Tras Diario de un cazador (1955, Premio Nacional de Literatura) y Diario de un emigrante (1958), Delibes retoma a Lorenzo en 1996, en una de sus últimas novelas, para contar la jubilación de este curioso protagonista.Una nueva ojeada que Delibes lanza a la sociedad contemporánea, limitada y gris en muchos aspectos. Una prueba más de la maestría narrativa de Delibes.
Diario de un jubilado nos devuelve a Lorenzo que habla como hablaba, incorporando usos léxicos y giros sintácticos que se le han pegado, como se le ha pegado el consumismo y la ingravidez del fin de siglo que vive ya en su jubilación.
Podría considerarse la última parte de esta supuesta trilogía, y es ésta la parte que a priori más me atrae. Acaba de ponerse a la venta la reedición.