NO os podéis perder esta entrevista en PÁGINA TRECE:
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"Os invito a conocer a la autora a través de la entrevista que tan amablemente ha concedido a Página Trece y en la que ha demostrado que su éxito no ha sido fruto de la suerte sino de una dedicación y un trabajo espectaculares.
1.- Hola Eva, ante todo enhorabuena por el éxito de “La Saga de los Longevos”. Tu libro ha sido definido como una mezcla de ficción histórica y thriller científico. Sin embargo, en sus páginas nos hablas de mitología, historia, genética, antropología cultural, arqueología, grafología… ¿Ha sido difícil combinar todas estas disciplinas en la trama de la obra?
EGS.- Lo cierto es que fueron surgiendo a lo largo del primer año de investigación, y las fui incorporando bajo la premisa de que fueran pertinentes para la trama e interesantes para un lector curioso al que le gustase la lectura pero también ciertas dosis de didactismo. Respecto a si fue difícil, lo cierto es que la novela, tal y como dijo un lector, tiene muchos mimbres, es bastante compleja desde el punto de vista de su concepción, pero a la vez sencilla de leer para quien se acerca a ella.
2.- La investigación genética ocupa una parte muy importante en tu libro: haces referencia a la modificación genética para curar enfermedades como la progeria, a la mutación genética de un único sujeto que dio lugar al color de ojos azules, del gen que permite que los adultos toleren la lactosa… ¿contabas con conocimientos de genética anteriores para integrarlos en la trama del libro o formaron parte de tu documentación para escribirlo?
EGS.- Tengo una formación sanitaria bastante sólida por mis estudios universitarios y de postgrado en Optometría, que incluyen Biología, Patología, Fisiología y demás disciplinas. La Genética era una rama en la que también me formé, acabada la carrera, y cuando abordé la escritura de la novela, lo primero que hice fue documentarme acerca de las últimas investigaciones en longevidad, esperanza de vida, etc… No quería escribir una novela fantástica con seres sobrenaturales que luchan con espadas para decapitarse, como en la película de Los inmortales. Para eso, necesitaba creerme yo misma una teoría científica para explicar que una persona deje de envejecer con 30 años y que fuera, si no probable, al menos plausible. Respecto a las otras menciones genéticas de la novela, fueron surgiendo y las incorporé. Me parecían apropiadas para hacer la trama más verosímil.
3.- Tus conocimientos previos de marketing te han ayudado en la promoción de tu novela: aparte de escribir el libro, creado el blog y colaborar en el diseño de la portada, mantienes activa tu presencia en las redes sociales, utilizas estrategias de marketing relacional y de contenidos para dar a conocer tu obra… da la sensación de que cada vez son menos los autores que terminan su labor al poner la palabra “Fin”. ¿Nos hallamos ante un nuevo modelo de autor multidisciplinar surgido de la necesidad de despuntar en un mar creciente y continuo de novedades literarias gracias a fenómenos como Amazon y la autopublicación?
EGS.- Creo que, desde hace poco, ha nacido un nuevo tipo de autor, que estamos escribiendo las reglas ahora mismo, y que surgirán modelos mixtos e intermedios. También creo que pequeñas, medianas y grandes empresas relacionadas con el mercado editorial acabarán reaccionando y ofreciéndonos servicios a los propios autores, atraídos por este nuevo fenómeno del que hablas. Será bastante darwiniano: habrá que adaptarse, y tras la sobresaturación, quedarán los que lo han sabido hacer mejor.
4.- Una de las señas de identidad de tu obra son los flashbacks históricos, magníficamente documentados y ambientados. La interesante sociedad escita o la dramática historia de Boudica son algunos de tus escenarios elegidos. ¿Por qué optaste por éstos y no por otros episodios históricos más familiares para los lectores españoles?
EGS.- Precisamente porque quería huir de episodios históricos mil veces retratados en novelas, que con toda seguridad, lo han hecho antes mil veces mejor que yo. Así que me dije: “Nada de romanos, nada de griegos, nada de batallas, y mucho menos de Guerra Civil…” Como ves, no cumplí ni una. Todos se me fueron colando, aunque en dosis muy pequeñas y a veces de manera muy tangencial.
