Terminado.
Hola Eyre.
En esta segunda parte de la trilogía, efectivamente, se produce un punto de inflexión en la historia puesto que termina la guerra,
Claus desaparece de la trama y se instaura un régimen satélite de una de las potencias vencedoras de la guerra, posiblemente la Unión Soviética.
Si bien los males de la guerra han quedado de lado, ahora la autora denuncia la censura, la represión de los disidentes políticos y de todos aquellos de los que simplemente se sospechara una tímida oposición de ideas al régimen. |
De esta segunda parte hay dos personajes que destacan por encima de todos, según mi entender. Por un lado Mathias, y más adelante Victor.
Mathias es para mí un ser entrañable. Es cierto,
Sergio, que tiene muchos defectos, sobre todo por sus celos y su carácter posesivo, queriendo ser el centro de atención en todo momento. Pero
su actitud reactiva se justifica por su edad, es un niño, por sentirse abandonado por su madre, por lo difícil que le resulta tener una vida respetable en su entorno social marcado por el rechazo de sus compañeros de clase y la crueldad que muestran hacia él insultándole y pegándole. Se siente decepcionado de que sus defectos físicos supongan un handicap mientras sus valores y capacidades intelectuales no le abran un camino hacia su integración. Por ello, tiene pánico a sentirse abandonado por Lucas que hasta el último momento ha permanecido a su lado y fiel a su promesa de cuidarlo. Por eso este miedo no superado le conduce al desenlace fatal. A mí me dio mucha pena. |
Víctor es otro personaje complejo. En su caso,
su enfermedad es la soledad y la falta de alicientes vitales. Su vida entra en un círculo sin salida del que no consigue sacarle ni su propia hermana. En algún momento ésta me pareció agobiante, pero su comportamiento se explica por el amor que siente hacia su hermano y sus deseos de que se engrandezcan sus aspiraciones en la vida. Primero abandonando sus vicios de la bebida y el tabaco, y después escribiendo un libro. Que pena que el borrador terminara convirtiéndose en una especie de memorias de un psicópata. |
La aparición de Claus y la marcha de Lucas han abierto un gran interés que hace que sea inevitable desear empezar pronto con la tercera parte de la trilogía. Tanto es que ya lo he empezado. |
En esta segunda parte de la novela, el estilo ha cambiado de una manera radical. Las expresiones y el lenguaje se suavizan mucho y el estilo es mucho menos abrupto. Con todo, su estructura y expresión son extremadamente simples y huye de todo adorno gramatical. Lo importante está en la historia y en sus personajes, y no se adorna describiendo lugares ni ambientes. Y por el momento me está gustando mucho.