el recuerdo sea mejor que la propia lectura.
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El argumento está bien, es original, pero la prosa de Donovan, aunque es muy buena, se me hace pesada. 
¡Tomo nota, Fley! 