La búsqueda de escenarios históricos nuevos para el lector fue muy premeditada, quería aportar algo diferente y que los longevos hubiesen pasado por episodios históricos menos conocidos. Me pareció un aporte interesante.
Respecto a la cultura escita, surgió en una visita en el 2008 al Museo Arqueológico de Alicante, el MARQ, al que acudo cada vez que traen una exposición por pura devoción. Traían piezas escitas por un convenio de colaboración que habían firmado con el Hermitage de San Petersburgo. Yo me quedé fascinada: cientos de chapas de oro de pumas, águilas, ciervos…, akinakes (espadas cortas), imágenes de túmulos. Cuando me adentré más en su cultura, leyendo a Heródoto, pensé que sería magnífico un personaje que sintetizara todo aquello: eran los más salvajes de los pueblos de los jinetes nómadas de la estepa rusa, conocidos por forrar de oro los cráneos de sus enemigos y usarlos de cálices, y a su vez, eran los más delicados de los orfebres. Nagorno, uno de los longevos protagonista, es el escita perfecto: un mecenas del arte, refinado y culto, y a la vez, el más brutal de los componentes de “La vieja familia”.
En cuanto a Boudicca, también era un personaje muy interesante, y me impactó su historia cuando la leí. Lo cierto es que en nuestra cultura es desconocida, pero en Gran Bretaña es algo así como la heroína nacional, y lo ha sido cíclicamente estos últimos siglos, cada vez que resurgía el nacionalismo celta. Su historia es muy dramática, y también me cuadraba mucho con el espíritu de los longevos.
5.- Cuento entre los afortunados que han leído tu libro y me ha llamado la atención la reiterada presencia del número tres en sus páginas: las tres “aes” que conforman el nombre de la protagonista, los hermanos Del Castillo son conocidos como la “Santísima Trinidad”, incluso mencionas el carácter sagrado de este número en un momento dado… ¿Es simple casualidad?
EGS.- No fue premeditado, pero fue surgiendo una y otra vez y aproveché la mitología al respecto, sobre todo la celta, en la que se le consideraba efectivamente un número sagrado . La novela está llena de guiños y alusiones, y el número tres es uno de ellos, sin duda.
6.- Ya en las primeras páginas del libro, el lector se da cuenta de la tensa relación entre Iago y Jairo. Da la sensación de que Iago representa el conocimiento, la contención de cada una de las sociedades por las que ha pasado el ser humano, mientras que Jairo parece personificar lo contrario: una sociedad violenta, llena de lujuria y gusto por lo material. ¿Cuál crees que será la sociedad vencedora y se impondrá como modelo de civilización? ¿La que aboga por preservar el conocimiento para no cometer en el futuro los errores del pasado o la que utilice la violencia para mantener su orden?
EGS.- Creo que en este planeta no vivimos en un momento concreto de la civilización, sino en varios. Según el continente y país en el que hayas nacido, sufres una violencia similar a la de la Edad Media, cazas según el Paleolítico, o pastoreas como en el Neolítico. Creo que todas las sociedades tienden a la democracia, que supone la madurez como civilización, y a la ausencia de violencia y el conocimiento. No tengo ni idea de cuántos siglos o milenios vamos a necesitar para que todo el mundo conocido llegue a ese punto, lo que sé es que yo no lo veré.
7.- En una entrevista anterior, dijiste que te identificabas más con Iago que con cualquier otro de los personajes de tu libro y también que Nagorno es el tipo de persona a la que se desprecia pero a la que no puedes dejar de prestar atención en cuanto entra en escena. ¿Existe alguien como él en la vida real en el que te hayas basado para crear su personaje?
