En el camino, era la vida de los locos ermitaños beatnicks.
Los Vagabundos del Dharma, contuinuamos con los ermitaños, pero añadimos un ingrediente Zen enorme. (Cosa que a mí se me hizo un poco brasas..)
Ahora tenemos la parte Corazoncito de Kerouac (esta vez se hace llamar Leo)., y su historia con Mardou, una chica negra que le tiene loco. Es mayor ya el señor Kerouac, y empieza a ser famosillo.
El libro viene con un prólogo de Henry Miller al respecto, defendiendo ahí a los beats. Muy serio.
Y luego una especie de introducción de una tal Fernanda Pivano hablando sobre la generación. Está bastante bien, habla sobre el mal que se le ha hecho a su imagen... la realidad de los beats, no sé, bastante interesante.
A pesar de haberme contentado me sigue molando más la temática exclusivamente locos (hay que decir que aquí tampoco se queda corto).
Un par de fragmentos:
"Hablábamos de túneles, del túnel de la calle Stockton y del que acababan de construir en Broadway; en realidad se habló mucho más de ése, pero mientras hablábamos del túnel una gran corriente eléctrica de verdadera comprensión pasaba entre nosotros y yo podía sentir los otros planos, la cantidad infinita de otros planos, de distintas entonaciones en su voz y en la mía, y el mundo de significados de cada palabra; no me había dado cuenta nunca de cuántas cosas suceden todo el tiempo, y la gente lo sabe, lo demuestra en sus ojos, aunque se niega a demostrarlo delante de los demás."
“Los hombres son tan locos, desean la esencia: la mujer es la esencia, ahí la tienen directamente entre las manos, pero ellos se precipitan en todas direcciones erigiendo inmensas construcciones abstractas. (…) se precipitan en todas direcciones y entablan grandes guerras y consideran a las mujeres como premio, en vez de seres humanos; muy bien viejo, no se puede negar que yo estoy en medio de toda esa porquería pero te aseguro que no pienso participar en lo más mínimo.”
Por cierto, Mardou es una jefaza.
Agatha, lo tienes que leer.