Título: Luis Álvarez Petreña
Autor: Max Aub
Editorial: Miracle
Publicación: Valencia, 1934
205 páginas
Luís Alvarez Petreña es pura textualidad, escritura en despliegue, discurso que sólo la muerte de Max Aub y la anterior de Luís Alvarez Petreña pudo dejar interrumpida, interrumpida al menos momentáneamente, pues deja en el lector la sospecha de que en cualquier momento un tercero, casi cualquier tercero, alguien llamado Max Petreña, o quizá Luís Alvarez Aub, va a retomar los fragmentos anteriores, el libro publicado en Valencia en 1934, el publicado en Méjico en 1965, el publicado en Barcelona en 1971,2 y va a descubrir que sus distintos personajes no han muerto, que Laura, Luís, Tomás Covarrubias, Max, Mendizábal, Leonor, siguen vivos y disponibles para continuar ese juego enloquecido, abierto a todas las posibilidades, de una textualidad que no tuvo principio y que no puede tener fin sino interrupción, de una textualidad en la que las voces de los personajes de ficción y las voces de los personajes históricos forman parte de un mismo coro, son simultáneamente ilusorias y civiles.
JOAN OLEZA SIMO
Esta novela, cuya primera edición se publicó en Valencia en 1934, marca la ruptura de Max Aub con la literatura deshumanizada y el comienzo de una trayectoria narrativa que terminaría llevándole a la construcción de ese ambicioso fresco histórico que es la serie de El laberinto mágico. Aub no se quedó nunca conforme con la primera versión de la novela, a la que volvió una y otra vez a lo largo de su vida hasta completar la versión "definitiva".
He puesto los datos técnicos de la primera edición, la de 1934, pero como se cuenta en el primer texto que he puesto como reseña, (que forma parte de un estudio sobre esta obra), y como se comenta en el segundo párrafo, Max Aub fue ampliando sucesivamente esta novela, sacando una segunda edición en 1965 y otra "definitiva" en 1971. Yo, por eso, estoy leyendo el facsímil de la de 1934. La verdad es que queda muy bien comentado en el texto de arriba, es una obra muy rica textualmente. Además, Aub juega con eso con lo que él solía jugar, que es lo de alterar su identidad, ponerse máscaras. El libro se nos presenta como algo escrito por Luis Álvarez Petreña, un escritor mediocre, contando su vida y su obra. Y Max Aub se atribuye simplemente el prólogo, por ser amigo de este tal Luis, y las notas a la edición.
Me gustaría poder encontrar la edición de 1971, por saber exactamente cómo concluye esa ampliación que sufrió la novela a lo largo de los años. De todos modos, cuando termine esta primera comentaré un poco más qué tal ha ido la lectura, aunque las expectativas, tratándose de Aub, son buenas