EGS.- Nagorno es un personaje muy trabajado que me costó muchos meses perfilar para hacerlo creíble, pero no deja de ser una personalidad muy extrema, y desde luego, me alegro de no haber conocido a nadie como él, porque, por muy fascinante que fuera, habría salido corriendo por puro instinto de supervivencia. Yo creo que no tiene ningún sentido de la ética, y eso es lo más peligroso que puede tener un ser humano.
8.- En tu libro, utilizas el mito de Atalanta para ilustrar la psicología de Adriana. ¿Cuáles son las tres manzanas doradas que has recogido en tu carrera hasta terminar el libro?
EGS.- Las manzanas, en el caso de Atalanta, representaban distracciones, curiosidades que encontraba y que le eran imposibles de ignorar. La primera manzana dorada son las cientos de novelas que he leído en mi vida y que han sido mi formación como escritora.
La segunda manzana dorada fue la Prehistoria. No sé por qué empezó a interesarme, hace unos nueve años. Creo que fue leyendo los libros de divulgación de Atapuerca, “El collar del neandertal”, “El enigma de la esfinge”… Empecé a devorar cualquier libro, técnico o no, que tuviera que ver con la evolución humana, neandertales, etc… Cuando se me ocurrió la idea de los longevos, tuve claro que algunos de ellos nacerían en la Prehistoria y que una parte destacada del libro estaría dedicado a esa etapa.
La tercera manzana fue la búsqueda científica de la inmortalidad: pensaba encontrarme con estudios poco serios de pseudocientíficos, y encontré que el premio Nobel de Medicina del 2009 se lo habían dado a un estudio relacionado con los telómeros, que los bancos españoles más potentes están respaldando empresas que van por esas líneas de investigación, y que en Estados Unidos están entrando en Bolsa farmacéuticas dedicadas al tema.
9.- Woody Allen dijo una vez que no quería alcanzar la inmortalidad mediante su trabajo, sino, simplemente, no muriendo. ¿Crees que será tan fácil para el ser humano conseguir la receta de la inmortalidad?
EGS.- Me he encontrado con que científicos respetados asumen con pasmosa tranquilidad que tal vez somos la última generación de centenarios, y que nuestros hijos podrán elegir vivir varios siglos. Eso es difícil de digerir, incluso para mí, que llevo tres años viendo tesis muy sesudas al respecto. Creo que el debate aún no ha llegado a la calle, tal vez por la coyuntura económica tan desesperante en la que estamos metidos, pero es cierto que, en el mundo científico serio, ese debate ya está más que superado. No tienes más que acercarte a Google y teclear “resveratrol, antienvejecimiento, telómeros, longevidad extrema, inmortalidad científica…” o ver algún programa de Eduard Punset en Redes.
10.- Y por último, si pudieras elegir tres personajes literarios que tomaran vida y fueran extraordinariamente longevos, ¿a quién elegirías?
EGS.- Krito, uno de los personajes de “La vieja sirena” de José Luis Sampedro, por su inteligencia y lealtad hacia Glauka, la protagonista. Es bueno que los filósofos vivan mucho, aunque ahora no estén de moda, ellos suelen sintetizar muy bien la realidad que nos rodea y la ponen en perspectiva. Creo que necesitamos precisamente eso.
Daenerys, de “Juego de Tronos”, porque representa la persona inmadura que no tiene nada y se adapta en circunstancias extremas. Es un buen ejemplo a seguir.
Y por último, Patrick Kenzie, el protagonista de varias novelas de Dennis Lehane. Es un tipo bastante irónico con mucha ética, metido en un mundo muy violento y que se está muriendo de miedo mientras le toca amenazar a algún matón que le saca dos cabezas. Creo que arreglaría bastantes temas sucios si viviera muchos años.
Por último, Vanessa, quiero agradecerte la entrevista. Han sido preguntas muy preparadas, inteligentísimas, y que me han metido en más de un aprieto, en el buen sentido de la palabra. Creo que es la entrevista que más he disfrutado de todas las que llevo, y te doy mi enhorabuena.
¡Muchas gracias a tí Eva y espero que tengas todo el éxito que te mereces! "
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sólo me falta hacerle un huequito...alguien se anima a programar un MC?
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