magali
Voy por la tercera parte y me sigue gustando mucho. Un ritmo impecable... y unos personajes que no te dejan indiferente.
Desde luego que el protagonista no tiene nada de héroe romántico:
es un hombre casado y padre de dos hijas ya adolescentes, que se las ve y se las desea para mantenerlas, y sólo por esa presión continua a la que se ve sometido hace lo que hace. Un poco como el vendedor de aspiradoras de Nuestro hombre en La Habana de Graham Greene. |
Y de historia de amor con chica preciosa, nada: eso se lo sacó de la manga William Faulkner para hacer el guión de la película
Pero... tiene mucho encanto ese Harry Morgan, que es un matón con mala suerte y vive trampeando en los márgenes de la ley, pero también tiene su código y su criterio moral, y no está dispuesto a pasar por según qué cosas. Su mujer, Marie, también me encanta como personaje: tan carnal, tan enamorada de su marido, diría incluso tan colgada de él, porque le gusta su marido más que comer con los dedos, pobrecilla.
Es un libro de aventuras ácido y duro, salpicado de reflexiones que te dejan pensando.
A ver en qué para todo esto. Me gustaría que las cosas terminaran bien para Harry Morgan
(ya ha tenido bastante el pobre con perder un brazo, perder su lancha y quedarse moribundo a la deriva en una embarcación llena de cadáveres) |
, pero no sé, no sé.