Samuel Beckett
Tusquets editores
Noviembre 2011
Traducción del inglés de Miguel Martínez-Lage y José Francisco Fernández
Belacqua estaba sentado en un puntal al final del muelle de Carlyle bajo la llovizna, enamorado de cintura para arriba de una muchacha patosa que atendía por el nombre de Smeraldina-Rima, a la que se encontró una noche cuando por casualidad resultó que él estaba cansado y la cara de ella parecía más bella que lerda. Fue la fatiga lo que facilitó que se fijara sólo en su faz y en aquella parte de la moza que, por lo que atinó a ver, resplandecía con un brillo poco común… Estaba resuelto a renunciar a todo y a echar amarras en los serenos requesones de sus pechos, que había percibido con premura tras contemplar unas facciones que no daban ganas sino de morirse sólo de verlaDesarraigado e inadaptado, el joven poeta Belacqua deambula por paisajes y ciudades como París o Dublín en busca de no sabe muy bien qué, pues sólo
aspira a habitar lo que él llama su «uterotumba»: su mundo interior, sus pensamientos, su feliz tristeza. En torno a él, en un desencuentro eterno, pululan amigos como Liebert, el Oso Polar, el Mandarín o Chas, y mujeres que, como Smeraldina-Rima, Syra-Cusa o Alba, esperan del confuso Belacqua lo que éste no les da, aunque no pueda apartarlas de sus ensoñaciones y desvelos. Y mientras revive fugazmente su infancia, se topa con guardias y profesores, y cavila en lo que hará y escribirá, Belacqua, artista adolescente, avanza ebrio, o enfermo, o malhumorado, casi siempre solo, bajo una lluvia dublinesa que empapa hasta los huesos.
Deudora de la prosa joyceana, y a la vez ajuste de cuentas con el maestro, Sueño con mujeres que ni fu ni fa es una novela deslumbrante y tortuosa, que rompe con la narrativa convencional, muestra una exuberancia verbal inusitada y abre caminos al futuro Beckett.
Inédita hasta ahora en lengua española, es la primera novela que escribió el dublinés, además de su texto más autobiográfico. Escrita en París en 1932, a los veintiséis años, pero rechazada por varias editoriales, no vio la luz –por expreso deseo de Beckett– hasta tres años después de su muerte. Sólo rescató dos episodios para publicarlos en su volumen de prosas More Pricks Than Kicks (1934). Y Belacqua se convirtió, entre otras cosas, en un precursor del personaje Molloy. De todo ello nos hablan los traductores de esta obra –casi imposible (como todo Beckett) de traducir– en su Posfacio.